Carta conjunta de la sociedad civil al CDH sobre Rusia

24 de septiembre de 2022

A los Representantes Permanentes de los Estados Miembros y Estados Observadores del Consejo de Derechos Humanos de la ONU

De nuestra mayor consideración

Federación Rusa: El Consejo de Derechos Humanos debe actuar con urgencia ante la grave situación de los derechos humanos en Rusia

Nos dirigimos a usted para instar a su delegación a que respalde a los defensores, activistas y organizaciones de la sociedad civil de Rusia apoyando la resolución durante el 51.º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH51) con respecto al establecimiento de la figura de un Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en Rusia.

En los últimos años, las autoridades rusas han llevado a cabo una campaña sistemática de represión de los derechos humanos y de restricción del espacio cívico, entre otras cosas, al cerrar medios independientes, intimidar y hostigar a defensores de derechos humanos y activistas, prohibir protestas pacíficas e imponer restricciones inadmisibles a la actividad de organizaciones de la sociedad civil independientes en el país, incluidas aquellas que promueven la justicia y los recursos efectivos por violaciones de derechos humanos.

Entre los defensores de derechos humanos, activistas y organizaciones de la sociedad civil que son blanco de las acciones de las autoridades rusas se incluyen aquellos que promueven elecciones libres e imparciales, los derechos humanos de las mujeres y los derechos de minorías religiosas, étnicas, sexuales y de género, así como los que combaten la persecución por motivos políticos y la corrupción y la degradación ambiental. En los últimos meses, la intimidación, el acoso y los ataques han alcanzado niveles sin precedentes. Nunca ha sido más difícil o peligroso para los defensores de derechos humanos, los activistas y las organizaciones de la sociedad civil operar en la Federación Rusa postsoviética. En el día de hoy, expresamos nuestra solidaridad a un número creciente de defensores de derechos humanos, activistas y organizaciones de la sociedad civil rusos que instan a que se establezca un Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en Rusia.

Desde que, en marzo de 2022, se adoptó un ley sobre censura que criminaliza la propagación de supuestas “noticias falsas” y la cobertura periodística independiente del conflicto armado de Rusia con Ucrania, las autoridades bloquearon el acceso a decenas de medios independientes e iniciaron numerosas causas penales contra defensores de derechos humanos, activistas de base, conocidos blogueros independientes, periodistas y políticos opositores, entre ellos Vladimir Kara-Murza, y más de 1.250 causas administrativas en toda Rusia. También se inician causas penales falseadas contra personas que se manifiestan contra la guerra sobre la base de otros cargos, como la figura penal de gamberrismo. Se ha detenido a más de 15.000 manifestantes que protestaban contra la guerra. Las autoridades han instrumentalizado leyes contra el extremismo y el terrorismo para impulsar causas penales amañadas contra disidentes. Muchas personas, entre ellas el referente opositor Alexei Navalny, siguen encarceladas por motivos políticos.

Las políticas cada vez más represivas de la Federación Rusa, sumadas a la exclusión del país del Consejo de Europa —las víctimas de nuevas violaciones de derechos humanos perpetradas por la Federación Rusa a partir del 17 de septiembre perdieron la protección al amparo del Convenio Europeo de Derechos Humanos— y su aislamiento diplomático respecto de los Estados que apoyan los derechos humanos y a la sociedad civil en Rusia, dificultan progresivamente la posibilidad de organizaciones de la sociedad civil, defensores de derechos humanos y activistas rusos de interactuar con la comunidad internacional, y no hay perspectivas de que esto cambie. Si no existe un apoyo contundente y genuino, así como un mecanismo de monitoreo, las organizaciones de la sociedad civil rusa independientes seguirán estando en una situación de aislamiento y exposición peligrosa.

Ante el agravamiento de la represión, los límites a las operaciones de las organizaciones de la sociedad civil independientes y el cercenamiento del espacio cívico, es crucial que se lleve a cabo un monitoreo riguroso de la situación de los derechos humanos en Rusia. El establecimiento de un mandato de un Relator Especial específico para este tema permitiría recabar información de manera independiente y analizar la situación de los derechos humanos en Rusia, y posibilitaría que se transmitan a los miembros del Consejo de Derechos Humanos informes detallados y autorizados, y que estos formulen recomendaciones sobre cómo mejorar una situación de derechos humanos que empeora rápidamente en el país. Un Relator Especial también podría ser un punto de contacto para los defensores, activistas y organizaciones de la sociedad civil de Rusia, dentro de la infraestructura de derechos humanos de la ONU y en un momento en que tal papel resulta imperioso. La figura del Relator Especial sería una voz independiente importante que podrá pronunciarse contra el endurecimiento de las restricciones a los derechos humanos en Rusia y en nombre de quienes enfrentan intimidación, acoso y represalias por su activismo o su trabajo en derechos humanos.

Si bien es importante que continúe la labor de los Procedimientos Especiales temáticos existentes con respecto a la situación de la Federación Rusa dentro del ámbito de sus respectivos mandatos, es fundamental que exista un experto individual que pueda agrupar las distintas cuestiones y abordar la situación de manera integral, y que además pueda tratar más de lleno con las autoridades rusas y con defensores de derechos humanos, activistas y organizaciones de la sociedad civil.

Contamos con que su delegación pueda expresar solidaridad con los defensores de derechos humanos, activistas y organizaciones de la sociedad civil independiente apoyando una resolución que establezca un mandato de Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en Rusia.

Firman cordialmente: