(Islamabad) – Grupos de militantes de la provincia de Baluchistán, en Pakistán, deben detener inmediatamente los asesinatos, las amenazas y el hostigamiento contra maestros y otros educadores, Human Rights Watch señaló en un informe publicado hoy. Los ataques y los atentados con bomba cometidos por varios grupos armados nacionalistas, sectarios e islamistas han dañado escuelas y universidades, matado y herido a estudiantes y perjudicado gravemente el sistema educativo en Baluchistán.
El informe de 40 páginas, “‘Their Future is at Stake’: Attacks on Teachers and Schools in Pakistan’s Balochistan Province” (“Su futuro está en juego”: Ataques contra maestros y escuelas en la provincia de Baluchistán de Pakistán), documenta el asesinato de al menos 22 maestros y otros funcionarios de educación por parte de presuntos militantes entre enero de 2008 y octubre de 2010. El informe, basado en entrevistas con maestros, estudiantes, familiares y amigos de las víctimas y funcionarios públicos en Baluchistán, describe estos ataques y sus consecuencias para la calidad de la educación en la provincia.
“Las quejas de los grupos militantes contra el Gobierno de Pakistán no son una escusa para matar a tiros a maestros”, señaló Ali Dayan Hasan, investigador principal sobre Asia Meridional de Human Rights Watch. “Con los asesinatos de maestros, las lesiones a los estudiantes y los ataques contra las escuelas, los militantes solo consiguen agravar los problemas de Baluchistán y privar a los jóvenes de los beneficios de la educación”, agregó.
La educación está en el ojo del huracán de tres conflictos violentos distintos en Baluchistán: los grupos de militantes nacionalistas baluchíes que reclaman la separación o la autonomía de la provincia y atacan a los panyabíes y otras minorías; los grupos de militantes musulmanes suníes que atacan a los musulmanes chiíes; y los grupos armados islamistas que atacan a los que actúan en contra de su interpretación del islam.
Aunque los asesinatos y otros abusos cometidos por los militantes se han dirigido contra personas de todas las profesiones, los establecimientos y el personal educativo y los estudiantes (especialmente de origen panyabí) han sufrido un número desproporcionado de estos ataques porque los militantes los consideran representantes del Gobierno paquistaní y símbolos de lo que perciben como una opresión militar panyabí.
Un ejemplo de ello es el asesinato por disparos, reivindicado por el Ejército de Liberación Baluchí, de Anwar Baig, ocurrido en Kalat en junio de 2009, por haberse opuesto aparentemente a la recitación del himno nacional baluchí y la izada de la bandera nacionalista, en lugar de la bandera de Pakistán, en su escuela.
Ante el temor por su seguridad, muchos maestros han solicitado traslados, lo que empeora aún más la situación del peor sistema educativo de Pakistán en términos de oportunidades de educación y resultados. Desde 2008, más de 200 maestros y profesores se han trasladado desde sus escuelas a los centros relativamente más seguros de la capital de la provincia, Quetta, o han abandonado completamente la provincia. Cerca de 200 más se encuentran en proceso de traslado. Es difícil encontrar nuevos maestros, y los sustitutos suelen estar menos cualificados que sus predecesores. En las zonas predominantemente baluchíes de la provincia, las escuelas sufren escasez de personal, por lo que cualquier pérdida adicional de maestros amenaza seriamente las posibilidades de que los niños reciban una educación. Muchos maestros que perseveran en sus puestos dicen que están tan preocupados por la seguridad que su labor de enseñanza se ha visto afectada.
“Hoy en día, impartir o recibir educación en Baluchistán conlleva poner en riesgo la vida propia y la de la familia”, señaló Hasan. “Al cometer este tipo de atrocidades, los nacionalistas baluchíes están dañando, en lugar de promover, el desarrollo de Baluchistán”, agregó.
Antecedentes
Baluchistán ha mantenido históricamente una tensa relación con el Gobierno de Pakistán, debido en gran parte a las cuestiones de la autonomía provincial, el control de los recursos naturales y la explotación de minerales y un consiguiente sentimiento de privación. Durante el gobierno del general Pervez Musharraf, de 1999 a 2008, la situación se deterioró considerablemente. Dos intentos de asesinato de Musharraf, durante sus visitas a Baluchistán en 2005 y 2006, se saldaron con la represión de los nacionalistas baluchíes por parte de las fuerzas armadas y la Dirección de Inteligencia Inter-Services, la principal agencia de inteligencia en la provincia. La escalada reciente de asesinatos tiene su origen en la matanza en 2006 del destacado líder tribal baluchí Nawab Akbar Khan Bugti y 35 de sus seguidores cercanos, y los asesinatos de tres destacados políticos baluchíes en abril de 2009 por parte de atacantes que fueron vinculados a las fuerzas armadas pakistaníes.
Desde 2005, las organizaciones de derechos humanos paquistaníes han registrado numerosas violaciones de los derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad, entre ellas ejecuciones extrajudiciales, tortura, desapariciones forzadas, desplazamiento forzado y uso excesivo de la fuerza contra manifestantes. Este es el primero de dos informes de Human Rights Watch sobre la situación en Baluchistán. El segundo informe documentará el involucramiento sistemático de las fuerzas de seguridad paquistaníes en las desapariciones forzadas de personas de origen baluchí en la provincia.
Testimonios de Baluchistán:
El grupo étnico más afectado en la actualidad son los baluchíes porque son ellos los que están perdiendo maestros. La que se ve afectada es la educación de sus hijos y el futuro que está en juego es el suyo... Por supuesto, los colonos, especialmente los panyabíes, [también] se han visto directamente afectados... Están matando a su gente.
– Alto funcionario del Gobierno provincial
Un total de diez maestros han dejado [la escuela] hasta ahora…. Seis personas de esta [escuela] han sido asesinadas desde 2006, la mayoría durante los últimos 12 meses.… Tengo todas las características necesarias para ser un objetivo: maestro, chiita y colono. Es mejor para mí y mi familia que nos vayamos lo antes posible.
–Maestro
Le encantaba enseñar y pasó décadas desempeñando labores relacionadas a su profesión. Quería quedarse en Quetta y seguir enseñando.
– Un amigo cercano de Fazal Bari, director de la escuela preparatoria Tameer-e-Nau de Quetta, que fue asesinado a tiros por el Ejécito de Liberación Baluchí el 22 de marzo de 2010
Corrí al patio de la escuela en cuanto oímos la explosión. Las ventanas de los salones se rompieron. Muchos estudiantes ya estaban en el patio. Muchos de nosotros no sabíamos que había pasado. Vi humo... Oí gritar a muchos niños. Creo que algunos sufrieron heridas leves por los trozos de cristal que cayeron cuando estaban corriendo en medio del caos... Varios maestros resultaron heridos. Me asusté mucho cuando me di cuenta de que había explotado una bomba.
– Estudiante adolescente