(Nueva York) - El poder judicial iraní debe detener inmediatamente los planes para ejecutar a Zainab Jalalian y a otros disidentes kurdos, señaló hoy Human Rights Watch. Jalalian es una de los 17 disidentes que actualmente se encuentran en el corredor de la muerte en las cárceles iraníes.
Jalalian puede estar en peligro inminente de ejecución. Su situación exacta se desconoce porque las autoridades la han mantenido en régimen de incomunicación y le impidieron mantener un abogado. Khalil Bahramian, un abogado que representó a Farzad Kamangar, uno de los cuatro disidentes kurdos ejecutados sin previo aviso en mayo, dijo al sitio web en persa Roozonline que sus esfuerzos para representar a Jalalian han sido rechazados por el Gobierno y que no sabe con certeza donde se encuentra. Algunos informes de prensa dicen que puede estar en la Sección 209 de la prisión de Evin, administrada por el Ministerio de Inteligencia.
"Es absolutamente inconcebible que aún no se le haya otorgado acceso a un abogado a una mujer que ha estado detenida durante más de un año y se encuentra en peligro de ejecución inminente", dijo Joe Stork, subdirector para Medio Oriente de Human Rights Watch. "Frente a la muerte, se le niega incluso sus derechos más elementales".
Irán se encuentra en violación tanto de su propia constitución como del derecho internacional al negar a Jalalian acceso a un abogado, dijo Human Rights Watch.
El Supremo Tribunal de Justicia de Irán confirmó la sentencia a muerte de Jalalian en noviembre de 2009. El Gobierno acusó a Jalalian por el delito de moharebeh, o "enemistad contra Dios", en relación con su presunta pertenencia al ilegalizado Partido de la Vida Libre del Kurdistán o PJAK. El partido es ampliamente considerado por los analistas como un afiliado iraní del ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán, o PKK. En mayo de 2010, Human Rights Watch pidió una moratoria sobre todas las ejecuciones y señaló que Jalalian fue una de 17 disidentes kurdos en espera de ejecución.
Los otros 16 kurdos en el corredor de la muerte son: Rostam Arkia, Khezri Hossein, Anvar Rostami, Mohammad Amin Abdolahi, Ghader Mohammadzadeh, Habibollah Latifi, Sherko Moarefi, Mostafa Salimi, Hassan Tali, Iraj Mohammadi, Rashid Akhkandi, Mohammad Amin Agoushi, Ahmad Pouladkhani, Sayed Sami Hosseini, Sayed Jamal Mohammadi y Mohammadzadeh Aziz.
Human Rights Watch se opone a la pena capital en cualquier circunstancia debido a su carácter cruel, inhumano e irreversible.
"Dado el secretismo que rodea la detención de Zainab Jalalian y las recientes ejecuciones del Gobierno iraní de disidentes kurdos, creemos que ella se encuentra ante un gran riesgo de ejecución inminente", dijo Stork. "El poder judicial iraní será responsable por cualquier daño causado a ella y a otros presos que están en riesgo de ejecución".