En algunos países, los agentes del gobierno utilizan las redes sociales para acosar, engañar y tender trampas a personas inocentes. Esta persecución en línea tiene consecuencias nefastas en el mundo real, como encarcelamientos injustos y torturas.
Se podría pensar que las empresas de redes sociales quieren evitar esto a toda costa, pero, por desgracia, no siempre es así.
Human Rights Watch ha documentado cómo en cinco países -Egipto, Irak, Jordania, Líbano y Túnez- las fuerzas de seguridad utilizan las plataformas de las redes sociales para atacar digitalmente a las personas LGBT, que luego sufren terribles consecuencias. Hemos analizado el uso que los agentes del Estado hacen de dos plataformas en particular: Facebook e Instagram, ambas propiedad de Meta, la mayor empresa de redes sociales del mundo.
Ya hemos informado de esto antes: Las personas LGBT son acosadas, denunciadas y maltratadas en Facebook e Instagram. En todos estos casos, Meta no respondió a las quejas de la gente o dijo que el contenido no violaba sus políticas, y el contenido permaneció en línea.
Las políticas y normas de Meta prohíben muchas formas de abuso en línea, pero la empresa a menudo se queda corta en la aplicación coherente de estas normas en sus plataformas. Meta puede -y debe- hacerlo mejor. Puede -y debe- hacer que sus plataformas de redes sociales sean seguras para los usuarios LGBT de Oriente Medio y del resto del mundo.
Para llamar la atención sobre este problema y esperar que Meta tome una dirección más positiva, nos hemos unido a organizaciones asociadas para lanzar una nueva campaña: #SecureOurSocials.
Quiero ser claro en todo esto: la raíz fundamental del problema son los gobiernos abusivos. Los gobiernos de Oriente Medio deberían respetar y proteger los derechos de las personas LGBT en lugar de criminalizar su expresión y atacarlas en Internet.
Pero las empresas de redes sociales también tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos, incluidos los derechos a la no discriminación, la privacidad y la libertad de expresión. Todas las empresas tienen el deber de identificar y abordar los impactos sobre los derechos humanos derivados de sus productos y servicios.
En todas partes, las redes sociales deben ser una herramienta para que la gente se comunique y conecte. Nunca debería ser una puerta de entrada a la tortura por parte de la policía.
Si estás de acuerdo, te animo a que te unas a la campaña #SecureOurSocials y nos ayudes a llamar la atención sobre este importante asunto: por favor, actúa ya.