La decisión adoptada por una de las principales organizaciones tabacaleras de Estados Unidos de oponerse a la contratación de menores de 16 años para trabajar en las plantaciones de tabaco es un paso importante para poner fin a esta práctica peligrosa, dijo hoy Human Rights Watch.
En julio de 2014, el Consejo de Burley Tobacco, una asociación con sede en Kentucky que representa aproximadamente a 5.000 productores de tabaco en Kentucky, Tennessee, Indiana y Ohio, aprobó una resolución que adopta la posición de que “los trabajadores menores de 16 años no deben ser empleados en la producción de tabaco, no sólo en Estados Unidos sino también en el resto del mundo”.
“El Consejo de Burley Tobacco ha tomado una posición de principios para proteger a los trabajadores más jóvenes de los peligros en el cultivo del tabaco”, dijo Jane Buchanan, directora asociada de los derechos del niño de Human Rights Watch. “El Consejo y sus miembros deberían basarse en este importante paso y ampliar la política para cubrir a todos los niños menores de 18 años, de acuerdo con las normas internacionales del trabajo”.
El 2 de septiembre, Rod Kuegel, presidente del Consejo de Burley Tobacco, dijo a Human Rights Watch en un correo electrónico que el Consejo instará a otros grupos de productores a nivel internacional a seguir su ejemplo para prohibir la contratación de niños. El Consejo de Burley Tobacco es miembro de la Asociación Internacional de Productores de Tabaco, una organización sin fines de lucro con sede en Portugal que representa a grupos productores de tabaco de más de 20 países.
La resolución del Consejo es el primer cambio anunciado públicamente en las políticas y en las prácticas de cualquier grupo de la industria del tabaco desde que Human Rights Watch documentara en mayo el peligroso trabajo infantil en las plantaciones de tabaco en Kentucky, Tennessee, Carolina del Norte y Virginia.
Niños de 7 a 17 años entrevistados por Human Rights Watch dijeron que fueron expuestos a nicotina, plaguicidas tóxicos y otros peligros mientras trabajaban entre 50 y 60 horas a la semana, a menudo en condiciones de calor extremo, en las plantaciones de tabaco de Estados Unidos. La mayoría aseguró haber enfermado durante el trabajo, sufriendo dolores de cabeza, vómitos, mareos, erupciones en la piel y otros síntomas. Muchos de estos síntomas concuerdan con la intoxicación aguda por nicotina, una enfermedad que se produce cuando los trabajadores absorben nicotina a través de la piel. Casi ninguno de los menores recibió capacitación de seguridad ni equipos de protección.
Los niños entrevistados por Human Rights Watch trabajaban en las plantaciones productoras de las variantes de tabaco burley y tabaco curado al humo, que en conjunto conforman la gran mayoría del tabaco cultivado en EE.UU.
Human Rights Watch ha instado a 10 de las empresas tabacaleras más grandes del mundo a que prohíban que los niños menores de 18 años desempeñen trabajos peligrosos en las granjas y en sus cadenas de suministro mundiales, incluida cualquier tarea que implique el contacto directo con el tabaco en cualquiera de sus formas. Las compañías globales de tabaco tienen la responsabilidad de establecer políticas claras que prohíban que los niños lleven a cabo trabajos peligrosos en sus cadenas de suministro, incluso a través de los requisitos contractuales con los productores de tabaco, dijo Human Rights Watch.
Los Principios Rectores de Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos reflejan la expectativa de que las empresas, incluidas las asociaciones empresariales, como los grupos de productores, deben respetar los derechos humanos, evitar la complicidad en los abusos y solucionarlos adecuadamente en caso de que se produzcan. Los principios rectores especifican que las empresas deben actuar con la debida diligencia mediante la creación de un sistema para identificar, prevenir, mitigar y dar cuenta de los efectos de sus actividades sobre los derechos humanos.
Human Rights Watch también instó al Congreso de Estados Unidos a promulgar leyes para proteger a los niños trabajadores agrícolas del trabajo peligroso en la agricultura, incluido el cultivo de tabaco. Un proyecto de ley presentado ante la Cámara de Representantes el 31 de julio enmendaría la legislación laboral estadounidense para prohibir el trabajo en el que niños menores de 18 años entran en contacto directo con plantas de tabaco y hojas secas de tabaco. El gobierno del presidente Barack Obama también debería adoptar medidas reglamentarias para prohibir que los niños realicen trabajos peligrosos en las plantaciones de tabaco, dijo Human Rights Watch.
Bajo la actual ley laboral estadounidense, los niños a partir de 12 años pueden ser contratados por horas ilimitadas, fuera del horario escolar, para trabajar en una granja de cualquier tamaño con permiso de los padres, y no hay edad mínima para que los niños trabajen en granjas pequeñas. En todos los demás sectores, los niños menores de 14 años no pueden trabajar, y los de 14 y 15 años solo pueden trabajar durante horas limitadas.
A los 16 años, los niños trabajadores agrícolas pueden hacer trabajos considerados peligrosos por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos. Los niños, en todos los demás sectores, deben tener 18 años para realizar trabajo peligroso. No hay restricciones adicionales sobre el trabajo infantil en el cultivo de tabaco, a pesar de la naturaleza peligrosa del mismo.
“Los productores de tabaco están indicando claramente que la contratación de niños no es esencial para el negocio del tabaco”, dijo Buchanan. “Las compañías globales de tabaco deberían reconocer que los productores pueden ser aliados en los esfuerzos de la industria para tomar medidas significativas para poner fin al trabajo infantil peligroso en el cultivo del tabaco”.