(Washington, DC) – El gobierno colombiano debe asegurar que se realicen investigaciones oportunas, exhaustivas e imparciales de dos atentados con explosivos contra estaciones de policía en la región suroeste de Colombia, que habrían dejado un saldo de al menos 10 civiles muertos y más de 65 heridos, señaló hoy Human Rights Watch.
El 1 de febrero de 2012, se detonaron explosivos frente a una estación de policía en la ciudad de Tumaco, departamento de Nariño. Durante el atentado habrían perdido la vida 5 civiles y 41 civiles habrían resultado heridos, entre ellos 9 niños, según informó un funcionario de la alcaldía de Tumaco a Human Rights Watch. El Ministro de Defensa colombiano atribuyó el ataque a la organización guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que presuntamente habría actuado en colaboración con el grupo sucesor de los paramilitares “Rastrojos”, el cual también opera en la zona.
El 2 de febrero de 2012, se produjo un atentado con cilindros bomba contra una estación de policía del municipio de Villa Rica, en el departamento de Cauca. Según información provista por un funcionario de la Defensoría del Pueblo de Colombia a Human Rights Watch, el ataque, que ocurrió en una región donde las FARC mantienen una fuerte presencia, habría producido la muerte de 5 civiles —incluidos dos niños— y otros 25 habrían sufrido heridas.
“Estos atentados indiscriminados que matan civiles constituyen crímenes atroces, independientemente de que sean cometidos por las FARC o por cualquier otro grupo armado”, expresó José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch. “Los responsables de estas atrocidades deben ser llevados ante la justicia”.