Israel está matando de hambre a Gaza, y los niños están pagando el precio.Lo está haciendo desafiando a la Corte Internacional de Justicia, y hoy voy a entrar un poco en detalle para explicar lo que ha estado sucediendo en La Haya, pero por favor, no olviden nunca este punto fundamental: el gobierno de Israel está matando de hambre a Gaza como arma de guerra.
La Corte Internacional de Justicia ha emitido órdenes jurídicamente vinculantes que exigen a Israel que permita la prestación de servicios básicos y asistencia humanitaria. De hecho, el Tribunal lo ha hecho dos veces: la primera en enero y la segunda en marzo.
Aclaremos un par de cosas.
En primer lugar, la Corte Internacional de Justicia -la CIJ, también llamada «Corte Mundial»- no es lo mismo que la Corte Penal Internacional, la CPI. Ambas tienen su sede en La Haya, y ambas son noticia por la crisis de Gaza, por lo que he visto cierta confusión, sobre todo en las redes sociales.
La CPI puede juzgar la responsabilidad individual por crímenes atroces, incluidos crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, limpieza étnica y genocidio. Todavía no ha emitido acusaciones relacionadas con la crisis de Gaza, pero los rumores sobre posibles acusaciones de altos cargos israelíes y las inoportunas amenazas de represalias contra funcionarios de la CPI por parte de senadores estadounidenses y otros han estado en los titulares.
La CIJ no se ocupa de individuos; se ocupa de Estados, concretamente de disputas jurídicas internacionales entre Estados. En el caso que nos ocupa, Sudáfrica alega que Israel está violando la Convención Internacional sobre Genocidio de 1948. Se ha solicitado a la CIJ que determine jurídicamente la responsabilidad de un Estado por genocidio.
La CIJ aún no se ha pronunciado ni en un sentido ni en otro. Pueden pasar años antes de que se pronuncie sobre la cuestión del genocidio.
Sin embargo, la CIJ ha emitido lo que se denominan "medidas provisionales" para abordar la situación inmediata. Citando «condiciones catastróficas» en Gaza en enero, el tribunal emitió órdenes jurídicamente vinculantes, incluida una orden para permitir la prestación de servicios básicos y ayuda humanitaria. Dieron al gobierno de Israel un mes para cumplirlas, y el gobierno prácticamente ignoró al Tribunal.
En marzo, ante la «propagación de la hambruna y la inanición», el Tribunal impuso medidas adicionales, ordenando a Israel que garantizara la prestación sin trabas de asistencia humanitaria, en plena cooperación con la ONU, incluso abriendo nuevos pasos fronterizos terrestres. Una vez más, Israel contravino al Tribunal y la orden jurídicamente vinculante.
Es cierto que en abril las autoridades israelíes permitieron la entrada en Gaza de más camiones de ayuda, abrieron otro paso fronterizo y permitieron la construcción de un puerto para la entrada de ayuda.
Sin embargo, el aumento de la ayuda fue pequeño, ni de lejos suficiente para cubrir la abrumadora necesidad, según la ONU y los grupos humanitarios, que denunciaron que Israel seguía bloqueando artículos de ayuda críticos.
Las noticias más recientes desde el terreno son aún más sombrías. El 5 de mayo, las autoridades israelíes cerraron el paso fronterizo de Kerem Shalom tras un ataque con cohetes de Hamás, y el 7 de mayo tomaron el paso fronterizo de Rafah, bloqueando así la entrada de ayuda desde Egipto en la actualidad.
Hay muchos detalles aquí, lo sé, pero el resultado de todo esto es bastante sencillo. Cientos de miles de palestinos, aproximadamente la mitad niños, se enfrenta a hambruna, y muchos corren el riesgo de morir de inanición tras el continuo desprecio de Israel por la ley.
En resumen, Israel está matando de hambre a Gaza, y los niños están pagando el precio.
