Una regulación que prohíbe hurgar en los basureros, las multas por recoger artículos de desecho en las calles y las leyes que favorecen la designación de zonas libres de indigentes; son claros indicativos de que la "guerra contra las personas sin hogar” iniciada por Hungría está levantando vuelo.
Luego de que la Constitución de Hungría reconociera la criminalización de las personas sin hogar, era sólo cuestión de tiempo que un gobierno local decidiera prohibir a los indigentes estar en las áreas públicas y este verano, un distrito de Budapest dio el primer paso al emitir un decreto que prohíbe a las personas sin hogar que duerman o vivan en zonas públicas, que se dediquen a hurgar en los basureros o que tomen artículos o basura de las calles, estas acciones podrían llevarlos a quedar a disposición de las autoridades. Los infractores se exponen a multas de hasta 150.000 florines húngaros (655 dólares), servicio comunitario o incluso penas de cárcel por reincidencia, en otras palabras, las personas sin hogar ahora están siendo señaladas como delincuentes únicamente por ser pobres.
El decreto local es el último eslabón de una campaña contra las personas sin hogar que diera inició en 2010 y a la cual se suma otras medidas recientes como la ley que criminaliza a las personas que viven en la calle adoptada en abril de 2012. En noviembre de 2012, el Tribunal Constitucional anuló la norma mencionada bajo el argumento de que violaba el derecho constitucional a la dignidad humana. Sin embargo, en lugar de respetar la sentencia, el pasado mes de marzo, el gobierno utilizó su mayoría en el Parlamento para modificar la Constitución e incluir una disposición que permitiera la criminalización de las personas sin hogar. La decisión de esquivar su propio Tribunal Constitucional refleja en mucho, el desprecio del gobierno húngaro hacia sus propias leyes y su dirección entorno a los asuntos sociales.
Como si fuera poco, el gobierno planea un nuevo golpe contra los desamparados. A finales de agosto, el alcalde de la ciudad de Budapest anunció que la ciudad está planeando una propuesta para prohibir a las personas sin hogar que ronden las áreas públicas en toda la ciudad. Eso significaría que todas las áreas públicas de cualquiera de los 22 distritos de Budapest, literalmente, estarían fuera de los límites de las personas sin hogar. En lugar de asumir con seriedad sus obligaciones en materia de derechos humanos y la protección de los derechos de las personas vulnerables y sin vivienda, las autoridades actualmente están poniendo a cerca de 8.000 personas sin hogar que radican en Budapest frente al grave riesgo de convertirse en delincuentes.