(New York) – Los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y otros países miembros de la ONU deberían redoblar los esfuerzos para proteger la educación durante conflictos armados, incluso apoyando la Declaración sobre Escuelas Seguras, señaló hoy Human Rights Watch. El 13 de octubre de 2017, el Consejo de Seguridad celebrará una reunión aplicando la llamada “fórmula Arria” (que consiste en abrir el Consejo de Seguridad a la participación de actores significativos), para abordar los ataques a la educación y organizada por Italia, Francia, Suecia y Uruguay.
Durante 2016, la ONU documentó cerca de 500 ataques contra escuelas o personal educativo en 18 de los 20 países en situación de conflicto analizados en el último informe del Secretario General de la ONU sobre los niños y los conflictos armados. La ONU también comprobó que fuerzas militares o grupos armados externos al Estado utilizaban escuelas para fines militares en 15 de los 20 países.
“Estudiantes, docentes y académicos han sido amenazados, rociados con ácido, otros, recibieron disparos y fueron víctimas de ejecución sumaria, e incluso, se han bombardeado, incendiado y lanzado proyectiles a escuelas y universidades”, señaló Zama Neff, directora de derechos del Niño de Human Rights Watch. “Los gobiernos deben intensificar sus esfuerzos para mantener la seguridad de las escuelas, los docentes y los estudiantes durante conflictos armados”.
Joy Bishara, una de las 276 niñas secuestradas en 2014 por Boko Haram de una escuela secundaria gubernamental en Chibok, Nigeria, realizará una exposición al Consejo de Seguridad durante el encuentro.
“Los estudiantes deben sentirse seguros y cumplir sus sueños sin temor”, manifestó Bishara en el discurso que preparó. “Espero y rezo por que ningún estudiante tenga que pasar por lo que yo viví debido a una escuela desprotegida”.
Los miembros del Consejo de Seguridad deberían adherir a la Declaración sobre Escuelas Seguras, un compromiso político intergubernamental para proteger a la educación en los conflictos armados y evitar el uso de las escuelas para fines militares, observó Human Rights Watch. Desde que la declaración se presentó para la adhesión en mayo de 2015 en la Conferencia sobre Escuelas Seguras celebrada en Oslo, 69 países la han adoptado, incluidos países de todas las regiones, más de la mitad de los estados de la OTAN, y dos tercios de la Unión Europea. Pero solo cinco de los actuales miembros del Consejo de Seguridad — Francia, Italia, Kazajistán, Suecia y Uruguay— han adherido a la declaración.
“El Consejo de Seguridad ha reconocido los ataques a las escuelas como una grave violación contra los niños”, dijo Neff. “Los miembros deberían mostrar liderazgo en este tema, adhiriendo a la Declaración sobre Escuelas Seguras y utilizándola para proteger a las escuelas en tiempos de guerra”.
Neff, quien además copreside la Coalición Global para Proteger la Educación de Ataques, y Virginia Gamba, la representante especial del Secretario General para la Cuestión de los Niños y los Conflictos Armados, también expondrán ante el Consejo de Seguridad en la reunión convocada con arreglo a la fórmula Arria. Se trata de reuniones informales con expertos de la sociedad civil y de otros ámbitos que tienen por objeto posibilitar que los miembros del Consejo de Seguridad debatan temas relevantes. La reunión tiene carácter público.
Neff y Bishara están disponibles para dar entrevistas a los medios de comunicación.
Durante 2016, la ONU documentó cerca de 500 ataques contra escuelas o personal educativo en 18 de los 20 países en situación de conflicto analizados en el último informe del Secretario General de la ONU sobre los niños y los conflictos armados. La ONU también comprobó que fuerzas militares o grupos armados externos al Estado utilizaban escuelas para fines militares en 15 de los 20 países.
“Estudiantes, docentes y académicos han sido amenazados, rociados con ácido, otros, recibieron disparos y fueron víctimas de ejecución sumaria, e incluso, se han bombardeado, incendiado y lanzado proyectiles a escuelas y universidades”, señaló Zama Neff, directora de derechos del Niño de Human Rights Watch. “Los gobiernos deben intensificar sus esfuerzos para mantener la seguridad de las escuelas, los docentes y los estudiantes durante conflictos armados”.
Joy Bishara, una de las 276 niñas secuestradas en 2014 por Boko Haram de una escuela secundaria gubernamental en Chibok, Nigeria, realizará una exposición al Consejo de Seguridad durante el encuentro.
“Los estudiantes deben sentirse seguros y cumplir sus sueños sin temor”, manifestó Bishara en el discurso que preparó. “Espero y rezo por que ningún estudiante tenga que pasar por lo que yo viví debido a una escuela desprotegida”.
Los miembros del Consejo de Seguridad deberían adherir a la Declaración sobre Escuelas Seguras, un compromiso político intergubernamental para proteger a la educación en los conflictos armados y evitar el uso de las escuelas para fines militares, observó Human Rights Watch. Desde que la declaración se presentó para la adhesión en mayo de 2015 en la Conferencia sobre Escuelas Seguras celebrada en Oslo, 69 países la han adoptado, incluidos países de todas las regiones, más de la mitad de los estados de la OTAN, y dos tercios de la Unión Europea. Pero solo cinco de los actuales miembros del Consejo de Seguridad — Francia, Italia, Kazajistán, Suecia y Uruguay— han adherido a la declaración.
“El Consejo de Seguridad ha reconocido los ataques a las escuelas como una grave violación contra los niños”, dijo Neff. “Los miembros deberían mostrar liderazgo en este tema, adhiriendo a la Declaración sobre Escuelas Seguras y utilizándola para proteger a las escuelas en tiempos de guerra”.
Neff, quien además copreside la Coalición Global para Proteger la Educación de Ataques, y Virginia Gamba, la representante especial del Secretario General para la Cuestión de los Niños y los Conflictos Armados, también expondrán ante el Consejo de Seguridad en la reunión convocada con arreglo a la fórmula Arria. Se trata de reuniones informales con expertos de la sociedad civil y de otros ámbitos que tienen por objeto posibilitar que los miembros del Consejo de Seguridad debatan temas relevantes. La reunión tiene carácter público.
Neff y Bishara están disponibles para dar entrevistas a los medios de comunicación.