(Banjul) – Los testimonios ante una comisión de la verdad de Gambia que vinculan al ex presidente Yahya Jammeh con numerosos delitos graves cometidos durante sus 22 años en el cargo deberían ir seguidos de la exigencia de responsabilidades penales, señaló hoy Human Rights Watch con la publicación de un vídeo, “Truth and Justice in Gambia” (“Verdad y justicia en Gambia”). Está programado que el 27 de mayo de 2021, la Comisión de la Verdad, Reconciliación y Reparación de Gambia (TRRC, por sus siglas en inglés) concluya más de dos años de sesiones televisadas públicamente.
Las víctimas y los ex funcionarios del gobierno que testificaron en las audiencias iniciadas en enero de 2019, vincularon a Jammeh con el asesinato y la tortura de disidentes políticos, la muerte de unos 59 migrantes de África Occidental y la “caza de brujas” en la que cientos de personas fueron arbitrariamente detenidas, entre otros delitos. También alegaron que Jammeh violaba y agredía sexualmente a las mujeres que le llevaban y que dirigía personalmente un programa de tratamiento falso que obligaba a los gambianos seropositivos a dejar sus medicamentos y ponerse bajo el cuidado personal de Jammeh.
“Testigos con conocimiento de primera mano han implicado a Yahya Jammeh en asesinatos, torturas, violaciones y otros crímenes terribles”, ha declarado Reed Brody, consejero jurídico de Human Rights Watch que trabaja con las víctimas de Jammeh. “Ahora depende del gobierno de Gambia garantizar que Jammeh y sus cómplices rindan cuentas. Contar la verdad ha supuesto una contribución vital, pero no es el final del camino”.
El vídeo recoge testimonios clave de las audiencias y entrevistas con las víctimas.
Las audiencias de la comisión de la verdad subrayaron la necesidad de abrir una investigación penal contra Jammeh, quien vive exiliado en Guinea Ecuatorial desde su salida de Gambia en enero de 2017.
La comisión entrevistó a más de 370 testigos, entre los que se encontraban antiguos miembros del gobierno, incluidos ministros y jefes de policía e inteligencia, además de numerosas víctimas.
Antiguos miembros de los “Junglers”, el escuadrón de la muerte de élite de Jammeh, nombraron al ex presidente en una serie de crímenes que, según sus testimonios, llevaron a cabo, entre ellos:
- El asesinato en 2004 de Deyda Hydara, editor de un periódico. El teniente Malick Jatta declaró ante la comisión de la verdad que el líder de los Junglers, Tumbul Tamba, entregó a cada miembro 50.000 GMD (1.250 dólares estadounidenses en aquel momento) como muestra de agradecimiento por parte de Jammeh tras el asesinato.
- Los asesinatos en 2013 de Alhajie Ceesay y Ebou Jobe, dos empresarios gambiano-americanos cuyos cuerpos fueron decapitados y mutilados. El sargento Omar Jallow y el sargento primero Amadou Badjie testificaron que Jammeh ordenó que “los descuartizaran en pedazos”.
- La matanza en 2005 de unos 59 migrantes de África Occidental, entre ellos unos 44 ghaneses. Jallow declaró que el teniente coronel Solo Bojang, presunto jefe de la operación dijo a los hombres que “la orden de ... Jammeh era que todos fueran ejecutados”. Los testigos, entre ellos antiguos ministros del gobierno, describieron un encubrimiento generalizado de la masacre para impedir que los investigadores internacionales descubrieran la verdad. El testimonio corroboró un informe de mayo de 2018 de Human Rights Watch y TRIAL International.
Cuatro ex altos cargos – Sanna Sabally, primer vicepresidente de la junta militar de Jammeh de 1994 a 1996; Edward Singhateh, ex vicepresidente de la junta y ministro de Defensa; Demba Njie, ex jefe del Estado Mayor del Ejército; y Alagie Martin, ex comandante del batallón de la Guardia del Estado – testificaron que Jammeh ordenó la ejecución de los presuntos cabecillas de un intento de golpe de Estado en noviembre de 1994.
La TRRC también recogió el testimonio de Fatou “Toufah” Jallow, ganadora en 2014 del principal concurso de belleza patrocinado por el Estado, en el que ella asegura que Jammeh la violó cuando tenía 19 años. Y una testigo protegida declaró que Jammeh la contrató como “chica de protocolo” para trabajar en la oficina ejecutiva y le prometió una beca, pero cuando ella rechazó sus insinuaciones sexuales, la despidió y le retiró la beca.
Junto con el antiguo jefe de protocolo de Jammeh y otras personas, aportaron más pruebas de un sistema, descrito en un informe de junio de 2019 de Human Rights Watch y TRIAL International, bajo el que los ayudantes presionaban regularmente a las mujeres para que visitaran o trabajaran para Jammeh, que luego abusaba sexualmente de muchas de ellas.
Los testigos también vincularon a Jammeh con la “caza de brujas” de 2009, en la que “cazadores de brujas” (o morabitos) y soldados llevaron a cientos de mujeres a centros de detención secretos y las obligaron a beber brebajes alucinógenos. De ellas, 41 murieron bajo custodia o poco después. El ex jefe de policía de Gambia, Ensa Badjie, testificó que Jammeh le ordenó personalmente que identificara a las “brujas” entre los miembros de la propia policía. Múltiples testigos informaron de que soldados y vehículos estatales acompañaban a los morabitos, y que el jefe de su equipo de seguridad era un destacado “Jungler”.
La comisión de la verdad escuchó pruebas del llamado programa de tratamiento presidencial de Jammeh, en el que se obligaba a los gambianos seropositivos a dejar sus medicamentos y someterse al cuidado personal de Jammeh, lo que provocó más de 30 muertes.
La comisión documentó el asesinato por parte de las fuerzas de seguridad de Gambia, los días 10 y 11 de abril de 2000, de entre 12 y 14 manifestantes estudiantiles que protestaban por el asesinato de un estudiante y la violación de otra. Lalo Jaiteh, antiguo ayudante de campo de Jammeh, testificó que escuchó a Jammeh, quien en ese momento estaba en el extranjero, decir a su vicepresidenta, Isatou Njie Saidy, que “se ocupase de estos bastardos como fuese”. Saidy habría ordenado entonces el despliegue de tropas contra los manifestantes.
La TRRC también recogió pruebas de las ejecuciones extrajudiciales de nueve presos condenados a muerte en la Prisión Central de Mile Two en 2012, de los cuales al menos tres no habían agotado sus recursos legales. Jammeh había anunciado anteriormente en televisión que los presos iban a ser ejecutados.
Los testimonios también revelaron pautas de tortura por parte de la Agencia Nacional de Inteligencia de Jammeh, así como de los guardias de la prisión y de los Junglers.
Abogados y jueces también describieron ante la TRRC cómo Jammeh estableció un sistema para socavar la independencia del poder judicial y de los abogados. Los testigos informaron a la comisión sobre la aprobación de leyes draconianas para reprimir la libertad de los medios de comunicación y testificaron sobre más de 140 detenciones de periodistas y personal de los medios de comunicación.
Tres presuntos cómplices de Jammeh ya han sido detenidos y se enfrentan a juicios en el extranjero en virtud del principio legal de la jurisdicción universal, entre ellos dos ex Junglers, Michael Sang Correa en Estados Unidos y Bai L en Alemania, así como el ex ministro del Interior de Gambia, Ousman Sonko, en Suiza.
Las audiencias de la comisión de la verdad fue ampliamente retransmitidas por la radio y la televisión en todo Gambia. El periódico The Point y la Red Africana contra las Ejecuciones Extrajudiciales y las Desapariciones Forzadas (ANEKED, por sus siglas en inglés) publicaron resúmenes de todas las sesiones de tres semanas, mientras que el sitio web internacional JusticeInfo.net publicó 58 artículos sobre lo que denominó “el acontecimiento del año 2019 en el ámbito de la justicia transicional”.
Una de las tareas de la TRRC es la “identificación y recomendación de enjuiciamiento de las personas con mayor responsabilidad por las violaciones y abusos de los derechos humanos”. También hará recomendaciones sobre reparaciones, reconciliación y reformas institucionales. Se espera que la comisión presente su informe a principios de julio. El gobierno de Gambia decidirá entonces cómo responder a las recomendaciones.
Las propuestas en Gambia para el seguimiento de las recomendaciones de la TRRC sobre la rendición de cuentas se han centrado en la posibilidad de crear un tribunal “híbrido” con personal gambiano e internacional que opere dentro del sistema judicial de Gambia, lo que podría ayudar a crear un marco jurídico adaptado al enjuiciamiento de los crímenes de la era de Jammeh y a desarrollar la capacidad del sistema nacional de justicia. Human Rights Watch instó al Gobierno a empezar a planificar ya un tribunal híbrido que funcione de acuerdo con las normas internacionales para evitar retrasos en su financiación y establecimiento.
En su comparecencia ante la TRRC, Neneh MC Cham, abogada de derechos humanos de Gambia, dijo que el gobierno debería “poner en práctica todas las recomendaciones. Es la última esperanza para muchas víctimas y su temor cada día es que todo quede en nada, en cero”. Se espera que la forma en que el gobierno responda a las recomendaciones de la comisión sea una cuestión clave en las elecciones de Gambia previstas para diciembre de 2021.
“Quiero ver a Yahya Jammeh en los tribunales, no solo por lo que supuestamente le hizo a mi padre, sino por todos los presuntos asesinatos, violaciones y torturas que ha cometido”, declaró Fatoumatta Sandeng, portavoz de la Campaña para Llevar a Yahya Jammeh y sus Cómplices ante la Justicia (#Jammeh2Justice) e hija del líder opositor Solo Sandeng, asesinado bajo custodia en 2016. “Las víctimas necesitamos justicia antes de poder reconciliarnos y seguir adelante”.