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(Milán) – La Unión Europea (UE) debería adoptar medidas inmediatas para evitar que haya más muertes en altamar, señaló Human Rights Watch. Nada menos que 700 migrantes y solicitantes de asilo habrían muerto en un único naufragio ocurrido en aguas del Mediterráneo al norte de Libia el 19 de abril de 2015, una cifra que podría elevarse a más de 1.000 víctimas fatales en una semana.

“La UE se ha quedado de brazos cruzados mientras cientos de personas mueren a poca distancia de sus costas”, declaró Judith Sunderland, directora adjunta para Europa y Asia Central de Human Rights Watch. “Estas muertes podrían haberse prevenido si la UE hubiera puesto en marcha un operativo genuino de búsqueda y salvamento”.

La alta representante de política exterior de la UE, Federica Mogherini, ha manifestado que la emergencia en el Mediterráneo será tratada en un encuentro de ministros de relaciones exteriores de la UE que tendrá lugar el 20 de abril en Luxemburgo. Los ministros que asistan deberán estar preparados para asignar los recursos financieros, técnicos y políticos que requiera la implementación de un esfuerzo humanitario multinacional para salvar vidas en el mar, observó Human Rights Watch.

La embarcación con migrantes habría zozobrado durante las primeras horas del 19 de abril. La Guardia Costera italiana informó el 19 de abril al mediodía, hora local, que 28 personas habían sido rescatadas y que se habían recuperado 24 cuerpos. La Organización Internacional para las Migraciones indicó que se había rescatado a 40 personas. Las fuerzas italianas y maltesas continúan rastreando la zona para encontrar sobrevivientes. También participan en la búsqueda buques mercantes.

Luego de la tragedia de octubre de 2013, en la que más de 360 personas murieron cerca de la costa de Lampedusa, Italia puso en marcha Mare Nostrum, un operativo naval humanitario a gran escala en el Mediterráneo que consiguió salvar decenas de miles de vidas. En noviembre de 2014, tras haberse agotado el financiamiento del resto de la UE, Mare Nostrum se tornó inviable e Italia puso fin al operativo. Frontex, la agencia europea de fronteras exteriores de la UE, implementó la Operación Tritón, dotada de una cantidad mucho menor de embarcaciones, un tercio del presupuesto y una cobertura geográfica menos extensa. La misión principal de Frontex es el control de fronteras, y no las tareas de búsqueda y salvamento.

La Comisión Europea emitió hoy una declaración, en la cual expresa que la única forma de afrontar el fenómeno de la inmigración a través de embarcaciones es abordando las causas subyacentes, pero no se pronunció con respecto a las funciones de búsqueda y salvamento. Dado que numerosas personas están escapando de países donde sus vidas y derechos se encuentran en riesgo, la prioridad inmediata de la UE debería ser salvar vidas en el mar y cumplir su obligación jurídica internacional de no enviar a migrantes de regreso a lugares donde podrían enfrentar amenazas a su vida o liberad, destacó Human Rights Watch.
 

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