(Moscú) – Trabajadores migrantes de la construcción en Rusia enfrentan abusos generalizados dentro y fuera del área de trabajo, Human Rights Watch declaró en un informe publicado hoy. En un clima de creciente violencia motivada por odio hacia los migrantes, exacerbada por la crisis financiera global, el gobierno ruso está fallando en proteger a estos trabajadores de empleadores abusivos, agencias de colocación, y de la policía.
El reporte que consta de 130 páginas, "'Are you Happy to Cheat Us?' Exploitation of Migrant Construction Workers in Russia”, (Está usted feliz de aprovecharse de nosotros? La explotación de los trabajadores migrantes de la construcción en Rusia”, documenta la retención generalizada de sueldos, el fracaso en proporcionar los contratos necesarios, y condiciones laborales peligrosas por parte de los empleadores en sitios de construcción a lo largo de Rusia. El reporte también detalla los casos en los que los trabajadores fueron sin saberlo traficados para realizar trabajos forzosos por agencias de colocación que les prometieron trabajos en construcción en Rusia, pero luego los trabajadores fueron entregados a empleadores que confiscaron sus pasaportes y los forzaron a trabajar sin sueldo. En algunos casos, estos trabajadores fueron confinados y golpeados.
“Trabajadores migrantes de la construcción vienen a Rusia en busca de trabajos decentes y en lugar de ello encuentran violencia y explotación,” declaró Jane Buchanan, investigadora de la división de Europa y Asia Central de Human Rights Watch, y autora del informe. “Rusia debe tomar reformas rigorosas para proteger a los trabajadores migrantes de la construcción de estos serios abusos de derechos humanos”.
Human Rights Watch entrevistó a más de 140 trabajadores migrantes de la construcción que han trabajado en 49 ciudades y pueblos en Rusia desde 2006 a 2008.
Más del 40 por ciento de los 4 millones a 9 millones de trabajadores migrantes en Rusia trabajan en el sector de la construcción, que previo a la crisis económica global había sido uno de los mayores motores de crecimiento de Rusia. La mayoría de los trabajadores migrantes vienen de otros países de la antigua Unión Soviética, buscando escapar de la pobreza y el desempleo. Los ciudadanos de la mayor parte de esos países pueden entrar Rusia sin visa.
El informe documenta la explotación y el abuso en un tiempo de crecimiento económico fenomenal en Rusia. Con la economía rusa sufriendo los impactos de la crisis financiera global, los trabajadores migrantes enfrentan un creciente riesgo de explotación y violencia, dijo Human Rights Watch.
"Sin la acción urgente del gobierno de Rusia, los trabajadores migrantes de la construcción serán doblemente vulnerables a sufrir abusos por parte de los empleadores y de otros que buscan culpar injustamente a los migrantes de los problemas económicos del país”, dijo Buchanan.
Human Rights Watch dijo que casi a ninguno de los trabajadores entrevistados se les habían sido dados contratos, como es requerido por la legistlación rusa. La falta de un contrato hace a los trabajadores vulnerables a desigualdades de salario y otros abusos, y limita sus oportunidades para buscar ayuda en los cuerpos oficiales en caso de abuso. Los empleadores retienen rutinariamente los sueldos de los trabajadores, hacen deducciones de sueldos inesperadas e ilegales, o se niegan a pagar sueldos completamente. Los trabajadores que se rehúsan a trabajar en protesta por los salarios sin pagar pueden enfrentar violencia y amenazas por parte de sus empleadores.
"Este tipo de explotación es tan persistente que los trabajadores a menudo trabajan por meses, esperando y deseando ser pagados”, dijo Buchanan. “Ellos reconocen que sus oportunidades por un salario decente y seguro no serán mucho mejores con otro empleador.”
La policía extorsiona regularmente a minorías étnicas incluyendo a trabajadores migrantes, durante la inspección de documentos en las calles. Trabajadores migrantes dijeron a Human Rights Watch que algunas veces, durante estas inspecciones, la policía también los golpea o los humilla. En algunos casos atroces, la policía obligó a los trabajadores migrantes a realizar trabajos forzosos en comisarías y otros lugares.
"Tristemente, la violencia parece ser un hecho de vida para muchos de los trabajadores migrantes en Rusia”, dijo Buchanan. "Ya sea el empleador tratando de intimidar a sus trabajadores, la policía maltratándolos durante las inspecciones, o ataques motivados por odio por ciudadanos comunes, los trabajadores migrantes en Rusia están vulnerables en casi cualquier lugar”.
Rusia ha revisado sus leyes migratorias en años recientes para facilitar a los trabajadores que pueden ingresar a Rusia sin visa el legalizar su estadía y empleo. Estos pasos, aunque positivos, no protegen a los trabajadores migrantes del abuso.
"Rusia tiene una obligación bajo el derecho internacional de proteger a todas las víctimas de abuso, independientemente del estado migratorio o contractual de la víctima", dijo Buchanan.
"Es tiempo de que el gobierno deje de actuar como si los trabajadores migrantes no tuvieran derechos y tome acciones decisivas contra los empleadores y agencias de colocación abusivos."
Human Rights Watch hizo un llamado al gobierno para asegurar rigorosas inspecciones laborales, enjuiciar a empleadores abusivos, y regular efectivamente a las agencias de colocación. Debe también desarrollar mecanismos de denuncia accesibles para las víctimas e investigar oportuna y efectivamente las acusaciones de abuso. Además, reformas adicionales a la ley migratoria son necesarias para permitir a los trabajadores regularizar su estancia más fácilmente, haciéndolos menos vulnerables al abuso y más motivados a buscar la protección de agencias estatales.
Human Rights Watch hizo también un llamado a los países de origen de los trabajadores migrantes en Rusia a proveer más ayuda cuando sus ciudadanos enfrenten abusos en Rusia, a cooperar con las autoridades rusas en investigaciones y enjuiciamientos de empleadores abusivos en Rusia, y a establecer regulaciones claras y rigorosas para agencias de colocación que reclutan en sus países.