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Militares participan en un desfile en el Día de las Fuerzas Armadas en Naypyidaw, Myanmar, 27 de marzo de 2021. © AP Photo

La semana pasada se publicó "La lista de la vergüenza", parte del informe anual de las Naciones Unidas sobre los niños en los conflictos armados

El único protagonista público que figura en la lista de los cinco tipos de violaciones horrendas cometidas contra niños en los conflictos armados es la junta de Myanmar. Otros organismos no estatales del país también figuran en la lista.

Para ser exactos, la ONU ha documentado y verificado 2.138 violaciones graves contra niños. Más de mil están pendientes de verificación.

La junta de Myanmar está reclutando y utilizando a niños soldados, matando y mutilando a niños, cometiendo violencia sexual contra niños, atacando escuelas y hospitales y secuestrando a niños.

Desde el golpe de Estado de 2021, el reclutamiento y la utilización de niños soldado por parte del ejército de Myanmar se ha disparado. Un número significativo de niños han sido reclutados desde que la junta promulgó una ley de reclutamiento en febrero de 2024.

Aunque la ley los excluye, los niños se han visto cada vez más implicados en las campañas de reclutamiento a medida que la junta ha ido perdiendo tropas y territorio en su conflicto con los grupos armados étnicos y contrarios a la junta.

Las tácticas abusivas de reclutamiento varían: los métodos de la junta incluyen el secuestro de hombres jóvenes y niños o la detención de familiares de reclutas desaparecidos como rehenes.

Dos desertores del ejército declararon recientemente a HRW que cada vez se recluta a más niños debido a la creciente presión de los altos mandos para que se cumplan las cuotas de reclutamiento. Un joven de 17 años declaró a los medios de comunicación locales que lo secuestraron a altas horas de la noche y le entregaron un documento de identidad falso que decía que tenía 19 años.

Los métodos de reclutamiento del ejército de Myanmar se han centrado desproporcionadamente en los pobres de las zonas urbanas, los desplazados, los indocumentados y las minorías étnicas y religiosas, incluidos los musulmanes rohingya.

Desde el golpe, el ejército ha reclutado a niños en los 14 estados y regiones, frente a sólo 4 anteriormente. Las fuerzas de la Junta también han secuestrado y torturado a niños por su presunta asociación con las fuerzas de la oposición.

Myanmar debe poner fin a esta vergonzosa práctica y cooperar con los funcionarios de la ONU para liberar a todos los niños reclutados.

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