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Ucrania: Ataques letales matan y hieren a civiles y destruyen viviendas

Muertos, heridos y pérdida de viviendas por efecto de las armas explosivas, y daño a infraestructura vital

(Leópolis) – Más de 450 civiles habrían muerto o resultado heridos en los primeros 11 días de la guerra en Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, por efecto de los ataques aéreos y la artillería lanzada por Rusia contra zonas pobladas, señaló hoy Human Rights Watch. Los ataques provocaron daños en edificios civiles, incluidos complejos de viviendas, escuelas, lugares de culto y tiendas, lo que obstaculizó el acceso a comida y medicamentos. También dañaron infraestructura en la ciudad, y esto hizo que los civiles perdieran servicios vitales como electricidad, calefacción y agua.

Human Rights Watch identificó el uso por parte de Rusia de municiones en racimo y armas explosivas con efectos de amplio alcance en zonas densamente pobladas de Járkov, al parecer en ataques indiscriminados y desproporcionados. El bombardeo indiscriminado de áreas con alta densidad de población viola el derecho internacional humanitario y podría constituir un crimen de guerra.

“En Járkov, las fuerzas militares rusas mostraron desprecio por las vidas civiles a través de ataques presuntamente indiscriminados y reiterados en zonas pobladas”, expresó Hugh Williamson, director para Europa y Asia Central de Human Rights Watch. “Es posible que los militares rusos crean que puedan desentenderse del derecho de la guerra en la ofensiva en Járkov, pero la Corte Penal Internacional tiene competencia respecto de crímenes de guerra cometidos en Járkov y habrá medidas de rendición de cuentas contra quienes sean responsables”.

La policía regional de Járkov indicó que, entre el 24 de febrero y el 7 de marzo de 2022, murieron 133 civiles en total, 5 de ellos niños, y 319 resultaron heridos. En uno de los ataques que documentó Human Rights Watch murió un hombre que estaba en una fila frente a un supermercado; en otro murieron dos personas que al parecer acababan de salir de un refugio para buscar agua.

Un portavoz de la alcaldía de Járkov dijo a Human Rights Watch que hasta el 4 de marzo todavía había 500.000 personas en la ciudad, sobre una población que antes de la guerra era de 1,8 millones.

“Las personas están dejando ‘vacía’ Járkov”, dijo un residente a Human Rights Watch. “No arman maletas ni se llevan sus cosas. Toman sus documentos y a su familia y escapan”. Los que se quedan han tolerado, en el mejor de los casos, calefacción intermitente, con temperaturas exteriores de entre 2 y -4 grados Celsius, así como escasez de alimentos, agua y medicamentos esenciales.

Yuri Sydorenka, titular del Departamento de Asuntos Exteriores de la alcaldía de Járkov, señaló que al 3 de marzo en la ciudad había una grave escasez de medicamentos: “Hasta el momento, tenemos algunas formas de ingresar medicamentos, pero necesitamos más”. El 7 de marzo, el director adjunto de la delegación del Ministerio de Salud en Járkov, Zhanna Strogaya, indicó a Human Rights Watch que al menos 14 establecimientos de atención de la salud resultaron dañados, 9 de ellos de gravedad.

Human Rights Watch entrevistó acerca de los ataques a 29 personas, incluidos residentes de Járkov, trabajadores médicos, voluntarios que ayudaban en la evacuación y funcionarios municipales. Human Rights Watch corroboró y analizó 29 videos y 41 fotografías publicados en Telegram, Twitter, Facebook o TikTok, así como otros 2 videos y 18 fotografías enviadas en forma directa a investigadores para constatar lo declarado por los testigos e identificar otros lugares que sufrieron impacto y daños.

Los ataques que documentó Human Rights Watch se produjeron entre el 24 de febrero y el 5 de marzo. Dañaron o destruyeron edificios residenciales, escuelas, puestos de mercados, iglesias, tiendas, hospitales, departamentos universitarios y otra infraestructura civil en la ciudad. La organización de derechos humanos ucraniana Truth Hounds también documentó muchos de estos ataques.

“El centro de nuestra ciudad ha sido eliminado”, dijo un residente de Járkov a Human Rights Watch.

Sydorenka dijo que tan solo el 2 de marzo, los bombardeos rusos mataron a 34 personas e hirieron a 285. Diez de los heridos son niños. También contó que los ataques provocaron daños a cientos de edificios de viviendas e interrumpieron el suministro de agua y energía de la ciudad, lo cual dejó sin electricidad a 300 edificios de departamentos.

Una mujer de 45 años que vivía en el distrito Industrialny de la ciudad de Járkov, el 2 de marzo, manifestó: “Donde yo vivo, no hay internet ni agua caliente, y no tuvimos calefacción por varios días. Solamente tengo los alimentos que compré antes de que empezara la crisis. Está todo cerrado y no hay pan”.

Varias personas dijeron que en los sótanos, los estacionamientos subterráneos y otras instalaciones usadas como refugios contra bombardeos el frío era extremo, y que cuando se refugiaban allí, los civiles tenían poco acceso a recursos básicos como alimentos y agua. Un hombre de Saltivka, una zona residencial extensa en el noreste de Járkov, dijo que su familia estuvo seis noches en un sótano sin calefacción con temperaturas bajo cero, y casi sin comida ni agua. “Hacía tanto frío que empecé a tener convulsiones”, afirmó. “Las tiendas se están quedando sin comida y sin agua; todavía se puede conseguir Coca-Cola, pero eso es todo”.

Muchas personas también temían que la infraestructura de sus edificios de viviendas no fuera segura. “Hay tuberías de agua en los sótanos y existe el riesgo de que alguna pueda explotar”, afirmó una mujer. Otra dijo que no se había refugiado en el sótano porque le preocupaba que el edificio se derrumbara y quedaran “enterrados bajo los escombros”. “Es más seguro en el departamento”, aseguró. Ella y su hijo de cuatro años se refugiaban en el baño en el cuarto piso de su edificio de departamentos.

Decenas de centros educativos, incluidas escuelas y establecimientos de educación preescolar, resultaron dañados en la primera semana de la guerra, señaló Sydorenka. Human Rights Watch documentó daños en ocho escuelas y dos departamentos universitarios.

Conforme al derecho internacional humanitario, las partes de un conflicto armado tienen la obligación de distinguir en todo momento entre civiles y combatientes, así como entre bienes de carácter civil y objetivos militares, y de tomar precauciones para proteger a los civiles y no combatientes de los peligros de la guerra. No observar el principio de distinción, en particular dirigiendo un ataque contra civiles y bienes de carácter civil o realizando ataques indiscriminados y desproporcionados, constituye un crimen de guerra cuando se comente de manera deliberada o temeraria. La destrucción excesiva ilegal e innecesaria de bienes sin que exista una justificación militar también es un crimen de guerra.

Human Rights Watch no pudo realizar visitas in situ en Járkov y usó entrevistas con testigos e imágenes de los daños para intentar identificar los tipos de armas utilizadas por las fuerzas rusas en los ataques documentados. Este análisis demuestra que además de las municiones en racimo, las fuerzas rusas utilizaron armas explosivas con efectos de amplio alcance.

El uso de armas explosivas con efectos de amplio alcance en zonas pobladas aumenta la probabilidad de ataques ilegales, indiscriminados y desproporcionados. Estas armas tienen un amplio radio de destrucción, por su naturaleza carecen de precisión o lanzan múltiples municiones al mismo tiempo. Los efectos a largo plazo de su uso incluyen daños a edificios civiles e infraestructura crítica, interferencia con servicios como la atención de la salud y la educación, y desplazamiento de la población local. Rusia y Ucrania deben evitar el uso de armas explosivas en áreas pobladas. Todos los países, incluso Rusia y Ucrania, deben apoyar una declaración política contundente que incluya el compromiso de no usar de armas explosivas con efectos de amplio alcance en zonas pobladas.

Las fuerzas rusas y ucranianas deben hacer todo lo posible para que suficientes insumos y asistencia humanitaria puedan llegar a los civiles en Járkov y alrededores, y cada país y las organizaciones intergubernamentales deben presionar a ambas partes para que acaten las obligaciones del derecho internacional humanitario y aseguren el acceso a asistencia humanitaria y pasos seguros para las evacuaciones de civiles. Las partes deben permitir el acceso a proveedores neutrales e independientes de asistencia humanitaria para que puedan ofrecer ayuda a civiles vulnerables que necesiten asistencia para abandonar el lugar, incluidas personas con discapacidades, adultos mayores, personas embarazadas, niños y personas con afecciones médicas crónicas o graves. Si se llega a un acuerdo para establecer corredores humanitarios y estos se implementan, las partes no deben violar ese acuerdo de ninguna manera que ponga en riesgo a civiles.

La Corte Penal Internacional inició una investigación de la situación en Ucrania. Las vastas pérdidas y daños civiles en Járkov ponen de manifiesto la importancia de que la corte examine la legalidad de los ataques en la ciudad. La Comisión de Investigación establecida el 4 de marzo por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra también debe investigar presuntos ataques ilegales en Járkov.

“Nuestra evaluación señala que hubo varios ataques indiscriminados en los primeros 11 días de hostilidades en Járkov, y en los medios de comunicación se ha indicado que Rusia ha llevado a cabo otros ataques indiscriminados que causan daños a civiles mientras continúan los combates en Járkov y otros lugares”, señaló Williamson. “Rusia debe acatar de inmediato sus obligaciones de evitar y reducir al mínimo los daños civiles y no perder de vista el hecho de que hay en curso varias investigaciones internacionales orientadas a que rindan cuentas quienes no cumplen con sus obligaciones”.

A continuación se pueden consultar hallazgos sobre los ataques y más información sobre el derecho de guerra.

 

Metodología

Human Rights Watch entrevistó a 7 personas en forma presencial en Leópolis y a 22 por teléfono. Algunas solicitaron ser identificadas solo por su primer nombre o por seudónimos por razones de seguridad.

Human Rights Watch identificó la ubicación de los videos y las fotografías que revisó comparando la información geográfica con imágenes satelitales y Google Street View. La fecha y hora aproximadas de los ataques se basan en los testimonios de las personas entrevistadas y la fecha y hora del contenido subido en las redes sociales. Human Rights Watch no utilizó imágenes satelitales con resolución óptica para confirmar la fecha del análisis debido a la gran nube que cubrió Járkov entre el 28 de febrero y el 5 de marzo. A causa de la falta de imágenes satelitales Human Rights Watch no pudo, en la mayoría de los casos, identificar claramente los posibles objetivos militares que puedan haber estado en las proximidades de las zonas civiles afectadas. Human Rights Watch consultó un mapa en línea de fuente abierta para localizar las áreas identificadas como correspondientes al Ejército ucraniano en Járkov. Se trazó un radio de 500 metros alrededor de cada instalación en el mapa y se comprobó su proximidad a la ubicación de cada incidente documentado.

Un mapa interactivo muestra las ubicaciones de los ataques documentados.

Distrito de Kyivsky, centro de Járkov

El 4 de marzo, Elena, científica y residente del distrito de Kyivsky en el centro de Járkov, habló por teléfono con Human Rights Watch. Contó que dejó su departamento ubicado en la calle Myronosytska 46 debido al intenso bombardeo en el vecindario. “No sé si mi edificio aún sigue en pie”, dijo. “La última vez que lo vi, todas las ventanas habían estallado y el gas estaba apagado”.

Esta parte del centro de Járkov fue objeto de un intenso bombardeo durante la primera semana de la guerra. A continuación se describen varios incidentes de este bombardeo.

1 de marzo

Dos residentes de Járkov describieron un ataque que presenciaron durante la mañana del 1 de marzo, cerca de un supermercado ATB en el centro de Járkov, en el que murió un civil.

Gleb, de 25 años, dijo al respecto: “Vi una larga fila de personas afuera… que intentaban comprar pan y agua. Algo explotó y un hombre de la fila resultó herido. Llevaron al hombre al interior del supermercado. Había muchísima sangre y llegó una ambulancia”.

Alexey dijo que se encontraba haciendo la fila cuando escuchó una fuerte explosión: “Estaba cerca de la entrada del supermercado esperando para ingresar cuando ocurrió la explosión. Vi un destello y escuché el ruido. Fue como un chasquido. No sé si los dos ocurrieron al mismo tiempo, tal vez con algunos segundos de diferencia. Después de eso, el personal abrió las puertas para que pudiéramos refugiarnos adentro.

“Me apresuré a entrar y luego trajeron a este hombre. Estaba parado solo algunos metros detrás de mí en la fila. Vi que algunas personas lo cargaban y lo dejaron en el piso. Era un hombre joven. Llamaron a la ambulancia... No vi la herida, [pero vi] un charco de sangre junto a la cabeza y lo habían recostado boca abajo. Aún estaba vivo, pero respiraba con dificultad. La ambulancia llegó rápido. Lo levantaron y se lo llevaron... Más tarde nos enteramos por la noticias de que se trataba de un estudiante indio y que había muerto en la unidad de cuidados intensivos”.

Funcionarios indios confirmaron que un estudiante indio que cursaba cuarto año de Medicina había sido asesinado en Járkov mientras estaba en la fila para comprar alimentos.

Human Rights Watch examinó la zona alrededor del supermercado ATB en un mapa en línea de fuente abierta e identificó un edificio marcado como una oficina de reclutamiento militar a 250 metros al este de donde tuvo lugar el ataque. Ninguno de los testigos identificó otros posibles objetivos militares en la zona en el momento del ataque. La ausencia de otros objetivos de este tipo indica que se trató de un presunto ataque indiscriminado.

2 de marzo

El 2 de marzo, se produjo un ataque que al parecer estaba dirigido a la Oficina del Servicio de Seguridad del Estado (SBU), en la calle Myronosytska 2, que es un objetivo militar. El bombardeo también provocó importantes daños en edificios civiles de los alrededores, incluido el piso superior del departamento de Economía de la Universidad Nacional V. N. Karazin de Járkov, frente a la sede del SBU. En un video publicado en Telegram el 2 de marzo, se ve la propagación de un incendio mientras grandes partes del techo caen al suelo.

Otro ataque producido el 2 de marzo en el distrito de Kyivsky, documentado por Truth Hounds, una organización ucraniana dedicada al monitoreo de los derechos humanos, tuvo lugar a dos cuadras al norte, en la calle Myronosytska 32. Un video publicado en Telegram el 2 de marzo muestra que los pisos superiores de este edificio, y de al menos otros dos edificios cercanos de varias plantas, sufrieron daños importantes como resultado del bombardeo.

Ihor Gromov, un conductor de taxi de Járkov entrevistado por Human Rights Watch en Leópolis después de haber abandonado la zona, confirmó que el edificio de cinco pisos sobre la calle Myronosytska a la altura del número 32 resultó gravemente dañado e incendiado durante un ataque producido el 2 de marzo. También dijo que una parte del techo del edificio al lado del suyo, en la calle Myronosytska 34, sufrió daños durante ese ataque.

Gromov había salido a hacer compras en el momento del ataque y dijo que, al regresar, se enteró de que dos de sus vecinos habían resultado heridos. “Lo primero que vi cuando subí rápidamente las escaleras fue al muchacho que vive arriba, en el 5.o piso, que tenía perforaciones en el cuerpo por esquirlas de vidrio. Me quité la camisa para intentar detener el sangrado. Le dije que saliera, hasta la ambulancia. El cuello y el pecho le sangraban mucho”. Gromov contó que la otra persona, un hombre que también vivía en el quinto piso, quedó debajo de pedazos de hormigón, pero pudo salir.

Gromov indicó que no había visto posibles objetivos militares en la zona en el momento del ataque. La ausencia de objetivos militares en las proximidades en el momento del ataque indica que se trataría de un presunto ataque indiscriminado.

Vecindario de Saltivka, distrito de Kyivsky

En una entrevista telefónica mantenida el 2 de marzo, “Oxana” dijo que el día anterior un proyectil había impacto contra su edificio de cuatro pisos, donde hay cerca de 100 departamentos, ubicado en la calle Krychevskoho 42, en el vecindario de Saltivka en el norte del distrito de Kyivsky, y que atravesó la ventana del último piso del edificio. Indicó que muchos otros edificios de su vecindario también habían recibido impactos. Hablaba desde el edificio de departamentos de sus padres, de 12 pisos de altura, que se encuentra a pocos minutos a pie del suyo, cerca de la calle Horianska.

En una entrevista posterior, contó que el 2 de marzo, alrededor de las 2 p. m., una munición impactó contra el 10.o piso del edificio de sus padres, que se incendió.

Oxana contó que estaba en el tercer piso cuando se produjo el impactó y que no sufrió daños, pero que los bomberos habían tardado cuatro horas en extinguir las llamas. Señaló que en el momento del ataque había en el edificio más de una decena de personas, incluida al menos una familia en el piso 12. No sabía si la familia había resultado herida. Contó que un depósito de armas militares, ubicado a varios kilómetros de distancia de este poblado barrio residencial, había sido atacado en los días previos al 2 de marzo y que no tenía conocimiento de otros posibles objetivos militares en el área.

En dos videos y una fotografía publicados en Twitter y Telegram el 1 de marzo se observan daños en un edificio de viviendas de siete pisos en la calle Krychevskoho 29, a 100 metros del edificio donde se encontraba Oxana. El cuarto y quinto piso parecen haber sido impactados por municiones. Las ventanas de otros edificios de departamentos cercanos también sufrieron daños, al igual que al menos dos vehículos.

La aparente ausencia de objetivos militares cerca de la calle Krychevskoho 29 y 42 cuando tuvieron lugar los ataques indica que se trataría de ataques presuntamente indiscriminados.

A poco más de tres kilómetros de la calle Krychevskoho, los pisos superiores del lado sudeste de un edificio alto de departamentos junto a la estación de metro Studentska recibieron impactos, como se ve en una fotografía publicada en Twitter el 2 de marzo. Las áreas de impacto presentan las características de ataques de artillería.

Escuelas y una iglesia dañadas en el distrito de Kyivsky el 27 de febrero y el 2 de marzo

Human Rights Watch documentó ataques que alcanzaron a dos escuelas en el distrito de Kyivsky: la escuela especializada n.° 134 y la escuela especializada n.° 17.

Tres videos y dos fotografías que se publicaron en Twitter, TikTok y Facebook muestran los graves daños causados a la escuela especializada n.° 134, sobre la calle Shevchenka. Un video filmado a la distancia y subido el 27 de febrero a Telegram muestra la escuela 134 en llamas. Otro video publicado en TikTok el 28 de febrero muestra los daños extensos que sufrió el mismo edificio escolar, tanto en el interior como en el exterior.

En un video publicado en Facebook el 2 de marzo se ve un orificio en la pared de un aula del segundo piso de la escuela especializada n.° 17 creado por un proyectil disparado desde el Norte. Una fotografía publicada en Telegram, también el 2 de marzo, tomada desde el interior del aula, muestra los escritorios y las sillas desparramados por la sala y un gran orificio en la pared exterior.

Al menos una iglesia del distrito de Kyivsky resultó dañada en los ataques del 2 de marzo.

Cuatro fotografías publicadas en Facebook por la cuenta de la diócesis de Járkov el 2 de marzo muestran los daños a la Iglesia de las Santas Miróforas, que se encontraba a menos de 100 metros del edificio de SBU y el departamento de Economía sobre la calle Myronosytska. Las fotografías muestran los daños causados en el interior, donde se observa que estallaron las ventanas y hay objetos de culto religioso destrozados.

Vecindario de Saltivka, distrito de Moskovskyi

Serhii, de 25 años, manifestó, en una entrevista telefónica que tuvo lugar el 3 de marzo, que el bombardeo de su vecindario en el distrito de Moskovskyi, conocido también como Saltivka, fue tan intenso que él, su esposa y su suegra tuvieron que refugiarse en un sótano durante siete días, en un clima de frío extremo, prácticamente sin electricidad ni agua potable. Junto con ellos, había aproximadamente otras 100 personas. “En el sótano hacía tanto frío que comencé a tener convulsiones”, señaló. “Ayer salí por primera vez para conseguir algo de ropa de abrigo. El lugar queda a solo tres minutos caminando desde el sótano donde nos ocultamos. Mientras volvía caminando, sentía explosiones a mi alrededor pero seguí caminando, sabiendo que podrían alcanzarme en cualquier momento. Pasé por nuestro parque y vi... un proyectil que sobresalía del suelo”. Serhii dijo que, después de haber regresado al sótano, los sonidos de las explosiones en el exterior se intensificaron.

Human Rights Watch analizó cuatro videos y una fotografía que se publicaron en Telegram el 1 de marzo, que muestran tres edificios de departamentos dañados sobre la calle Druzhby Narodiv, en el vecindado desde el cual hablaba Serhii. Uno de estos videos muestra a un residente que señala una zona de impacto en la planta superior de un edificio de 11 pisos, mientras carga un automóvil con botellas de agua y algunas pertenencias. Otros dos departamentos cercanos fueron alcanzados por las explosiones, y se pueden ver el fuego y el humo que suben desde los sitios afectados.

El 4 y el 5 de marzo, el vecindario de Saltivka sufrió ataques más intensos. Serhii dijo que, en la mañana del 5 de marzo, vio que varios cohetes impactaron contra tres edificios residenciales en su distrito. Uno era un edificio de 16 plantas situado en Rodnikovaya 9, y los otros dos edificios estaban junto a este. Compartió con Human Rights Watch tres fotografías de los edificios residenciales incendiados y dañados. Rodnikovaya 9 está a aproximadamente 500 metros de los edificios de viviendas emplazados sobre la calle Druzhby Narodiv que fueron dañados en ataques previos.

La ausencia de objetivos militares en las áreas en el momento de los ataques indica que estos fueron, en apariencia, ataques indiscriminados.

Distrito de Shevchenkivskyi, norte de Járkov, 28 de febrero - 1 de marzo

Ataque al n.° 23 de la calle Sepnya

En un ataque con municiones en racimo al número 23 de la calle Sepnya, que tuvo lugar el 28 de febrero, perdieron la vida varios civiles que, presuntamente, habían salido de su refugio para buscar agua. Dos videos subidos a Telegram el 28 de febrero muestran al menos tres cadáveres en el suelo. Dos cuerpos están directamente frente a un dispensador de agua, con grandes botellas de agua cerca, en el número 23 de la calle. Human Rights Watch documentó este ataque en su análisis sobre el uso de municiones en racimo en Járkov el 28 de febrero.

Ataque en la calle Akhsarova

Tatyana, de 42 años, madre de 2 varones, de 8 y 10 años, señaló que un proyectil había caído esa mañana cerca de la escuela n.° 150 sobre la calle Akhsarova St, 3а, en el distrito de Shevchenkivskyi. Sus hijos asistían a la escuela antes del inicio de las hostilidades, y manifestó haber visto el daño ocasionado cuando tuvo que dejar su departamento porque “nuestro edificio se estaba incendiando y tuvimos que ir al refugio”. Human Rights Watch analizó un video publicado en Telegram el 1 de marzo, en el cual se veían partes del lado oeste del exterior de la escuela y las zonas circundantes. Los vidrios de las ventanas de la escuela habían estallado, al igual que los de una torre de departamentos situada aproximadamente 40 metros al oeste. Las paredes del bloque de departamentos, un cobertizo y un árbol también presentaban daños visibles.

Ataque en el n.° 55 de la calle Sumskaya

El 1 de marzo, un ataque con artillería causó daños en un internado para niños ciegos emplazado en el número 55 de la calle Sumskaya. Human Rights Watch documentó este ataque el 7 de marzo.

Human Rights Watch analizó un video publicado en Telegram el 2 de marzo que muestra el exterior de la escuela y la calle cercana. La totalidad de las ventanas de la escuela que se ven en el video han estallado. El video amplía la imagen para filmar el sur de la calle Sumskaya. En la calle se ven escombros de los edificios. Al menos dos edificios residenciales y comerciales de varios pisos resultaron dañados, uno de cada lado de la calle, a aproximadamente 25 metros de la escuela. En otro video publicado en Facebook el 4 de marzo desde un automóvil en movimiento, el alcance del daño se ve con mayor detalle. Al menos seis edificios con tiendas en el primer piso y viviendas en los demás están gravemente dañados. Una fotografía difundida a través de Facebook el 3 de marzo muestra claramente los profundos daños que sufrieron los dos pisos superiores de un edificio residencial y comercial a aproximadamente 50 metros al sur de la escuela.

En un mapa en línea de fuente abierta, se muestra un área identificada como perteneciente a la Universidad de la Fuerza Aérea Kozhedub, y otros componentes edilicios a aproximadamente un kilómetro de los ataques perpetrados en la calle Sumskaya. Human Rights Watch no tiene información sobre ningún ataque dirigido al predio de la Universidad de la Fuerza Aérea.

La distancia de un kilómetro entre el posible objetivo militar y los objetos civiles ampliamente dañados en los ataques indica que no se tomaron todas las precauciones posibles para evitar el daño a civiles ni para respetar el principio de proporcionalidad, y sugiere un presunto ataque indiscriminado.

Ataques a edificio universitario y a una iglesia

Human Rights Watch habló el 3 de marzo con Ada, una estudiante de la Universidad Nacional V. N. Karazin de Járkov, quien dijo que el bombardeo había causado un daño significativo a uno de los edificios de la Facultad de Física y Tecnología de la universidad, que está emplazada sobre la calle Akademika Kurchatova.

También se produjeron ataques aéreos que afectaron al edificio del ayuntamiento y a la iglesia ortodoxa ucraniana Sviato-Uspensky que se encuentra sobre la calle Universytets'ka. Human Rights Watch analizó 15 fotografías publicadas en Facebook por la cuenta de la diócesis de Járkov el 2 de marzo. Muestran el impacto sufrido por los espacios interiores de la iglesia, como el estallido de los vidrios de las ventanas y el daño a objetos de culto religioso. Una imagen con una vista parcial desde la ventana muestra los escombros que han quedado en la calle que se encuentra al este de la iglesia.

Distrito de Kholodnohirskyi, zona oeste de Járkov

Iryna Agoyeva, de 45 años, y su hija de 21 años Sofia señalaron que el edificio de departamentos emplazado en Kholodnohirska 3, donde vivía una integrante de su familia, de 72 años de edad, resultó gravemente dañado en un ataque que se produjo el 2 de marzo, y que vieron que la parte superior del edificio había colapsado. “[Ella] vive en el cuarto piso… y se estaba resguardando en el baño con todos sus documentos”.

Agoyeva manifestó que el 2 de marzo, los familiares habían intentado, en reiteradas oportunidades, comunicarse por teléfono con la mujer, pero que no respondía, y no podían contactarla desde el 3 de marzo. El daño a los tres pisos superiores del edificio se mostró en un video publicado en Telegram el 2 de marzo. El video también muestra al menos cinco puestos destruidos en el mercado de Kazka, en la esquina de las calles Kholodnohirska y Poltavskyi Shliakh.

Kholodnohirska 3 se encuentra a un kilómetro al noreste del Gimnasio Estatal del Cuerpo de Cadetes para Entrenamiento Físico Intensivo, emplazado en el número 1 de la calle Poltavskyi Shliakh, un objetivo militar que fue bombardeado el 2 de marzo.

Escuela dañada el 28 de febrero - 1 de marzo

En la noche del 28 de febrero o en las primeras horas de la mañana del 1 de marzo, la escuela n.° 108 fue el blanco de un ataque con proyectiles Grad. En un video difundido a través de Telegram el 1 de marzo se ve el fuego que sube desde el lugar del ataque y a un rescatista cerca del lugar donde se produjo el impacto. El 1 de marzo a las 6:47 a. m., se subieron a Telegram tres fotografías con imágenes de rescatistas usando mangueras para extinguir un gran incendio cerca del lugar del impacto. En otro video publicado en Telegram el 1 de marzo se observan los daños sufridos por el cerco, el patio de recreación y las ventanas de la escuela.

En un video publicado en Telegram el 3 de marzo se ven los restos de un proyectil Grad de 122 milímetros en el estacionamiento junto a la escuela, y al menos cuatro automóviles destruidos. También se puede apreciar el daño que sufrieron las fachadas de edificios residenciales cercanos.

La escuela n.° 108 se encuentra aproximadamente a 1,5 kilómetros al norte del edificio del Cuerpo de Cadetes.

La distancia de 1 a 1,5 kilómetros entre un objetivo militar y los objetos de carácter civil ampliamente dañados indica que no se tomaron todas las precauciones posibles para evitar el daño a civiles ni para respetar el principio de proporcionalidad, y sugiere un presunto ataque indiscriminado.

Distrito Industrialnyi al sudeste de Járkov

Olexandra huyó de Járkov el 27 de febrero con su hijo de 11 años, a bordo de un tren con destino a Leópolis vía Kiev. Olexandra manifestó que, el 1 de marzo, la onda expansiva causada por una explosión dañó su edificio de departamentos en la calle Sharikova. Le mostró a un investigador de Human Rights Watch un video y dos fotografías tomadas desde el exterior donde se ven los daños en su balcón y los destrozos causados en otro edificio sobre otra calle la calle Ivana Karacha, cerca de allí.

Xenya, de 45 años, quien vive en la calle Ivana Karacha con sus dos hijos de 13 y 4 años, describió un ataque que tuvo lugar el 1 de marzo y dañó el edificio de departamentos donde vive, otro edificio de viviendas ubicado en el número 19a de la calle Plitochnaya, y dos escuelas: la escuela n.° 75 y el internado n.° 11. “Todo esto pasó como una ola: bum, bum, bum. Mis vecinos son jubilados, y todas sus ventanas se rompieron... El cerco que rodea la escuela n.° 75 se desintegró”.

Human Rights Watch analizó un video publicado en Telegram el 2 de marzo, que muestra un cráter en el exterior de la entrada principal de la escuela n.° 75. Los muros de la escuela tienen marcas de esquirlas y las ventanas del edificio de tres pisos se encuentran dañadas. En una fotografía y un video cargados en Telegram, que se tomaron aproximadamente a 350 metros al norte de la escuela n.° 75, se puede ver un cráter aproximadamente a 20 metros frente al internado n.° 11. El edificio presenta daño visible en las ventanas.

El edificio de una tercera escuela, la escuela secundaria n.° 118, también sufrió daños. Un video y una fotografía, difundidos a través e Telegram el 2 de marzo, muestran los daños ocasionados en la parte oeste de la escuela. Las ventanas estallaron y se puede ver la marca de una quemadura en la fachada.

“Anna”, una activista ambiental que vive en un complejo en el vecindario de Vostochny del distrito Industrialnyi, expresó en una entrevista que varias viviendas del vecindario se habían incendiado completamente tras los ataques aéreos perpetrados el 26 y el 27 de febrero. “Nuestro sótano no es adecuado, entonces mis padres, mi hermano y mi abuela de 85 años y yo permanecimos en la casa. Veíamos destellos brillantes y toda la casa temblaba. Anoche [2 de marzo], escuchamos disparos en el exterior”.

Distrito de Zhovtnevy

Dos videos y nueve fotografías publicadas en Twitter y Telegram el 1 de marzo muestran importantes daños a un edificio de departamentos en la avenida Novo-Bavarskyj 95 y al menos cinco cuerpos de civiles. El edificio se encontraba aproximadamente a 130 metros de la Clínica Hospital de la Ciudad Núm. 3.

Derecho internacional humanitario

El derecho de guerra exige que las partes de un conflicto actúen en todo momento con cautela durante operativos militares para salvaguardar a la población civil y “tomen todas las precauciones posibles” para evitar o reducir al mínimo la posibilidad de daños a civiles y daños a bienes de carácter civil. Estas precauciones incluyen hacer todo lo posible para verificar que los blancos de ataque sean objetivos militares y no civiles ni bienes de carácter civil y dar “aviso con la debida antelación” a los civiles cuando la circunstancias lo permitan.

El derecho de guerra prohíbe los ataques dirigidos a civiles o bienes de carácter civil, los ataques indiscriminados, los ataques que tienen efectos desproporcionados en los civiles y la destrucción generalizada de bienes, no justificada por la necesidad militar y llevada a cabo de manera ilegal e indiscriminada. La Corte Penal Internacional tiene competencia en Ucrania para juzgar esos ataques o hechos de destrucción como crímenes de guerra. Anteriores tribunales que abordaron crímenes de guerra han determinado que un solo acto, si su alcance es significativo, como la destrucción de un hospital, puede ser suficiente para configurar el delito de destrucción ilegal e injustificada. 

Conforme al derecho de guerra, los bienes de carácter civil son todos aquellos que no son militares. Los objetivos militares son solo aquellos que por su naturaleza, ubicación, finalidad o uso hacen una contribución efectiva a la acción militar y cuya destrucción, captura o neutralización total o parcial, en las circunstancias imperantes del momento, ofrece una ventaja militar definitiva.

Conforme al derecho internacional humanitario, las autoridades ucranianas deben, siempre que sea posible, tomar las “precauciones necesarias para proteger contra los peligros resultantes de operaciones militares a la población civil, las personas civiles y los bienes de carácter civil que se encuentren bajo su control”. Para este fin, deben adoptar todas las medidas viables para que los civiles tengan acceso a espacios adecuados para refugiarse de manera segura durante las hostilidades y proporcionar toda la orientación y asesoramiento posibles a los civiles sobre las opciones y los medios para tener un refugio seguro.

Los ataques que provocan daños en las escuelas en Ucrania son un golpe devastador en un país en el que el conflicto en los últimos ocho años ya ha afectado sustancialmente a la educación. Según UNICEF, al menos 750 escuelas sufrieron daños o fueron destruidas en el este de Ucrania desde que comenzó el conflicto en 2014. Rusia todavía no ha respaldado la Declaración sobre Escuelas Seguras, a la que Ucrania adhirió en noviembre de 2019, pero ambas partes tienen la obligación de respetar y proteger el carácter civil de las escuelas, los estudiantes y el personal educativo. Conforme al estatuto de la Corte Penal Internacional, dirigir deliberadamente ataques contra edificios destinados a la educación constituye un crimen de guerra. Rusia debe abstenerse de cometer ataques que causen daños a los estudiantes, el personal educativo y las instituciones.

Tanto Rusia como Ucrania tienen la obligación de garantizar el acceso de la asistencia humanitaria a los civiles y de tomar todos los recaudos posibles para que los civiles que lo deseen puedan ser evacuados de manera segura, con independencia de si se pone en vigencia o no un acuerdo para establecer corredores seguros. Ucrania, y Rusia en las áreas en las que ejerce el control efectivo o que ocupa, deben asegurarse de que haya suministro adecuado de alimentos, agua y medicamentos y que se mantenga la prestación de servicios vitales para la población civil.

Las fuerzas rusas y ucranianas deben facilitar evacuaciones organizadas de civiles en Járkov y sus alrededores para quienes deseen dejar la ciudad. Todas las partes deben cumplir con sus obligaciones de no llevar a cabo ataques contra civiles, o que les causen daños indiscriminados o desproporcionados, mientras estos abandonan el lugar, incluido en vías de ferrocarril y carreteras.

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