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EE. UU. debe asumir el liderazgo contra las armas robóticas letales

Es importante que todas las naciones respalden y cumplan la moratoria de la ONU

(Ginebra) – Estados Unidos debería apoyar el llamamiento formulado por uno de los relatores especiales de las Naciones Unidas (ONU) para impedir el desarrollo de armas robóticas completamente autónomas. Una vez activadas, estas armas pueden seleccionar y atacar objetivos sin ninguna intervención humana adicional.

Por primera vez, los países debatirán sobre los desafíos que plantean las armas completamente autónomas, en ocasiones denominadas “robots de combate”, en el ámbito del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidasen Ginebra, el 29 de mayo de 2013.

“El informe de la ONU deja bien en claro que necesitamos poner freno a las armas completamente autónomas, o de lo contrario los civiles sufrirán las consecuencias en el futuro”, indicó Steve Goose, director de la división de armas de Human Rights Watch. “Estados Unidos y todos los demás países deberían apoyar e implementar el llamamiento de la ONU a detener cualquier proyecto sobre robots de combate que puedan tener en curso”.

El profesor Christof Heyns, Relator Especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha preparado un informe de 22 páginas sobre armas robóticas autónomas con efecto letal que se presentará durante la segunda sesión de Consejo de Derechos Humanos, programada para el 29 de mayo. El Consejo evaluará entonces cómo proceder en función de las recomendaciones formuladas en el informe, incluido el llamamiento a los países para que apliquen una moratoria inmediata respecto de este tipo de armas y trabajen para adoptar un acuerdo internacional donde se aborden numerosas cuestiones inquietantes identificadas en el informe.

En reconocimiento de los desafíos que generarían las armas completamente autónomas, el Departamento de Defensa de Estados Unidos emitió el 21 de noviembre de 2012 una directiva que, hasta el momento, exige que un humano esté “al tanto” de las decisiones que impliquen el uso de fuerza letal. Durante un plazo de hasta 10 años, la Directiva Número 3000.09 autoriza en forma general al Departamento de Defensa a desarrollar o utilizar únicamente sistemas completamente autónomos que no apliquen la fuerza letal, a menos que altos funcionarios de ese departamento cancelen dicha política. Se trata, en la práctica, de la primera moratoria sobre armas letales completamente autónomas a nivel mundial.

Si bien es una medida positiva, la directiva no ofrece una solución integral ni permanente a los posibles problemas que implican los sistemas totalmente autónomos, señaló Human Rights Watch. La política de autorrestricción que implica la directiva también sería difícil de mantener si otros países comienzan a emplear sistemas de armamento plenamente autónomos.

Durante la última década, el uso progresivo de vehículos armados no tripulados o teledirigidos (drones) ha modificado radicalmente los métodos de combate, y ha generado nuevos desafíos humanitarios y jurídicos, observó Human Rights Watch. El informe de la ONU reconoce que “aún no existen sistemas robóticos con capacidad plena para el ataque” a pesar de la falta de transparencia en la investigación y el desarrollo de estas armas. El informe enumera varios sistemas robóticos, con distintos grados de autonomía y potencial letal, que son utilizados por Estados Unidos, Israel, Corea del Sur y el Reino Unido. Se cree que otras naciones cuyas fuerzas militares cuentan con equipamiento de última generación, entre ellas China y Rusia, también estarían implementando sistemas que podrían dotar de plena autonomía a la maquinaria utilizada en combates.

El 19 de noviembre, Human Rights Watch y la International Human Rights Clinic de la Facultad de Derecho de Harvard presentaron el documento “Losing Humanity: The Case Against Killer Robots” (Perder la humanidad: razones para rechazar el uso de robots de combate), un informe de 50 páginas donde estas organizaciones alertan sobre los cuestionamientos jurídicos, éticos, en materia de política pública y de otra índole que plantean las armas completamente autónomas.

Human Rights Watch es el coordinador inicial de la Campaña contra los Robots de Combate (Campaign to Stop Killer Robots), una nueva coalición internacional integrada por organizaciones de la sociedad civil que promueve la prohibición preventiva de armas robóticas letales que puedan seleccionar y atacar objetivos sin ningún tipo de intervención humana. Esta prohibición debería acordarse a través de un tratado internacional y de leyes nacionales y otras medidas que consagren el principio según el cual el uso de la fuerza letal contra un ser humano debe ser efectuado, en todos los casos, por otro ser humano.

“Es posible detener la tendencia hacia la plena autonomía de las armas antes de que se transgredan ciertos límites morales y jurídicos, pero para ello es necesario empezar a establecer límites ahora”, señaló Goose. “La reacción pública inicial ante la posibilidad de que se desarrollen armas completamente autónomas ha sido de profunda preocupación. Estas armas deben ser rechazadas, ya que son irreconciliables con la conciencia pública”.
 

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