Excelentísimo Presidente Porfirio Lobo Sosa
Antiguo Edificio de Cancillería, Edificio José Cecilio del Valle
Boulevard Juan Pablo II
Tegucigalpa, Honduras
Estimado Señor Presidente Porfirio Lobo Sosa:
Human Rights Watch es una de las principales organizaciones internacionales dedicadas a defender y promover los derechos fundamentales de todas las personas. Investigamos y denunciamos violaciones a los derechos humanos en más de noventa países del mundo y procuramos que los responsables rindan cuentas por sus actos.
Hoy me dirijo a usted en nombre de Human Rights Watch para exhortarlo a garantizar una pronta y efectiva investigación sobre la serie de asesinatos de mujeres transgénero ocurridos recientemente en Honduras, así como a condenar en público la violencia verbal, física y sexual contra las lesbianas, los hombres gays y las personas transgénero.
En mayo de 2009, Human Rights Watch publicó un informe donde se documentaron todas las distintas formas de violencia de que son objeto las personas transgénero en Honduras, debido a su orientación sexual y/o identidad de género, así como la falta de acción e investigación policial en relación a estos casos. Desde entonces, se han denunciado 34 homicidios contra personas de la comunidad lésbica, gay, bisexual y transgénero (LGBT), que afectaron especialmente a mujeres transgénero; la propia comunidad acuñó el término transimicidios para referirse a los asesinatos de mujeres transgénero, dada la frecuencia de los mismos.
Si bien estos no son incidentes aislados, quisiera llamar su atención acerca de seis asesinatos concretos de mujeres transgénero ocurridos en los últimos dos meses. En casi todos estos casos, las mujeres asesinadas fueron previamente torturadas: estranguladas, apedreadas, apuñaladas y quemadas vivas, lo que indica que se trata de crímenes cuyo motivo es el prejuicio contra las víctimas. La policía todavía no ha arrestado a una sola persona vinculada con ninguno de estos casos.
Como es de su conocimiento, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), del que Honduras es signatario, afirma la igualdad de todas las personas. El Comité de Derechos Humanos de la ONU, fuente autorizada para la interpretación del PIDCP y la supervisión del cumplimiento de sus disposiciones por parte de los Estados, asevera que el Pacto protege contra la discriminación por "orientación sexual". La continuidad conceptual entre la "orientación sexual" y la "identidad de género" también ha sido señalada y abordada por varios organismos de la ONU. Asimismo, el 15 de noviembre de 2010, la Asamblea General de la ONU dio a conocer el borrador del informe del Grupo de Trabajo sobre el Examen Periódico Universal de Honduras, donde se establecen las conclusiones de varios países americanos y europeos de que Honduras debe proceder a adoptar políticas legales para proteger a sus grupos más vulnerables, incluyendo a las lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero, así como a investigar la violencia y los abusos, entre ellos los asesinatos, de que es objeto la comunidad LGBT. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos también ha expresado en fecha reciente su preocupación por la violencia contra la comunidad transgénero y ha pedido a Honduras que investigue y lleve a los responsables ante la justicia.
Le exhortamos a cumplir con las obligaciones contraídas por Honduras a través de los tratados regionales e internacionales antes mencionados, a hacer realidad la promesa de igualdad y no discriminación que establece la Constitución hondureña, y a transmitir un mensaje claro en cuanto a que los delitos cometidos contra la comunidad LGBT serán considerados asuntos serios por su gobierno, y los responsables serán llevados rápidamente ante la justicia.
Atentamente,
Boris O. Dittrich
Director Interino
Programa Derechos de las Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transgénero
Cc:
Óscar Álvarez Guerrero, Ministro de Seguridad