Leer la versión en inglés del Daily Brief de Andrew Stroehlein.
Si observas un mapa de la región sudanesa de Darfur Occidental, verás una ciudad llamada Misterei. Está al suroeste de la capital regional, El Geneina, cerca de la frontera con Chad. Solía ser el hogar de más de 40.000 personas, principalmente pertenecientes a la etnia massalit.
Digo "solía ser" porque el pueblo de Misterei ha sido destruido.
Poco después del amanecer del 28 de mayo, miles de combatientes de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF por sus siglas en inglés) y de las milicias árabes aliadas llegaron en motocicletas, caballos, camionetas y rodearon el pueblo. Hubo un breve enfrentamiento con un pequeño número de combatientes de la etnia massalit que trataban de defender la localidad, pero los defensores fueron rápidamente dominados.
Los asaltantes - armados con fusiles de asalto, rifles, granadas propulsadas por cohetes y ametralladoras montadas en vehículos - atravesaron el pueblo.
Los supervivientes describieron un espectáculo de horror. Algunos combatientes entraron a casas, matando a hombres dentro y obligando a otros residentes, en su mayoría mujeres y niños, a salir. A continuación, combatientes en motocicletas persiguieron a la gente por las calles. Las camionetas de la RSF aparcaban en los puntos de salida de los vecindarios y disparaban a los civiles que huían.
Algunos residentes se refugiaron en escuelas y en la mezquita, pero los atacantes también les persiguieron hasta allí. Los asaltantes entraron repetidamente en las aulas en busca de hombres y ejecutaron sumariamente a quienes encontraron. Dos mujeres nos contaron cómo tirotearon un aula, hiriendo gravemente a tres mujeres y dos niños, mientras exigían a gritos:
"¿Dónde están los hombres? ¿Dónde están los niños? ¡Los queremos a todos! ¡Queremos matarlos! ¿Por qué no huyeron y abandonaron el país? ¿Por qué siguen aquí?"
La RSF -una fuerza militar independiente que mantiene un conflicto armado con el ejército sudanés desde abril- y sus milicias árabes aliadas saquearon el pueblo. Saquearon las propiedades de los residentes, robando ganado, semillas, dinero, oro, teléfonos móviles y muebles.
Finalmente, prendieron fuego a las casas y quemaron la mayor parte de Misterei hasta los cimientos.
Por la noche, los atacantes se retiraron de la ciudad, dejando a los supervivientes lidiando con los cadáveres en las calles y en el interior de las casas y las escuelas. Al menos 59 personas fueron enterradas en fosas comunes. Las autoridades locales afirman que murieron 97 personas. Human Rights Watch registró el asesinato de al menos 40 civiles.
Miles de residentes huyeron a través de la frontera con Chad, donde nuestros investigadores hablaron con ellos para ayudar a reconstruir los acontecimientos de esta masacre. Nuestro equipo también analizó imágenes por satélite y descubrió que Misterei no es el único. Otros seis pueblos y aldeas de Darfur Occidental también fueron incendiadas.
En este boletín, hemos llamado repetidamente la atención acerca del aumento de los ataques étnicos en Darfur Occidental en el contexto del conflicto de Sudán, y hemos destacado la urgente necesidad de que la comunidad internacional preste atención a esta crisis.
¿Cuántas masacres más como ésta - cuántos pueblos más serán destruidos - antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU tome medidas?
