La soberanía nacional es actualmente un obstáculo menos importante para poner freno a los crímenes de derechos humanos que en años anteriores, dijo Human Rights Watch hoy en su estudio anual de la situación global.
"El año 1999 será recordado como el año en que la soberanía cedió en lugares donde se estaban cometiendo crímenes de lesa humanidad," dijo Kenneth Roth, Director Ejecutivo de Human Rights Watch. Señaló que la presión internacional sostenida ha obligado al gobierno indonesio a consentir el despliegue de tropas extranjeras en Timor Oriental, cuando el ejército indonesio no detuvo los derramamientos de sangre. Durante este año, las reivindicaciones de la soberanía nacional de los generales indonesios, al igual que las del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic en Kosovo han perdido su legitimidad tras la comisión de graves violaciones a los derechos humanos.
"Dependemos habitualmente de los estados soberanos para la defensa de los derechos humanos," dijo Roth. "Pero la soberanía no puede utilizarse como escusa para evitar los compromisos en materia de derechos humanos." Aunque lamentó la necesidad de una intervención militar, Roth alabó la decisión de revocar las demandas de protección bajo el manto de la soberanía nacional por parte de tiranos y criminales de guerra.
Human Rights Watch advirtió, sin embargo, que el empleo de la fuerza militar para resarcir los crímenes de lesa humanidad, como en el caso de la intervención de la OTAN en Kosovo este año, demuestra asimismo la falta de respuesta a los primeros indicios de graves abusos a los derechos humanos. La organización anunció que las graves violaciones cometidas en países tales como Colombia, Burundi y la provincia de Aceh en Indonesia podrían desembocar en crisis importantes si no se atienden inmediatamente estos problemas mediante la presión política y económica.
Roth señaló asimismo que los gobiernos que emplean la fuerza militar en nombre de los derechos humanos deberían estar sometidos a una estrecha supervisión, tanto de sus métodos bélicos como de los objetivos que buscan alcanzar. "Los derechos humanos no deben servir como pretexto para otras causas," dijo Roth.
Roth presentó el "Informe Anual 2000" de Human Rights en una conferencia de prensa celebrada hoy en el National Press Club de Washington, D.C. El informe de 517 páginas se ocupa de la situación de los derechos humanos en 68 países, entre ellos Estados Unidos.
Como ejemplo adicional de la derrota de la soberanía nacional cuando se producen crímenes de lesa humanidad, Roth observó que muchas personas acusadas de graves violaciones a los derechos humanos están siendo juzgadas fuera de sus países de origen, lo que supone un triunfo del principio de "jurisdicción universal." El General Augusto Pinochet, que se enfrenta a un juicio de extradición en Gran Bretaña, es el ejemplo más conocido, pero también se han formulado cargos en el extranjero contra muchas otras personas acusadas de participar en los genocidios bosnio y ruandés.
"Pinochet está siendo procesado en el extranjero porque los tribunales nacionales de Chile no lo han hecho," dijo Roth. "Se trata de una verdadera victoria de la justicia."
Los tribunales internacionales para los crímenes de guerra cometidos en Ruanda y la antigua Yugoslavia han detenido a un número cada vez mayor de personas. Este año, el segundo de ellos ha adoptado la medida significativa de formular cargos por crímenes de guerra contra un jefe de Estado en funciones, el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic.
A pesar de la oposición del gobierno estadounidense, un número creciente de países está firmando el tratado para una corte penal internacional, que constituirá un instrumento fundamental para la protección de los derechos humanos. "A pesar de lo que piensen en Washington, no hay duda de que la corte será establecida," dijo Roth. "La única cuestión es cuándo."
Human Rights Watch ha respaldado la declaración del Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, en el sentido de que las autoridades se exponen al procesamiento si no ponen fin a los crímenes de lesa humanidad en sus países o no permiten que otros países lo hagan. No obstante, la organización ha criticado las misiones de la ONU en muchos países, tales como Angola y Sierra Leona, por no haber respondido con suficiente contundencia cuando las violaciones a los derechos humanos llevaron a estos países a la guerra.
Human Rights Watch es una organización internacional de defensa de los derechos humanos con sede en Nueva York. Esta financiada totalmente por contribuciones de particulares y fundaciones, y no recibe ningún apoyo financiero de gobierno alguno.