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La Unión Europea debe cubrir el vacío de liderazgo global en materia de derechos humanos al adoptar políticas firmes y basadas en principios, en lugar de buscar unanimidad en detrimento de la efectividad, señaló hoy Human Rights Watch con motivo de la presentación de su Informe Mundial 2007.

Hoy se cumplen cinco años desde que Estados Unidos envió a los primeros detenidos a Guantánamo. El gobierno de Bush ha demostrado ampliamente su incapacidad para liderar la causa de los derechos humanos, mientras que China y Rusia están acercándose a tiranos en su búsqueda de recursos e influencia. En lugar de asumir la responsabilidad del liderazgo, la estrategia de la Unión Europea está envuelta en procesos que dan más importancia a la unanimidad y la rotación interna que a la proyección efectiva de su influencia para proteger los derechos humanos, señala la introducción de este informe de 556 páginas.

“Dado que Estados Unidos no puede ofrecer un liderazgo creíble en materia de derechos humanos, los países europeos deben tomar las riendas”, señaló Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch. “En cambio, la Unión Europea está dando batallas mucho menos importantes que las que podría dar”, agregó.

Human Rights Watch lamentó la “estrategia del mínimo denominador común” que están siguiendo los estados miembros de la UE en la protección de derechos, conforme a la cual los gobiernos partidarios del acomodamiento arrastran a un nivel inferior a aquellos que defienden medidas más firmes contra las violaciones graves a los derechos humanos. Algunos ejemplos de esta estrategia son la retractación de la UE de las sanciones impuestas después de la masacre de mayo del 2005 en la ciudad uzbeca de Andijan, así como su débil respuesta al golpe de estado del 2005 en Nepal. Similarmente, mientras los gobiernos abusivos se aliaron para bloquear la adopción de medidas efectivas por parte del nuevo Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la obsesión por el detalle y la necesidad de consenso debilitaron la capacidad de respuesta de la UE.

Human Rights Watch instó a Alemania, que asumió la presidencia rotativa de la UE el 1° de enero, a dar pasos decididos hacia una política exterior de la UE más efectiva, transparente y basada en principios, con el fin de proteger los derechos humanos.

Human Rights Watch urgió a la UE a que modifique su sistema de presidencias rotativas cada seis meses, ya que socava todo intento de consolidación o desarrollo de experiencia en un tema. La influencia de la UE mejoraría considerablemente si los mismos gobiernos se mostraran preocupados por las mismas cuestiones año tras año, lo cual demostraría una continuidad de las preocupaciones y una determinación de mantener el curso. Alemania debe construir sobre la base de su experiencia con Irán y Somalia, por ejemplo, para introducir nuevas “troicas de efectividad” que sustituyan la confusión actual de las troicas de liderazgo a corto plazo. “El tamaño de la UE debe ser un activo, no un obstáculo, para la acción efectiva en derechos humanos”, señaló Roth.

El informe identifica muchos problemas de derechos humanos que necesitan atención urgente. La situación en Irak ha degenerado en un derramamiento de sangre sectario y político, donde los civiles son las principales víctimas. Los gobiernos despiadadamente represivos de Corea del Norte, Birmania y Turkmenistán privan a su pueblo de dignidad y derechos fundamentales. Persisten las dictaduras en Arabia Saudita y Siria. China está retrocediendo. Rusia y Egipto están dificultando la labor de las organizaciones no gubernamentales. Irán y Etiopía están silenciando a las voces disidentes. Robert Mugabe prefiere llevar a Zimbabwe a la ruina que tolerar la oposición política. La guerra civil revive en Sri Lanka y se intensifica en Afganistán y Somalia, a la vez que continúa el conflicto en Colombia. Israel realizó ataques indiscriminados en el Líbano y llenó el sur del Líbano de bombas de racimo durante su guerra contra Hizbulá. Por su parte, Hizbulá atacó ciudades israelíes sin hacer distinción entre objetivos militares y civiles.

Según Human Rights Watch, no hay una situación más acuciante que la sangrienta crisis en Darfur, con más de 200.000 muertos, aproximadamente dos millones de desplazados y alrededor de cuatro millones de personas que dependen de la asistencia alimentaria internacional. El conflicto ahora está desestabilizando a Chad y a la República Centroafricana.

“Los civiles en Darfur están constantemente siendo atacados y el conflicto se está propagando a través de las fronteras de Sudán. Sin embargo, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU no han logrado más que un montón de resoluciones que no fueron implementadas”, señaló Roth.

Los abusos de Estados Unidos contra los detenidos por la “guerra contra el terrorismo” siguen siendo una preocupación importante. En septiembre, el Presidente George W. Bush llegó a defender las prisiones clandestinas de la CIA y la tortura, refiriéndose a ella eufemísticamente como “una serie de procedimientos [de interrogación] alternativos”. Human Rights Watch instó a Estados Unidos a cerrar el centro de detención en Guantánamo, señalando que hace ya mucho tiempo que tenía que haberse juzgado o puesto en libertad a quienes siguen detenidos allí. Alemania y otros países europeos deberían acoger a algunos de los detenidos que, según las autoridades estadounidenses, pueden salir en libertad pero no pueden regresar a sus países de origen por temor a ser perseguidos.

Human Rights Watch constató algunos acontecimientos positivos en el hemisferio sur, entre ellos el apoyo de los líderes africanos a los juicios por violaciones a los derechos humanos contra Charles Taylor, ex Presidente de Liberia, y contra Hissène Habré, ex Presidente de Chad; así como el respaldo de América Latina a la Corte Penal Internacional. No obstante, también instó a las democracias del sur a que se esfuercen más en la defensa de los derechos humanos, adoptando medidas tales como distanciarse de los líderes regionales abusivos con el fin de desempeñar un papel más constructivo en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

“Dado que muchas nuevas democracias del hemisferio sur han surgido después de períodos de represión extrema, ya sea el colonialismo, el apartheid o las dictaduras, podrían tener especial autoridad moral para hablar sobre derechos humanos”, señaló Roth. “Sin embargo, pocas de ellas han mostrado la coherencia y el compromiso necesarios para convertirse en verdaderos líderes de la causa de los derechos humanos”, agregó.

El Informe Mundial 2007 de Human Rights Watch contiene el análisis sobre los acontecimientos relacionados con los derechos humanos ocurridos en más de 75 países durante el 2006. Además de una introducción sobre la Unión Europea, el informe también incluye ensayos sobre la libertad de expresión desde el 11 de septiembre, la terrible situación de las trabajadoras domésticas migrantes y una agenda de derechos humanos para Ban Ki-moon, el nuevo Secretario General de la ONU.

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