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Qatar/FIFA: Los gastos de contratación de los trabajadores migrantes deben ser reembolsados

Trabajadores pagaron exorbitantes sumas ilegales para construir la infraestructura del Mundial

Los padres de Ram Kishun Sahani, trabajador migrante nepalí fallecido en Qatar. © 2022 Private

(Beirut) – Muchos trabajadores migrantes pagaron tasas de contratación exorbitantes e ilegales para hacer posible la Copa Mundial de Fútbol de 2022 en Qatar, señaló hoy Human Rights Watch. Sin embargo, la FIFA y las autoridades qataríes aún no se han comprometido a crear un fondo de compensación por los graves abusos cometidos contra los trabajadores migrantes, entre los que se encuentran muchos trabajadores gravemente endeudados por el pago de estas tarifas.

“Cuando faltan apenas 30 días para la inauguración del torneo, hay un estrecho margen para que la FIFA y las autoridades qataríes corrijan el rumbo y se comprometan a remediar los abusos del pasado que han manchado la Copa del Mundo de 2022”, señaló Michael Page, subdirector para Oriente Medio de Human Rights Watch. “A menos que la FIFA y Qatar tomen medidas, el verdadero ‘legado’ de este torneo será cómo la FIFA, Qatar y cualquiera que se beneficie de esta Copa del Mundo dejaron endeudadas a miles de familias de trabajadores migrantes después de su muerte y sin compensación a muchos otros más a quienes les robaron sus salarios”.

Human Rights Watch entrevistó a más de 45 trabajadores migrantes, entre noviembre de 2021 y octubre de 2022, procedentes de Bangladesh, India, Kenia y Nepal, entre los que se encontraban siete familias de trabajadores migrantes fallecidos; 26 reclutadores de Bangladesh, India y Nepal; cinco contratistas del Comité Supremo para la Organización y el Legado, y tres trabajadores migrantes que trabajaban en los departamentos de recursos humanos de tres empresas de contratación con sede en Qatar.

Los trabajadores migrantes dijeron que habían pagado las desorbitadas tarifas de contratación mediante préstamos a altos tipos de interés, vendiendo bienes y agotando los ahorros familiares. Muchos trabajadores cayeron en la servidumbre por deudas y no pudieron dejar su trabajo, lo que los hizo más vulnerables a los abusos y los sometió a más sanciones si no trabajaban. La servidumbre por deudas es una forma de trabajo forzoso bajo las normas laborales internacionales.

Investigaciones y estudios anteriores, incluso en nombre del Comité Supremo de Qatar para la Organización y el Legado, el organismo responsable de la planificación y la entrega de la infraestructura de la Copa del Mundo, han indicado el carácter generalizado de las tasas de contratación que a menudo requieren meses, incluso años, de salarios a pagar, a pesar de ser ilegales en Qatar.

El Comité Supremo impuso en 2014 las Normas sobre el Bienestar de los Trabajadores a todas las empresas contratadas para trabajar en sus proyectos, que, entre otras normas destinadas a promover el bienestar de los trabajadores, exigen a los contratistas que se aseguren de que no se les cobre ninguna comisión, y que se les reembolse en caso de que lo hagan. Sin embargo, una auditoría de 2021 de los proyectos del Comité Supremo descubrió que el 68 % de los trabajadores pagaron una media de 1.333 dólares en concepto de tasas de contratación.

En 2017, el Comité Supremo introdujo el Plan de Reembolso Universal, que exige al contratista que demuestre que los trabajadores no han tenido que pagar ninguna tasa o en caso de que sí, que se la reembolse. Hasta diciembre de 2021, se habían pagado 83,20 millones de QAR (21,96 millones de dólares) en el marco de este programa, de los 103,95 millones de QAR (28,4 millones de dólares) comprometidos.

Esta iniciativa, aunque prometedora, no es obligatoria ni siquiera entre los contratistas que operan proyectos afiliados al Comité Supremo y cubre a menos de 50.000 trabajadores, una fracción de los millones de migrantes que están haciendo posible la Copa del Mundo de 2022. El gobierno de Qatar debería considerar la posibilidad de ampliar el plan como parte de un esfuerzo más amplio para remediar los abusos sufridos por los trabajadores.

En muchos de los casos documentados por Human Rights Watch, las familias tuvieron que lidiar con usureros que seguían exigiendo el pago de la deuda de sus seres queridos fallecidos. Bulani Sahani, el padre de un trabajador migrante que murió en Qatar en 2022 tuvo dificultades para cuidar de sus nietos porque su hijo había contraído una deuda por las tasas de contratación: “Mi hijo se fue [a Qatar] tras pedir dinero prestado [1.106 dólares] a muchos aldeanos. Ahora todo el mundo me lo pide. Dicen que debo haber recibido una indemnización por la muerte de mi hijo, pero no he recibido ni una sola rupia. ¿Cómo voy a pagarles? Ni siquiera tengo tierras que vender para pagarles”.

Las autoridades qataríes han declarado anteriormente que la práctica de cobrar elevadas tasas de contratación queda en gran medida fuera de la jurisdicción de Qatar, pero hasta ahora no han abordado el papel que desempeñan las empresas con sede en Qatar al repercutir en los reclutadores unos costos que saben que correrán a cargo de los trabajadores.

Mientras que las agencias de contratación del país de origen son conocidas por cobrar a los trabajadores costos y tasas de contratación ilegales, Human Rights Watch descubrió que las empresas con sede en Qatar contribuyen a las tasas de contratación imponiendo costos a los reclutadores que saben que serán transferidos a los trabajadores.

Los empleadores de Qatar a menudo se niegan a pagar a los reclutadores en su totalidad o en absoluto por sus servicios, y a veces incluso cobran comisiones adicionales a los reclutadores a cambio de pedidos de trabajo. Human Rights Watch documentó varios casos en los que el personal de recursos humanos de empresas con sede en Qatar exigía a los reclutadores que pagaran sus gastos de viaje y alojamiento en los viajes de entrevista a los países de origen.

Incluso cuando un empleador paga el costo total y las tasas para contratar a un trabajador migrante, esta acción no garantiza que el trabajador no esté pagando también las tasas. El hecho de que las empresas qataríes no supervisen suficientemente a los reclutadores permite a algunos reclutadores sin escrúpulos “duplicar” su beneficio cobrándoles tanto a los empleadores como a los trabajadores migrantes.

Las empresas tienen la responsabilidad de proteger los derechos humanos en todas sus operaciones, incluidas las agencias de contratación a las que recurren. La generalización del cobro de comisiones de contratación ilegales a los trabajadores sugiere que los empleadores no llevan a cabo una supervisión adecuada, ya sea de sus propios empleados de recursos humanos o de los proveedores de mano de obra o reclutadores externos, tanto en Qatar como en el país de origen.

Cuando los trabajadores no pagan tasas de contratación, los beneficios son importantes. “Hace poco envié mi primera paga justo a tiempo para pagar las facturas del colegio de mi hija”, dijo un trabajador empleado por un contratista del Comité Supremo. “Si tuviera que pagar otra factura extra como los préstamos para la contratación, estaría recibiendo dinero con una mano y dándolo con la otra para pagar algo que simplemente no merece la pena. Invertir en gastos como la educación de mi hija vale la pena para trabajar duro, me motiva”. Anteriormente había rechazado una oferta de trabajo en Qatar que le exigía pagar una tasa de contratación de 120.000 chelines kenianos (992 dólares).

Dadas las insuficiencias de las actuales reformas debido a su introducción tardía, su estrecho alcance o su escasa aplicación, el 19 de mayo de 2022, Human Rights Watch, junto con otros grupos de derechos de los migrantes, sindicatos, grupos de aficionados, supervivientes de abusos y organizaciones de derechos humanos, inició una campaña en la que exigía que la FIFA estableciera un programa integral para remediar todos los abusos relacionados con la Copa del Mundo de 2022, incluidas las muertes inexplicadas, las lesiones, los abusos salariales en serie y las exorbitantes tasas de contratación. Para financiarlo, la FIFA debería reservar una cantidad equivalente, como mínimo, a 440 millones de dólares en premios que se entregarán a los equipos participantes en el torneo. Es probable que, en muchos casos, ya sea para indemnizaciones por muertes o por abusos salariales, muchos beneficiarios utilicen parte de la ayuda para devolver los préstamos pendientes asociados a las tasas de contratación. Sin embargo, a un mes de que comience el torneo de la Copa Mundial de 2022, la FIFA y las autoridades qataríes no se han comprometido públicamente con un programa de reparación.

“Las autoridades qataríes, las empresas y la FIFA han tenido más de diez años para atajar la lacra de los costos de contratación exorbitantes e ilegales, pero, con pequeñas excepciones, no lo han hecho”, dijo Page. “Ahora, la única manera de abordar fundamentalmente los salarios perdidos por las tarifas de contratación es a través de un fondo de compensación para los trabajadores”.

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