(Sacramento) – Una histórica ley de California que concede a miles de jóvenes delincuentes la oportunidad de obtener la libertad condicional reconoce finalmente el potencial de los internos para madurar y rehacer sus vidas, dijo hoy Human Rights Watch. El 3 de octubre de 2015, el gobernador Jerry Brown aprobó el proyecto de ley del Senado SB 261, con lo que más de 12.000 presos en California podrían ser elegibles para estas reducciones de las penas.
“La nueva ley de California reconoce que los adultos jóvenes que han cometido un delito siguen desarrollándose de maneras que todavía hacen que un cambio verdadero sea posible”, dijo Elizabeth Calvin, defensora sénior de derechos del niño de Human Rights Watch. “Esta ley les brinda a los jóvenes delincuentes encarcelados la esperanza y la motivación para trabajar duro con el objetivo de conseguir la libertad condicional”.
En 2014, California estableció un proceso de libertad condicional para adolescentes delincuentes que tenían menos de 18 años en el momento de cometer el delito pero que fueron juzgados como adultos y condenados a una sentencia de adultos. Esa ley ofrece la posibilidad para que varios miles de jóvenes delincuentes que se encuentran actualmente encarcelados en prisiones de Californias puedan pedir antes una revisión de su sentencia. Hasta ahora, aproximadamente 250 han sido considerados como adecuados para la libertad condicional. La nueva ley amplía la elegibilidad bajo el estatuto de 2014 desde los 18 años en el momento de cometer el delito a 22.
El proceso de libertad condicional para un delincuente juvenil requiere una fuerte evidencia de rehabilitación, pero también requiere que el panel de libertad condicional tenga en cuenta que los jóvenes aún están en desarrollo y que su nivel de culpabilidad es inferior a los adultos más mayores. La extensión de la ley hasta los 22 años refleja las conclusiones de investigaciones neurocientíficas que demuestran que el cerebro todavía se está formando aproximadamente hasta los 25 años, y de varios casos recientes de la Corte Suprema de California y de Estados Unidos que fallaron que los menores tienen menos responsabilidad por sus acciones que los adultos y mayores perspectivas de rehabilitarse.
La nueva ley hace que los individuos que tenían entre 18 y 22 años en el momento de cometer el delito puedan optar a libertad condicional como delincuentes juveniles. Es probable que más del 10 por ciento de la población carcelaria actual del estado sea elegible para una audiencia de libertad condicional como delincuente juvenil.
Desde 2004, Human Rights Watch ha realizado numerosas entrevistas y ha llevado a cabo un profundo análisis de datos para investigar el uso de sentencias de prisión extremas para personas menores de 18 años en Estados Unidos, incluyendo la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. También examinó las circunstancias y las condiciones de reclusión de los jóvenes condenados a cadena perpetua sin libertad condicional en todo el país, particularmente en California y Colorado.
Esta investigación encontró marcadas disparidades raciales en la imposición de penas: los jóvenes negros cumplían cadena perpetua sin libertad condicional a una tasa per cápita 10 veces mayor que la de los jóvenes blancos. Human Rights Watch ha trabajado para poner fin a las penas desproporcionadas para los jóvenes y para detener la transferencia injusta de los jóvenes desde el sistema juvenil a los tribunales de adultos.
“El efecto de esta nueva ley no debe ser subestimado”, dijo Calvin. “Miles de jóvenes entraron en las prisiones de California creyendo que nunca iban a salir. Esta ley les dice que tienen una oportunidad real si trabajan duro en su rehabilitación. La esperanza es una poderosa herramienta para el cambio”.