Al menos 11 de los detenidos por sospecha de pertenecer a al-Qaeda han "desaparecido" en manos de Estados Unidos. Los funcionarios estadounidenses mantienen a los detenidos en lugares secretos, donde, según se ha informado, algunos han sido torturados.
El informe de 46 páginas, titulado "Los 'Desaparecidos' de Estados Unidos: Los 'Detenidos Fantasma' a Largo Plazo de la CIA", señala que la Agencia Central de Inteligencia está privando de la libertad a presuntos miembros de al-Qaeda en "lugares secretos" al parecer fuera de los Estados Unidos, sin informar a sus familiares, sin autorizar el acceso a miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja ni permitir la supervisión del tratamiento carcelario y, en algunos casos, sin reconocer su estado de detenidos.
"Las 'desapariciones' fueron un abuso característico de las dictaduras militares latinoamericanas en la 'guerra sucia' contra la presunta subversión," señaló Reed Brody, consejero especial Human Rights Watch. "Ahora se han convertido en la táctica de los Estados Unidos en su combate contra al-Qaeda," agregó.
De acuerdo con el derecho internacional, la desaparición forzada se produce cuando la persona es privada de su libertad y la autoridad que la retuvo se niega a revelar su paradero o a reconocer su detención, lo cual deja a los detenidos fuera de la protección de la ley.
En el informe se menciona el caso de 11 de dichos prisioneros "desaparecidos." Entre ellos se encuentran Khalid Shaikh Muhammad, presunto arquitecto principal de los atentados del 11 de Septiembre; Abu Zubayda, aparentemente un estrecho colaborador de Osama bin Laden, Ramzi bin al-Shibh, quien de no haber sido rechazada su visa de entrada a los Estados Unidos podría haber sido uno de los secuestradores del 11 de Septiembre; y Hambali, aliado clave de al-Qaeda en el Sudeste de Asia. Se ha informado de que algunos que, como Khalid Shaikh Muhammed, han sido torturados durante la detención.
Funcionarios estadounidenses han manifestado que muchos detenidos han ofrecido información de inteligencia valiosa que ha servido para frustrar planes y salvar vidas. También se ha informado que algunos han mentido bajo presión para complacer a sus captores. Por ejemplo, el detenido "fantasma" Ibn al-Shaikh al-Libi, cuya versión fue presentada posteriormente por el Secretario de Estado Colin Powell ante las Naciones Unidas, habría inventado que Irak ofreció entrenamiento sobre "venenos y gases letales" a al-Qaeda.
Los tratados internacionales ratificados por los Estados Unidos prohíben la detención incomunicada de personas en lugares secretos. Los Convenios de Ginebra exigen que el Comité Internacional de la Cruz Roja tenga acceso a todos los detenidos y que se facilite información sobre los detenidos a sus familiares. De acuerdo con el derecho internacional de los derechos humanos, los detenidos tienen que permanecer en sitios de reclusión reconocidos y deben estar en capacidad de comunicarse con sus abogados y familiares.
Human Rights Watch apeló a los Estados Unidos para que someta a todos los detenidos, independientemente del lugar de reclusión, al amparo de la ley. En concreto, reclamó al gobierno permitir el acceso sin trabas del Comité Internacional de la Cruz Roja a todos los detenidos como resultado de operaciones antiterroristas.
"Los culpables de crímenes graves deben ser llevados ante la justicia para un juicio justo," dijo Brody. "Si Estados Unidos adopta la estrategia de la tortura y la 'desaparición' de sus oponentes, abandonará sus ideales y sus obligaciones internacionales y se convertirá en un país inferior."