La simple respuesta a una sencilla solicitud de un colega de Human Rights Watch para obtener ejemplos de la retórica intolerante de los líderes europeos nos llevó a una conclusión inevitable: el discurso racista, xenófobo, antiinmigrante y antimusulmán ahora es parte de la política cotidiana en Europa.
En un breve video publicado hoy, incluimos declaraciones desde el año 2015 de líderes de Austria, Bélgica, la República Checa, Francia, Alemania, Hungría, Italia, los Países Bajos, Noruega, Polonia, Eslovaquia, Suecia y el Reino Unido. No todos son de populistas radicales de derecha, y podríamos haber agregado muchos más.
Instead of tamping down intolerance, European leaders are fanning the flames of hate #EuropeStandUpToHate https://t.co/G9wKYm8pIj pic.twitter.com/eJxj40SO1q
— Ben Ward (@Benjamin_P_Ward) March 6, 2018
Lo verdaderamente inquietante es lo normal y esperado que parecen muchos de ellos. Son tan familiares en nuestra política ahora que, cuando leemos las palabras en un periódico o en Twitter, o las escuchamos en la radio, nos inclinamos a encogernos de hombros y descartar el discurso como simple retórica.
Eso sería un error.
Las partidos políticos que propugnan políticas xenófobas, antiinmigrantes y antimusulmanas gozan de apoyo en muchas partes de Europa. En algunos países, ahora son parte de coaliciones de gobierno. E incluso cuando no están en el gobierno, están moldeando el debate político como lo hizo el Partido por la Libertad en las elecciones holandesas de 2017.
La paulatina normalización de esta aborrecible retórica no está cayendo al vacío. El nuevo Informe mundial de Human Rights Watch señala que en 2017:
El sentimiento y la violencia racistas, xenófobos y antimusulmanes persistieron en toda la UE. Los musulmanes experimentaron hostilidad e intolerancia generalizadas. El antisemitismo, incluidos los crímenes de odio, sigue siendo una gran preocupación.
Recientes encuestas de opinión en toda Europa sugieren que la migración y el terrorismo son las principales preocupaciones globales entre los votantes. Entonces, los políticos evitan abordar esos asuntos en su riesgo electoral.
Pero un liderazgo real significa involucrarse en el debate de políticas sobre desafíos complejos sin soluciones simplistas. Significa reconocer la verdad expresada en el poema de Martin Niemöller "Primero llegaron ..." que demoniza grupos impopulares y dirige hacia un camino oscuro que pone en riesgo los derechos de todos.
En el continente de Auschwitz y Srebrenica, necesitamos líderes que comprendan cuán rápidamente el odio puede envolver a nosotros y a la defensa que brinda la solidaridad, el respeto de los derechos humanos universales y el estado de derecho.