(Nueva York) –La investigación formal que ha puesto en marcha Francia contra el hijo mayor del presidente Teodoro Obiang Nguema, de Guinea Ecuatorial, por cargos de lavado de dinero sienta un importante precedente en la lucha global contra la cleptocracia, señaló hoy Human Rights Watch. Tribunales franceses emitieron la imputación contra Teodoro Nguema Obiang Mangue, más conocido como Teodorín, que ejerce como funcionario de alto rango en el gobierno de su padre y es considerado un posible sucesor de su padre, el 18 de marzo de 2014, informó RFI.
El gobierno de EE.UU. también ha presentado una demanda contra Teodorín, con la que busca la confiscación de más de US$70 millones en activos que presuntamente compró con fondos lavados.
“La investigación por parte de Francia de casos como el mencionado envía un fuerte mensaje de que los gobiernos extranjeros pueden hacer más para asegurar la integridad financiera de los países ricos en recursos naturales”, dijo Lisa Misol, investigadora principal de Negocios y Derechos Humanos de Human Rights Watch. “Con demasiada frecuencia, los fondos que pertenecen justamente al público se desvían para el beneficio personal y sin consecuencias”.
La acusación formal del tribunal francés parte de un caso que ha pasado a conocerse como la investigación de los “biens mal acquis” (bienes mal adquiridos). La investigación fue motivada por una denuncia presentada en 2009 por SHERPA, un grupo de derechos humanos, en nombre de Transparencia Internacional Francia en contra de varios dirigentes africanos que presuntamente utilizaron fondos públicos para comprar propiedades y bienes de lujo en Francia. Las autoridades francesas han confiscado y subastado los bienes de lujo adquiridos por Teodorín y emitieron una orden de arresto a nivel europeo contra él. Esta semana, las autoridades francesas levantaron la orden de arresto después de que Teodorín se entrevistara con ellos por videoconferencia, informó AP.
Guinea Ecuatorial es un país de África Occidental rico en petróleo pero con un nivel de corrupción rampante, así como tasas desproporcionadamente altas de pobreza teniendo en cuenta su riqueza per cápita. Los lujosos hábitos de vida y gasto globales de Teodorín contrastan con la dura realidad diaria que vive la mayoría de los habitantes de Guinea Ecuatorial. La mayoría carece de acceso confiable a servicios tan básicos como el agua potable y la electricidad.
Teodorín ha negado reiteradamente las acusaciones de corrupción y blanqueo de dinero a través de su abogado. El presidente Obiang y su gobierno también respaldan firmemente a Teodorín contra las acusaciones. Además, sostienen que Teodorín tiene inmunidad debido a los puestos de alto nivel concedidos por su padre.
Obiang primero nombró a Teodorín como embajador del país ante la UNESCO, con sede en París, y afirmó que el nombramiento le concedía inmunidad en Francia. A continuación, Obiang nombró a su hijo al cargo de segundo vicepresidente, un puesto no contemplado en la Constitución, y a uno de los 15 escaños en el Senado que el presidente selecciona personalmente en virtud de las enmiendas constitucionales de 2011.