(París) – La decisión del 4 de octubre de 2011 del Consejo Ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) de diferir la adopción de cualquier medida relacionada con un premio muy controvertido sobre ciencias de la vida, con el nombre y el financiamiento del presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo de Guinea Ecuatorial, bloqueó un intento de restablecer inmediatamente el premio, aunque el Consejo debe eliminarlo permanentemente, señalaron hoy seis organizaciones hoy.
En una reunión de los 58 miembros del Consejo de la UNESCO, las delegaciones gubernamentales decidieron continuar la suspensión del Premio de la UNESCO Obiang Nguema Mbasogo para Investigación en las Ciencias de la Vida, dotado con tres millones de dólares, y formar un comité para intentar alcanzar un consenso sobre los pasos a seguir. Los países africanos del Consejo habían intentado resucitar el premio suspendido a petición de Guinea Ecuatorial. Ahora está previsto que el Consejo decida sobre esta cuestión en su próxima reunión en la primavera de 2012.
“Los diplomáticos preocupados por la situación frustraron este último intento de conceder al presidente Obiang la distinción inmerecida de poner su nombre a un premio internacional”, dijo Tutu Alicante, director ejecutivo de la organización no gubernamental EG Justice y exiliado de Guinea Ecuatorial. “Sin embargo, el Consejo de la ONU tiene que poner fin de una vez a este debate rechazando totalmente el premio. Los delegados de la UNESCO no deben dejarse amedrentar para que respalden una campaña de relaciones públicas del presidente Obiang”.
Los grupos que reclaman la cancelación de premio, además de EG Justice, son la Asociación SHERPA, el Comité para la Protección de los Periodistas, Global Witness, Human Rights Watch y la Open Society Justice Initiative.
El premio se creo por decisión del Consejo en octubre de 2008, pero nunca se ha concedido a nadie. En junio de 2010, después de una campaña mundial contra el premio, la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, pidió al Consejo de la organización que volviera a analizar la cuestión. Expresó su “alarma y ansiedad” ante el grave riesgo que plantearía dicho premio para la reputación de la UNESCO. La misión de la UNESCO incluye la promoción de los derechos humanos y la libertad de prensa. En octubre de 2010, el Consejo Ejecutivo suspendió indefinidamente el premio debido a la falta de consenso.
No obstante, Obiang ha ejercido una firme presión para que se restablezca el premio. Un intento de mayo de 2011 del Gobierno de Guinea Ecuatorial de que se procediera con el premio no logró introducirse en la agenda de la siguiente reunión del Consejo. Sin embargo, Obiang tenía la esperanza de prevalecer esta vez, gracias al apoyo nominal de los países africanos representados en el Consejo de la UNESCO. Obiang logró la aprobación de una resolución a favor del premio de la UNESCO en una cumbre de la Unión Africana de junio de 2011, que se celebró en Malabo debido a que Guinea Ecuatorial ostentaba la presidencia rotatoria.
Sin embargo, la oposición al premio surgió de los gobiernos, la sociedad civil y destacadas personalidades públicas. Tan sólo durante la última semana, grupos de derechos humanos emitieron una declaración en contra del premio, organizaciones sobre libertad de expresión enviaron una carta a Bokova y varios grupos instaron al Consejo a que se abstuviera de adoptar medida alguna con respecto al premio hasta que se pudieran resolver las dudas acerca del carácter sospechoso del financiamiento del galardón.
El 30 de septiembre, la directora general de la UNESCO, Bokova, instó a las delegaciones a que resolvieran la controversia acalorada y advirtió que seguir adelante con el premio podría poner a la organización en “guerra con la comunidad científica”.
“Está mucho en juego en este caso”, dijo la directora ejecutiva en declaraciones a Associated Press. “Creo que a veces tenemos que tomar decisiones valientes”.
Bokova también apeló a Obiang para que retirara el premio. En una declaración del 3 de octubre, el Gobierno de Guinea Ecuatorial dijo que seguiría ejerciendo presión para que se otorgara el Premio Obiang de la UNESCO.
Ese mismo día, 36 científicos, escritores, periodistas y figuras públicas destacadas instaron también a la UNESCO a no homenajear a Obiang, el gobernante que lleva más tiempo en el poder en África. Los signatarios de esta petición, que incluyen al arzobispo emérito Desmond Tutu, el premio nobel de la paz Jean-Marie Gustave Le Clézio, el laureado autor nigeriano Chinua Achebe y el poeta y ex embajador de México ante la UNESCO Homero Aridjis, dijeron en su carta que estaban “profundamente preocupados por el bien documentado historial de abusos contra los derechos humanos, de represión de la libertad de prensa y de corrupción gubernamental que han caracterizado al régimen [de Obiang].” Los firmantes también reclamaron la cancelación permanente del premio.
Obiang sufrió otros dos contratiempos durante la semana pasada en París. La policía requisó 11 de los automóviles de lujo de su hijo mayor en la lujosa residencia de Obiang en Avenue Foch, como parte de una investigación criminal en curso sobre las propiedades de Obiang y de sus familiares y estrechos colaboradores.
Por otro lado, un tribunal francés dictaminó en contra de la querella por difamación presentada por Obiang contra la organización no gubernamental francesa CCFD-Terre Solidaire, con motivo de un informe publicado en 2009 en el que exponía en detalle las ganancias obtenidas ilícitamente por funcionarios públicos, entre ellos Obiang. En su decisión en el caso de difamación, el tribunal señaló que: “Un político del máximo nivel, y especialmente un jefe de Estado, tiene que aprender a sufrir críticas”.
“La UNESCO cometió un error importante en 2008 cuando aceptó por primera vez este premio”, dijo Alicante. “Ahora que se ha informado a la organización del historial de mal gobierno de Obiang, sería impensable que siga adelante con este premio, especialmente en vista de los acontecimientos recientes y teniendo en cuenta que los bienes del Presidente Obiang en París son objetivo de una importante investigación contra la corrupción en Francia”.
Las organizaciones de la sociedad civil exhortan a la UNESCO a que ponga freno a cualquier medida que haga uso de los fondos para el premio, teniendo en cuenta las investigaciones criminales en Francia y España, hasta que pueda garantizar de manera creíble que los fondos no son fruto de la corrupción. También instan a la UNESCO a que establezca políticas rigurosas sobre premios y donaciones con el fin de examinar detenidamente todos los premios anteriores y futuros.