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Municiones en racimo: Nuevos usos y transferencias ponen a prueba la prohibición internacional

Informe global evalúa el daño a civiles que causan estas armas prohibidas

Municiones de racimo y sus submuniciones siendo preparadas para su destrucción. © 2022 Norwegian People’s Aid

(Ginebra, 9 de septiembre de 2024) – El tratado internacional que prohíbe las municiones en racimo está logrando avances demostrables, pero también está siendo puesto a prueba por casos de nuevo uso y transferencias de municiones en racimo por países que no se han sumado a ese instrumento, expresó hoy Human Rights Watch al presentar un informe de monitoreo anual sobre municiones en racimo.

El informe de 100 páginas, “Monitor de Municiones en Racimo 2024”, detalla las políticas y las prácticas de todos los países con respecto al tratado internacional que prohíbe las municiones en racimo y exige la destrucción de reservas, el despeje de áreas contaminadas por restos de municiones en racimo y la asistencia a las víctimas.

“La Convención sobre Municiones en Racimo proporciona un marco fundamental para poner fin al daño y al sufrimiento inmediatos y a largo plazo que causan estas armas nefastas”, indicó Mary Wareham, subdirectora de crisis, conflictos y armas de Human Rights Watch y editora del “Monitor de Municiones en Racimo 2024”. “Todos los países deberían sumarse y adherirse a la convención si tienen verdadera intención de proteger a civiles frente a estas armas en un contexto de aumento de los conflictos”.

Las municiones en racimo pueden lanzarse desde la superficie mediante proyectiles de artillería, cohetes, misiles o con morteros, o arrojarse desde aeronaves. Suelen abrirse en el aire y dispersar múltiples submuniciones o pequeñas cargas explosivas en un amplio radio. Muchas submuniciones no explotan con el primer impacto y dejan así explosivos sin estallar que pueden matar y causar daños indiscriminados como si fueran minas terrestres a lo largo de muchos años, hasta que se los encuentra y destruye.

Durante 2023, el último año contemplado por las estadísticas de víctimas del informe, el 93% las víctimas de municiones en racimo registradas por el Monitor fueron civiles. Los niños y las niñas constituyeron el 47% de las personas muertas y heridas por restos de municiones en racimo en 2023.

Las fuerzas rusas y ucranianas usaron municiones en racimo en Ucrania en 2023 y hasta julio de 2024, mientras que también se registraron nuevos usos en Myanmar y Siria. 

Rusia ha usado existencias de antiguas municiones en racimo y modelos de nuevo desarrollados en Ucrania desde 2022, y las fuerzas ucranianas también han utilizado municiones en racimo. Entre julio de 2023 y abril de 2024, el presidente de EE. UU. Joe Biden aprobó cinco transferencias a Ucrania de municiones en racimo estadounidenses lanzadas por misiles balísticos y proyectiles de artillería de 155 mm. 

Ninguno de estos países es parte en la Convención sobre Municiones en Racimo, que cuenta con 112 miembros. 

No ha habido denuncias ni señalamientos confirmados de nuevo uso, producción o transferencia de municiones en racimo por ningún Estado parte desde que se adoptó la convención en Dublín, Irlanda, el 30 de mayo de 2008. 

Sin embargo, los nuevos usos y transferencias por parte de Estados que no han firmado la convención están poniendo a prueba las normas y la universalidad de esta convención. Y se está poniendo en entredicho la disposición de la convención que impide prestar cualquier asistencia a actividades prohibidas, lo que plantea cuestiones de interpretación y consideraciones relativas al cumplimiento de leyes nacionales. 

Un informe de julio de 2024 muestra que las municiones en racimo almacenadas en una base militar estadounidense en Alemania, que ratificó la convención, se han transferido a Ucrania desde julio de 2023, y durante ese proceso transitaron por Alemania. Estados Unidos retiró las municiones en racimo que tenía almacenadas en Noruega y el Reino Unido durante 2010, pero aún podría tener existencias en sus bases militares en países miembros como Italia, Países Bajos y España.

Todos los miembros de la convención deberían ser claros al oponerse al almacenamiento en el extranjero de municiones en racimo y al tránsito de municiones en racimo a través de su territorio, espacio aéreo o aguas, indicó Human Rights Watch. 

En diciembre de 2023, la convención alcanzó un hito importante cuando Perú completó la destrucción de sus existencias de municiones en racimo, ya que fue el último Estado parte con existencias declaradas en cumplir esta obligación. Bulgaria, Eslovaquia y Sudáfrica anunciaron haber concluido la destrucción de sus respectivas reservas de municiones en racimo en septiembre de 2023. Estos acontecimientos implican que los países miembros han destruido colectivamente el 100% de sus existencias declaradas de municiones en racimo, lo que implicó la destrucción de 1,49 millones de municiones en racimo y 179 millones de submuniciones. 

Según el “Monitor de Municiones en Racimo 2024”, hay 28 países y otras áreas que están contaminados o se sospecha que están afectados por restos de municiones en racimo. Los ataques con municiones en racimo causaron víctimas civiles en Myanmar, Siria y Ucrania en 2023; mientras que hubo personas muertas o heridas por restos de municiones en racimo en esos países y en Azerbaiyán, Irak, Laos, el Líbano, Mauritania y Yemen. 

En 2023, los Estados miembros despejaron en total más de 83 km2 de tierras afectadas y destruyeron al menos 73.348 submuniciones sin detonar y otros restos de municiones en racimo. Bosnia-Herzegovina completó la remoción de restos de municiones en racimo en agosto de 2023, y se convirtió en el noveno Estado parte en cumplir sus obligaciones de remoción conforme a la convención.

Sin embargo, en un acontecimiento alarmante ocurrido en julio de 2024, Lituania promulgó una ley por la cual aprobó retirarse de la Convención sobre Municiones en Racimo. El retiro entrará en vigor seis meses después de que se notifique a las Naciones Unidas y a los Estados miembros de la convención, a menos que Lituania se retracte de esta medida o entre en conflicto bélico. 

“La decisión desacertada de Lituania de abandonar la Convención sobre Municiones en Racimo mancilla su excelente reputación en materia de desarme humanitario y no toma en cuenta los riesgos de daños civiles”, expresó Wareham. “Aún no es demasiado tarde para que Lituania atienda los reclamos de que desista de su intención de retirarse”.

Monitor de Municiones en Racimo 2024 es el decimoquinto informe anual de seguimiento que publica la Coalición contra las Municiones en Racimo, una coalición global de organizaciones no gubernamentales cofundada por Human Rights Watch. El informe se presentará a los países que asistan a la 12.º reunión de la Convención sobre Municiones en Racimo que se realizará del 10 al 13 de septiembre en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra.

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