(Washington, DC) – Estados Unidos no ha cumplido con su compromiso de implementar las garantías claves de la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (ICERD), señaló hoy Human Rights Watch. Está previsto que Estados Unidos, que avaló el tratado en 1994, se presente ante el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial el 13 y 14 de agosto de 2014 en Ginebra, a fin de someterse a un examen periódico de su situación.
En la presentación de 22 páginas entregada al Comité, Human Rights Watch documentó casos de discriminación en el sistema de justicia penal, en los que se aprecia una desigualdad en el trato que reciben los jóvenes en los tribunales para adultos según su pertenencia racial, disparidad en la persecución de delitos vinculados con drogas y un sistema de pena capital que guarda nexos con cuestiones raciales.
“Estados Unidos solo está abordando parcialmente los temas raciales en su sistema de justicia penal”, indicó Antonio Ginatta, director de incidencia del programa sobre Estados Unidos de Human Rights Watch. “Si bien trabaja para superar situaciones de discriminación deliberada, ha descuidado la implementación de medidas que corrijan las políticas que provocan disparidades raciales evidentes”.
La ICERD, de la cual son parte 177 países, exige a los gobiernos prohibir toda distinción por motivos de raza u origen nacional o étnico que tenga “por objeto o por resultado” menoscabar los derechos humanos de una persona. Una violación puede suscitarse incluso cuando no haya intención de perjudicar a miembros de una determinada raza o etnia.
Human Rights Watch documentó diversos resultados racialmente desiguales asociados con políticas estadounidenses que no tenían un objeto discriminatorio evidente:
- A pesar de que los índices de consumo de drogas son similares entre personas caucásicas y afroamericanas, estas últimas son arrestadas por delitos vinculados con drogas en una proporción muy superior a la población caucásica, tienen mayores probabilidades de recibir condenas y suelen obtener penas más prolongadas;
- En 2014, la mitad de todas las personas ejecutadas en Estados Unidos eran afroamericanas, a pesar de que constituyen tan solo el 13 por ciento de la población del país;
- Las leyes que niegan garantías laborales al sector de agricultura tienen un impacto desproporcionado en los menores hispanos en Estados Unidos; y
- La decisión de los estados sureños de EE. UU. de rechazar la expansión de Medicaid ha afectado desproporcionadamente a la población afroamericana, de la cual el 57 por ciento vive en el sur del país.
Human Rights Watch también documentó prácticas de discriminación basadas en criterios raciales, religiosos y étnicos contra miembros de la comunidad musulmana estadounidense por parte del Buró Federal de Investigaciones (Federal Bureau of Investigation, FBI) y contra integrantes de la población hispana por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (US Customs and Border Protection Agency).
“El desafío de erradicar el flagelo de la discriminación racial es determinante para Estados Unidos”, expresó Ginatta. “EE. UU. debería esforzarse para que la eliminación de la discriminación racial deje de ser un simple anhelo y se convierta en una realidad”.