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Sudáfrica: Mejorar el acceso al cuidado de salud de los migrantes

Violencia xenófoba y discriminación ponen en peligro la salud de los inmigrantes

(Johannesburgo) - Los profesionales de la salud de Sudáfrica están poniendo en peligro la salud de la población extranjera en el país al negar sistemáticamente atención médica y tratamiento a los miles de solicitantes de asilo, refugiados y migrantes, señaló Human Rights Watch en un informe publicado hoy.  Los residentes de Sudáfrica nacidos en el extranjero, quienes son especialmente vulnerables a enfermedades y lesiones, se enfrentan a la violencia xenófoba, así como la discriminación sistemática en la obtención de atención básica.

El informe de 89 páginas "No Healing Here: Violence, Discrimination and Barriers to Health for MIgrants in South Africa" (Aquí no hay alivio: Violencia, discriminación y las barreras a la salud para los migrantes en Sudáfrica), describe cómo el hostigamiento, la falta de documentación y el temor creíble a la deportación evita que muchos recién llegados busquen tratamiento médico, a pesar de que la ley y la política de Sudáfrica especifican que los solicitantes de asilo, los refugiados y los migrantes tienen derecho a la atención médica.  Aquellos que sí buscan tratamiento reciben malos tratos e insultos por parte de los trabajadores de salud y se les niega el tratamiento o se les cobran cuotas ilegales.

 "Los migrantes que se dirigen a Sudáfrica son objeto de abusos durante el tránsito, se les ataca a su llegada y se les niega la atención cuando están heridos o enfermos", dijo Rebecca Shaeffer, investigadora de la división de Salud y Derechos Humanos de Human Rights Watch.  "El Gobierno de Sudáfrica debe asegurar que estas personas reciban la atención que necesitan y a la que tienen derecho en virtud de la Constitución del país".

 Human Rights Watch entrevistó a más de 100 inmigrantes, trabajadores de la salud y activistas para la producción de este informe.  Los migrantes que cruzaron la frontera con Zimbabue, por ejemplo, dijeron a Human Rights Watch que les resulta difícil obtener atención médica porque carecen de documentación, información básica y recursos financieros.  Los sobrevivientes de violaciones sexuales dijeron que están obligados a presentar informes ante la policía antes de recibir tratamiento médico de emergencia, pero que con frecuencia tienen demasiado miedo de la deportación para acatar este procedimiento.

 El Departamento de Salud de Sudáfrica ha afirmado los derechos de los solicitantes de asilo y refugiados a obtener atención a la salud, pero Human Rights Watch encontró que los trabajadores de la salud violan continuamente dicha disposición y discriminan a los pacientes en la base a su nacionalidad o falta de documentación adecuada.  Según el informe, discapacidades permanentes que resultan de la violencia xenófoba contra los migrantes se ven agravadas por la discriminación xenófoba en los centros de atención de la salud.

 Además, en los centros urbanos en todo el país, los refugiados, solicitantes de asilo y los migrantes suelen ser colocados en refugios temporales inseguros, resultando en un mayor riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas, la interrupción del tratamiento para las enfermedades crónicas y con frecuencia nutrición inadecuada.

 El retraso, la demora, o la negación del tratamiento médico a los migrantes amenaza con agravar más la sobrecarga del sistema de salud de Sudáfrica.  Cuando las enfermedades no son tratadas, se agravan o vuelven más resistentes a los medicamentos de primera línea, se desarrollan enfermedad previsibles, el tratamiento se vuelve más costoso y  las enfermedades transmisibles amenazan a los ciudadanos y a los extranjeros por igual.

 "La discriminación contra los extranjeros se ha institucionalizado en el sistema de atención de salud de Sudáfrica", dijo Shaeffer.  "La gente que busca atención médica no debe ser objeto de abusos".

 Mejorar todas las circunstancias que contribuyen a las malas condiciones de salud de los migrantes requerirá de la colaboración de numerosas agencias de Gobierno, dijo Human Rights Watch.  El informe recomienda cuatro categorías de reformas para mejorar la situación:

  • La protección contra la deportación: El Departamento de Asuntos del Interior debería aplicar el previsto permiso de dispensa especial de zimbabuenses, aliviando el temor a la deportación que sirve como una barrera importante para la atención de muchos migrantes indocumentados, especialmente zimbabuenses. El Departamento también debe garantizar que los solicitantes de asilo, refugiados y migrantes de Zimbabue no estén sometidos a la detención y deportación arbitraria o extra-legal.
  • La protección contra los ataques: El Servicio Policiaco de Sudáfrica debe mejorar la protección de los migrantes de la violencia delictiva oportunista cerca de la frontera de Zimbabue y de la violencia xenófoba en toda Sudáfrica. La policía también debe garantizar que las víctimas de violación no estén obligadas a contactar a la policía antes de recibir la atención médica necesaria.
  • Protección contra la discriminación: El Departamento de Salud debe hacer cumplir sus políticas de igualdad de acceso a través de una mejor formación, información y medidas de rendición de cuentas. Asimismo, debe desarrollar programas de prevención y tratamiento para las poblaciones móviles y migrantes, proporcionando un mejor acceso a información sobre salud y los derechos relacionados, así como iniciativas de tratamiento a través de las fronteras.
  • Mejor información: El Gobierno debe mejorar la recopilación de datos sobre el número de migrantes en Sudáfrica, sus necesidades de salud y los costos de su cuidado. Los presupuestos y la planificación debe responder a las necesidades sobre el terreno, y los proveedores que sirven a un gran número de migrantes informales deberían obtener el apoyo que necesitan.

 "El sistema de salud de Sudáfrica está sobrecargado tratando de satisfacer las necesidades de todos sus residentes, pero la discriminación contra los migrantes no es la manera de equilibrar los presupuestos",  dijo Shaeffer.

 Testimonios de refugiados y solicitantes de asilo:

 "La xenofobia está todavía aquí - sólo que ahora vive en el hospital."  - Sefu, un refugiado desplazado por la violencia xenófoba a quien se le negó atención medica en el Hospital General de Johannesburgo.

 "Me robaron [y] asaltaron. La gente en la calle se limitó a observar. Fui a la clínica de Hillbrow. Pedí una radiografía, pero me dijeron, 'No, eso no es para los extranjeros. Regresa a Zimbabue si quieres rayos X'.  Volví cuatro veces, pero siempre fue: 'No mi amigo. Eso es para los sudafricanos'". - Trevor, un solicitante de asilo en Johannesburgo.

 "En el hospital me dijeron: ‘Este no es su país, no podemos tratarlo', y me corrieron. Salí del hospital y me fui a otra clínica. Una doctora decía: ‘Sólo trátalo', pero otros decían, ‘No lo trates'.  Algunos dijeron que yo era un ser humano y merecía tratamiento, y otros la contradijeron frente a mí".  - Said, refugiado somalí desplazado por la violencia xenófoba.

 "Fui al hospital de Johannesburgo porque sentí que tenía tuberculosis. Estaba tosiendo y perdiendo peso. Me dijeron que fuera a Hillbrow. En Hillbrow dijeron: 'No nos gusta los extranjeros, son ladrones'.  Escuché a algunas de las enfermeras decir 'No nos gusta aquí. Este hospital es para los sudafricanos'".- Kelvin, solicitante de asilo zimbabuense en Johannesburgo.

 "Es cierto que tratan mal a todo el mundo en los hospitales públicos, pero es peor para los que no son ciudadanos. Los extranjeros esperan aún más tiempo que nosotros. Las actitudes de los trabajadores de la salud son un problema. Se molestan con las barreras del lenguaje, y no parecen dispuestos a ayudar. La mayoría de las clínicas no tienen intérpretes, por lo que los médicos sólo te hará preguntas que puedas responder con sí o no, y no llegarán al fondo de las cosas. Se aprovechan de la falta de conocimiento de los extranjeros sobre sus derechos, y les dirán que se vayan a otra parte ".  - Eva, ciudadana de Sudáfrica casada con un refugiado congoleño.

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