Skip to main content
Done ahora

Es hora de hacer frente al colapso en Haití

Boletín informativo, 11 de diciembre de 2024

El lema de las redes sociales #HaitiCantWait se exhibe mientras el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, participa en reuniones de alto nivel con un grupo asesor sobre Haití en la sede de las Naciones Unidas el 23 de septiembre de 2024.  © 2024 Sean Kilpatrick/The Canadian Press vía AP

El colapso del orden en Haití es tan catastrófico que Human Rights Watch pide al Consejo de Seguridad de la ONU que autorice y despliegue urgentemente una misión completa de la ONU en el país.

Esto no es algo que hagamos todos los días en todas partes, sobre todo cuando se trata de un país como Haití, con un historial problemático de misiones anteriores de la ONU. Repasemos nuestro razonamiento.

Ante todo, la situación en Haití es realmente espantosa.

Los haitianos están a merced de grupos criminales cada vez más organizados y coordinados, implicados en el tráfico de armas, drogas y personas. Sólo este año, los grupos criminales han asesinado a casi 5.000 personas. Unas 4.000 niñas y mujeres han denunciado violencia sexual, incluidas violaciones en grupo.

Más de 700.000 haitianos -el 25% de ellos niños- están desplazados internamente. La mitad de la población haitiana tiene dificultades para comprar alimentos, lo que la convierte en uno de los países del mundo con mayor inseguridad alimentaria.

Los grupos delictivos controlan actualmente alrededor del 85% de la capital, Puerto Príncipe, y su área metropolitana. También han extendido su control a otras partes del país.

Sus actividades son tan amplias que podrían tener importantes consecuencias para la paz y la seguridad más allá de Haití, en toda la región del Caribe.

Uno de los principales problemas es que la policía haitiana está desbordada. Están mal equipados y carecen de personal suficiente. Además, algunos agentes están implicados en graves abusos o tienen vínculos con grupos delictivos.

La misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS), cuyo objetivo era intentar ayudar a la policía, también está desbordada.

Financiada en gran parte por Estados Unidos y dirigida por Kenia, la MSS sigue en estado de predespliegue debido a la escasez tanto de dinero como de personal. Necesitaba 600 millones de dólares para su primer año de operaciones, pero sólo se le asignaron 97,4 millones. Esperaba desplegar 2.500 agentes, pero sólo tiene unos 400.

Lo que el pueblo haitiano reclama es un compromiso firme de la comunidad internacional.

El SMS está técnicamente autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU, pero no es, en sentido estricto, una misión de las Naciones Unidas. Si se transformara en lo que pide HRW, una misión de la ONU de pleno derecho, ganaría mucho.

Se beneficiaría de la financiación mediante contribuciones de todos los Estados miembros. Podría aprovechar la experiencia y las herramientas de que dispone la ONU para este tipo de misiones, incluida la investigación de los derechos humanos. Además, se coordinaría con las agencias de la ONU ya presentes en el país para proporcionar una respuesta más conjunta al colapso general de Haití.

A diferencia de la SMS, una misión de la ONU en toda regla podría tener un mandato más sólido y completo para abordar las diversas dimensiones de la crisis, incluida la necesidad de restaurar el Estado de derecho, la gobernanza democrática y el acceso a las necesidades básicas.

Esta misión debe verse como una oportunidad para abordar los fracasos del pasado. Debe avanzar en la reparación de los abusos cometidos durante anteriores intervenciones internacionales y garantizar la existencia de mecanismos que promuevan la rendición de cuentas para reconstruir la confianza pública.

A finales del mes pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió al Secretario General de la ONU, António Guterres, que presentara recomendaciones "de nivel estratégico" sobre el papel que podría desempeñar la ONU para ayudar a abordar la crisis humanitaria, económica y de seguridad en Haití.

Guterres debe actuar con rapidez e impulsar un plan para transformar el SMS en una misión de la ONU de pleno derecho, que evite los errores de las anteriores operaciones de la ONU en el país. El pueblo de Haití no puede esperar.

Your tax deductible gift can help stop human rights violations and save lives around the world.

Región / País

Las más vistas