(Washington, DC) - El 29 de enero de 2025, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó la construcción de un centro con 30.000 camas en la base naval de la bahía de Guantánamo, en Cuba, para detener a los migrantes.
La declaración del presidente Trump de que pretende utilizar Guantánamo para detener a migrantes porque "[n]i siquiera confiamos en los países para retenerlos [y] no queremos que regresen", sugiere la intención de retener a las personas en el limbo durante mucho tiempo. Guantánamo es una instalación militar estadounidense en el extranjero, remota y muy controlada, que el gobierno estadounidense ha utilizado para eludir las protecciones legales y el escrutinio público. Human Rights Watch ha documentado casos de muertes y trato inhumano de inmigrantes en centros de detención de todo Estados Unidos.
"El nombre de Guantánamo es sinónimo de vergüenza e infamia por ser el lugar de tortura donde se sigue reteniendo a prisioneros durante años sin cargos ni juicio", afirmó Bill Frelick, director de derechos de los refugiados y migrantes de Human Rights Watch. "Cuando la detención se prolonga de forma indefinida y sin la debida supervisión, viola los derechos humanos y puede equivaler a tortura".