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Sudán: Poner fin a la censura y la represión

Los servicios de seguridad maltratan a activistas pro derechos humanos y periodistas, y censuran la prensa

(Nueva York) – El gobierno sudanés está censurando a los medios de comunicación y reprimiendo a los activistas y los periodistas que se manifiestan en defensa de los derechos humanos y la justicia, señaló Human Rights Watch en un informe publicado hoy. El hostigamiento, la represión y la censura se han agravado durante el último año, especialmente desde julio de 2008, cuando la Corte Penal Internacional (CPI) solicitó una orden de detención contra el presidente Omar Al Bashir. En el informe de 21 páginas, “‘It’s an Everyday Battle’: Censorship and Harassment of Journalists and Human Rights Defenders in Sudan” (“Es una lucha diaria”: Censura y hostigamiento de periodistas y defensores de los derechos humanos en Sudán), se documentan los intentos del gobierno de reprimir a los que intentan denunciar cuestiones que considera sensibles, entre ellas las relacionadas con los derechos humanos, el conflicto de Darfur y la investigación de la CPI. “En Jartum, actualmente es peligroso criticar al gobierno sudanés o reclamar justicia para las víctimas de los horribles crímenes cometidos en Darfur”, señaló Georgette Gagnon, directora para África de Human Rights Watch. “Nos preocupa enormemente que el presidente Bashir utilice la orden de arresto dictada por la CPI en su contral como excusa para una represión aún más brutal de la libertad de prensa”, agregó. Durante los últimos meses, los agentes del Servicio de Inteligencia y Seguridad Nacional (SISN) han detenido y maltratado a tres destacados activistas que se habían expresado abiertamente en defensa de los derechos humanos y la justicia internacional (https://www.hrw.org/en/news/2008/11/26/sudan-human-rights-activists-arrested ). Dos de ellos fueron duramente golpeados durante la detención. En el último año, los agentes de seguridad también han arrestado y detenido arbitrariamente al menos a tres periodistas que habían escrito o publicado artículos en los que se criticaba directa o indirectamente al partido mayoritario, el Partido del Congreso Nacional (PCN). El gobierno de Jartum controla la mayoría de los medios audiovisuales, la mayoría de los cuales son propiedad del Estado o están gestionados por él. Además, el Consejo Nacional de Prensa, encargado de autorizar y acreditar a los periodistas y los periódicos, depende también del control del gobierno a través de su Ministerio de Información y Comunicación. En el informe se describe cómo, desde febrero de 2009, los agentes del SISN han visitado diariamente los dos periódicos independientes que operan en Jartum para revisar sus ediciones finales y eliminar la totalidad o una parte de los artículos que consideran sensibles o críticos con el gobierno. El SISN ha suspendido temporalmente al menos a cinco diarios que habían publicado este tipo de artículos, a dos de ellos en varias ocasiones. La combinación del control del Estado, la censura diaria de los medios independientes y el maltrato y el hostigamiento a periodistas por parte del SISN obstaculiza gravemente la libertad de expresión y el acceso a la información en Sudán. Toda violación de la libertad de expresión es especialmente preocupante con vistas a la celebración de las elecciones nacionales a mediados de 2009. Estas elecciones (las primeras que se celebran en Sudán en más de 20 años) son un requisito del Acuerdo General de Paz que puso fin a la guerra entre el norte y el sur del país en 2005. “Para que las elecciones sean libres e imparciales es necesario que los medios de comunicación disfruten de libertad y apertura”, señaló Gagnon. “Las prácticas represivas de Jartum y el maltrato a los que le critican conllevan un gran riesgo para dichas elecciones”, agregó.

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