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Despliegue de gendarmes para calmar las protestas tras la detención del líder de la oposición Ousmane Sonko, en Dakar, Senegal, 31 de julio de 2023. © 2023 Ngouda Dione/Reuters

Leer la versión en inglés del Daily Brief de Andrew Stroehlein.

El gobierno de Senegal asestó dos golpes duros al país.

En primer lugar, cortaron los servicios de internet móvil en gran parte del país. Después, anunciaron la disolución de un partido clave de la oposición, Patriotes africains du Sénégal pour le travail, l'éthique et la fraternité (Patriotas de Senegal por el Trabajo, la Ética y la Fraternidad, o PASTEF).

Estos sucesos son especialmente alarmantes en un contexto de creciente inestabilidad en África Occidental, con múltiples golpes militares en la región recientemente. Senegal también ha sido, para muchos, "considerado durante mucho tiempo un bastión de la democracia y un líder regional en diplomacia".

Las medidas del gobierno contra el partido de la oposición no surgieron de la noche a la mañana. Hace tiempo que se vienen gestando.

El 1 de junio, un tribunal condenó al líder del PASTEF, Ousman Sonko, a dos años de cárcel por "corromper a la juventud". Esto minó sus posibilidades de presentarse a las elecciones presidenciales del próximo año, en las que hubiera podido obtener buenos resultados, dado su tercer puesto en 2019 y su movilización de los votantes más jóvenes.

Obviamente, los partidarios del PASTEF consideraron que dichas acciones judiciales tenían una motivación política. Las protestas estallaron en la capital, Dakar, y la violencia causó al menos 16 muertos, entre ellos dos miembros de las fuerzas de seguridad. Otras decenas de personas resultaron heridas. Se detuvo a unas 500 personas en todo Senegal.

Después, la semana pasada, Sonko, que aún no había empezado a cumplir su primera condena, fue detenido por numerosos cargos nuevos. Entre ellos, fomento de la insurrección, menoscabo de la seguridad del Estado, creación de graves disturbios políticos y asociación delictiva.

El domingo, Sonko anunció en las redes sociales que había iniciado una huelga de hambre bajo custodia y llamó a los ciudadanos senegaleses "a resistir".

Cientos de personas acudieron a ese llamamiento en Dakar y en la ciudad meridional de Ziguinchor para protestar por la detención y reclusión de Sonko. El ministro del Interior de Senegal anunció que dos personas habían muerto durante las protestas en Ziguinchor, pero no dio más detalles.

Fue entonces cuando el gobierno disolvió el PASTEF y restringió el acceso a Internet.

El PASTEF ha condenado su disolución por considerarla "antidemocrática", y es una conclusión justa. Las autoridades senegalesas deberían restablecer inmediatamente el partido.

También deberían restablecer los servicios de Internet, reconociendo el derecho de las personas a la libertad de información y a expresar sus opiniones.

En palabras del destacado activista senegalés de derechos humanos Alioune Tine, el gobierno de Senegal debe respetar sus obligaciones en materia de derechos humanos y "dar prioridad al diálogo con la oposición frente al uso de la represión indiscriminada que conduce a la violencia y la inestabilidad."

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