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Qatar: Carta abierta conjunta a Gianni Infantino sobre la reparación de los abusos laborales cometidos en la Copa Mundial de 2022

Carta conjunta en la que se insta al Sr. Gianni Infantino, presidente de la FIFA, a trabajar con el gobierno de Qatar, los sindicatos, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y otras partes interesadas en el establecimiento de un programa integral que garantice que todos los abusos laborales a los que contribuyó la FIFA sean remediados, y a reservar los recursos financieros necesarios para ello.

17 de mayo de 2022

Sr. Gianni Infantino
Presidente
Federación Internacional de Fútbol Asociación
FIFA-Strasse 20
P.O. Box 8044
Zúrich
Suiza

Asunto: Indemnizaciones por el abuso de los derechos de los trabajadores y las trabajadoras migrantes en Qatar

Estimado Sr. Gianni Infantino:

A seis meses de la inauguración de la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022, cientos de miles de trabajadores y trabajadoras migrantes no han recibido una reparación adecuada, incluida una indemnización económica, por los graves abusos laborales que sufrieron durante la construcción y el mantenimiento de infraestructuras esenciales para la preparación y la celebración de la Copa Mundial en Qatar. Por lo tanto, le instamos como Presidente de la FIFA, a que trabaje con el gobierno de Qatar, los sindicatos, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y otras partes interesadas en el establecimiento de un programa integral que garantice que todos los abusos laborales a los que contribuyó la FIFA sean reparados, y que reserve los recursos financieros adecuados para ello.

Reconocemos que se han logrado avances en el refuerzo de la protección de los trabajadores y las trabajadoras a través de las reformas laborales del gobierno de Qatar, así como de las iniciativas del Comité Supremo para la Entrega y el Legado. Las reformas legales de Qatar, por ejemplo, tienen el potencial, si se aplican plenamente, de mejorar la protección de los trabajadores y las trabajadoras en todo el país. Sin embargo, para muchas personas estas reformas llegaron demasiado tarde y solo se han aplicado parcialmente, mientras que la gran mayoría de los trabajadores esenciales para la preparación de la Copa Mundial también quedan fuera de las iniciativas del Comité Supremo, lo que significa que los abusos persisten. Sin embargo, incluso si estas reformas se aplicaran ahora de forma efectiva, no anularía las responsabilidades de la FIFA y las obligaciones de Qatar de abordar y remediar los abusos laborales del pasado.
 

Riesgos previsibles
En 2010, cuando la FIFA concedió a Qatar la organización de la Copa Mundial, estaba bien documentado que los abusos y la explotación laboral eran endémicos en el país. Los derechos de los trabajadores migrantes, que constituyen alrededor del 95% de la mano de obra del país, estaban gravemente limitados por el sistema de patrocinio kafala del país y socavados por la escasa aplicación de las leyes laborales, lo que permitía a empleadores sin escrúpulos abusar de los trabajadores migrantes con impunidad. Aunque se han producido avances en los últimos años, las violaciones de los derechos humanos persisten.

Cuando la FIFA concedió el torneo a Qatar, sabía o debería haber sabido los riesgos que esto supondría para los derechos de los trabajadores y las trabajadoras migrantes, dado el pobre historial de derechos humanos del país y la prohibición de los sindicatos. Y, sin embargo, lo hizo sin imponer a Qatar ninguna condición para la protección de los derechos laborales. Al conceder la Copa del Mundo de 2022 sin imponer ninguna condición para evitar los previsibles abusos de los derechos laborales y, posteriormente, al no adoptar medidas preventivas oportunas y eficaces al respecto, la FIFA contribuyó al abuso generalizado de los trabajadores y las trabajadoras migrantes en los proyectos relacionados con la Copa Mundial que se produjeron posteriormente.

Abusos generalizados de los derechos humanos
La magnitud de los abusos contra los derechos humanos relacionados con la Copa Mundial es significativa. En los últimos 12 años, la inmensa mayoría de los trabajadores migrantes en Qatar han tenido que “pagar para trabajar” en el país, con sustanciosas tasas de contratación ilegal para asegurar sus puestos de trabajo, y muchos miles han sido objeto de un robo salarial generalizado. Antes de 2020, ningún trabajador migrante podía cambiar de trabajo o abandonar el país sin el permiso de su empleador, mientras que las organizaciones de derechos humanos y los sindicatos han documentado numerosos casos de jornadas laborales excesivas, trabajos forzados y otros abusos. Aunque algunos trabajadores pueden haber recibido algún tipo de reparación, un gran número de abusos siguen siendo mal atendidos o no son atendidos en absoluto.

Los trabajadores se han lesionado o incluso han pagado con su vida mientras estaban empleados en Qatar. En proyectos de todo el país –incluidos los relacionados con la Copa del Mundo y los que no— las autoridades qataríes no han investigado las causas de las muertes de miles de trabajadores migrantes desde 2010. Un número importante de estas muertes puede estar relacionado con el hecho de trabajar en el calor y la humedad extremos del país sin la protección adecuada, y podría haberse evitado con medidas eficaces de salud y seguridad.

Responsabilidad de reparar
En virtud de la legislación internacional sobre derechos humanos, Qatar tiene la obligación de evitar estas violaciones generalizadas de los derechos humanos y de garantizar la reparación de todos los abusos cometidos en su territorio, estén o no relacionados con la Copa Mundial. Pero la FIFA también tiene sus propias y claras responsabilidades en materia de derechos humanos en virtud de los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos, y tal como se reconoce en las propias políticas de la FIFA, para remediar los abusos a los que ha contribuido.

Sin embargo, hasta la fecha, ni la FIFA ni Qatar han cumplido con sus respectivas responsabilidades y obligaciones a este respecto.

La responsabilidad de la FIFA abarca no solo a los trabajadores empleados directamente en los proyectos de la Copa Mundial, como los estadios y los centros de entrenamiento, sino también a los cientos de miles de trabajadoras y trabajadores empleados para construir y dar servicio a una gama más amplia de proyectos e infraestructuras necesarios para la preparación y la realización del torneo, incluyendo la infraestructura de transporte y los alojamientos, la seguridad y la limpieza, entre otros.

Por lo tanto, la FIFA y Qatar deberían colaborar con los sindicatos, la OIT y la sociedad civil para poner en marcha un programa exhaustivo y participativo que permita remediar todos los abusos relacionados con la Copa del Mundo de 2022.

Este programa debería aprender de los modelos establecidos en otros lugares para ofrecer reparación a miles de trabajadores y familias que han perdido a sus seres queridos. Debe establecerse y gobernarse de forma participativa tras consultar a las partes interesadas, incluidos los trabajadores migrantes, los familiares supervivientes y los sindicatos; ser fácilmente accesible para los trabajadores y sus familias, muchos de los cuales ya no estarán en Qatar; y ser capaz de ofrecer una reparación oportuna para una amplia variedad de abusos no abordados desde 2010.

Si bien este proceso debe tratar de reforzar los mecanismos de reparación existentes en Qatar, como los proporcionados por el Ministerio de Trabajo y el Comité Supremo, también es probable que requiera el desarrollo de sistemas adicionales capaces de hacer frente a los abusos pasados y actuales a una escala tan amplia y transnacional. Por ejemplo, si bien los Comités Laborales creados en 2018 ofrecen a los trabajadores mayores oportunidades de reclamar los salarios impagados, solo aceptan reclamaciones en el plazo de un año desde que se cometió un abuso.

El principio de que los abusos no deben repetirse es fundamental para ofrecer una reparación adecuada.

La FIFA también debería apoyar y contribuir económicamente a iniciativas diseñadas para apoyar a los trabajadores y las trabajadoras migrantes, como un Centro de Trabajadores Migrantes, así como mejorar y aplicar estrictamente sus criterios de derechos humanos para futuros eventos y reforzar sus procesos de diligencia debida en materia de derechos humanos.

Contribución financiera
Qatar, la FIFA, el Comité Supremo y otras partes interesadas, incluidas las empresas empleadoras, tienen la responsabilidad, independientemente de los demás, de contribuir financieramente a un programa de indemnización.

El pago de la escala de reparación para las familias de las personas fallecidas, la compensación de los salarios impagados, el reembolso de las tasas de contratación ilegal y el apoyo a las iniciativas de protección de los derechos de los trabajadores en el futuro requerirán una inversión significativa y proporcional a los abusos sufridos.

La FIFA debería reservar una cantidad no inferior a los US$440 millones en premios ofrecidos a los equipos participantes en el Mundial, para invertirlos en fondos de apoyo a la reparación. Esto representaría solo un pequeño porcentaje de los US$6.000 millones de ingresos previstos por la FIFA para el torneo y los US$1.600 millones que tiene en reservas. Esta cantidad refleja una “base” probable para la escala de daños sufridos y la necesidad de invertir en programas para garantizar que los abusos no se repitan en el futuro. La cantidad final requerida para la reparación se determinará en función de la escala de la necesidad, los daños a reparar y las medidas de reparación a ofrecer, y deberá decidirse mediante un proceso participativo y sujeto a una evaluación independiente.

El inicio de la primera Copa del Mundo que se celebra en Oriente Medio debería ser un momento de alegría y orgullo para los amantes del fútbol de todo el mundo. Pero hasta que no se compense a todos los trabajadores y se reparen los daños, el torneo no podrá celebrarse de verdad. Las organizaciones abajo firmantes hacemos un llamamiento urgente a la FIFA a:

  • Comprometerse a establecer con Qatar un programa de reparación integral para abordar los abusos sufridos por los trabajadores y las trabajadoras migrantes en la preparación y realización de la Copa del Mundo de 2022 que siguen pendientes.
  • Reservar al menos US$440 millones para financiar la indemnización de dichos abusos, y asegurar que los daños que se han de reparar y las medidas de reparación que se han de ofrecer se decidan mediante un proceso participativo y se sometan a una evaluación independiente.
  • Mejorar y aplicar estrictamente sus criterios de derechos humanos en futuros eventos y reforzar sus procesos de diligencia debida en materia de derechos humanos.

Organizaciones firmantes:

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