Testimonios de los detenidos en Guantánamo revelan que Estados Unidos operó recientemente una prisión secreta en Afganistán, donde los detenidos fueron objeto de tortura y otros malos tratos, afirmó hoy Human Rights Watch.
Ocho detenidos que se encuentran en Guantánamo les describieron a sus abogados las condiciones en que eran mantenidos en dicha prisión cerca de Kabul, en varias oportunidades distintas entre el 2002 y 2004. Los detenidos, los que se refieren a la prisión como la “prisión oscura” o “prisión de la oscuridad,” dijeron que fueron encadenados a las paredes, privados de agua y comida, y mantenidos en total oscuridad con un rap a todo volumen, rock pesado u otros sonidos estridentes por semanas.
Los detenidos ofrecen relatos consistentes respecto de la prisión, afirmando que los guardias de Estados Unidos y Afganistán no usaban sus uniformes y que los interrogadores de EE.UU no vestían sus uniformes militares, lo que sugiere que la prisión podría haber sido operada por la CIA.
Los detenidos afirmaron que los interrogadores los abofetearon o les propinaron golpes de puño durante los interrogatorios. Indicaron que fueron mantenidos en total oscuridad por semanas consecutivas, encadenados con grilletes atornillados en las paredes de sus celdas, con música estridente u otros sonidos tocados continuamente. Algunos detenidos dijeron que fueron engrillados de manera tal que se les hacía imposible recostarse o dormir, con restricciones que les causaron hinchazón o moretones en las manos y muñecas. Los detenidos señalaron que fueron privados de comida por varios días, y que recibieron sólo agua sucia para beber.
Los detenidos dijeron además que fueron mantenidos incomunicados y que nunca fueron visitados por los representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja u otros oficiales independientes.
“El gobierno de los Estados Unidos debe dar ciertas luces sobre la ‘prisión oscura’ de Kabul,” afirmó John Sifton, investigador sobre terrorismo y contraterrorismo de Human Rights Watch. “Nadie, sin importar su supuesto crimen, debería ser mantenido en prisiones secretas o ser torturado.”
Las acusaciones de los detenidos fueron comunicadas a Human Rights Watch por sus abogados y se encuentran contenidas en las notas actuales de los abogados. Human Rights Watch no pudo entrevistar a los detenidos directamente, debido a que Estados Unidos no ha permitido que las organizaciones de derechos humanos visiten a los detenidos en Guantánamo o en otros centros de detención en el exterior. Sin embargo, Human Rights Watch cree que las acusaciones de los detenidos son lo suficientemente creíbles como para justificar una investigación oficial. Los detenidos tienen distintas nacionalidades y tienen abogados diferentes. Ninguno de ellos alega haber estado detenido en la prisión secreta por más de seis semanas y no han hecho ninguna otra alegación extraordinaria.
La mayoría de los detenidos dijeron que fueron arrestados en otros países en Asia y en el Medio Oriente, y que luego volaron a Afganistán. Los detenidos que llegaron en avión señalaron que fueron conducidos desde la pista de aterrizaje a la prisión en alrededor de 5 minutos. Los guardias afganos les dijeron a algunos de ellos que la prisión estaba localizada cerca de Kabul. Algunos detenidos que se encontraban en la prisión fueron transferidos en varias oportunidades desde y hacia otro centro secreto cerca de Kabul. Los detenidos afirmaron que más tarde fueron transferidos al principal centro de detención militar de los Estados Unidos cerca de Bagram, donde muchos otros detenidos de Guantánamo dicen que fueron inicialmente detenidos.
Human Rights Watch afirmó que la “prisión oscura” podría haber sido cerrada después de que varios detenidos fueran transferidos a la prisión de Bagram a finales del 2004.
M.Z., un detenido arrestado en otro país en el año 2002 (nombre y antecedentes personales mantenidos en reserva a petición de su abogado), afirmó que fue mantenido en la “prisión de la oscuridad” por alrededor de 4 semanas. Dijo que fue enviado a “un lugar bajo tierra, muy oscuro” donde se tocaba permanentemente una “música estridente”. Dijo que fue mantenido en confinamiento solitario, donde estaba “muy oscuro…sin luz.” M.Z. afirmó que cuando fue interrogado fue llevado a una habitación con una luz estroboscópica y engrillado a un aro en el suelo. Durante el interrogatorio, afirma que uno de los interrogadores lo amenazó con violarlo.
Benyam Mohammad, nacido en Etiopía y detenido de Guantánamo, quien creció en Gran Bretaña, afirmó que estuvo en la “prisión oscura” en el 2004, y le describió su experiencia a su abogado en inglés:
Estaba completamente oscuro, sin luces prendidas en los cuartos la mayoría del tiempo…Ellos me colgaron. Me permitieron dormir unas pocas horas en el segundo día, luego me colgaron nuevamente, esta vez por dos días. Mis piernas estaban hinchadas. Mis muñecas y manos estaban adormecidas…Una música estridente, [Eminem’s] “Slim Shady” y Dr. Dre fue tocada por 20 días… [Luego] cambiaron los sonidos por una horrible risa fantasmagórica y por sonidos de Halloween. [En cierto punto, estuve] encadenado a los rieles por una quincena…La CIA trabajaba en nosotros, incluyéndome a mí, día y noche… Muchos se volvieron locos. Podía escuchar a la gente golpeando sus cabezas contra las paredes y puertas, gritando como locos.”
J.K., otro detenido (nombre mantenido en reserva a petición del abogado), también alegó haber sido mantenido en la oscuridad, engrillado contra la pared y haber sido impedido de dormir y la constante música estridente y ruido, también como el ser golpeado durante los interrogatorios. “Los detenidos estaban llorando y gritando de dolor todo el tiempo,” le dijo a su abogado.
Abd al-Salam Ali al-Hila, de Yemen, cuyo arresto y transferencia hacia Afganistán fue previamente documentada por Human Rights Watch, https://www.hrw.org/english/docs/2005/03/29/usint10382.htm, afirmó que fue mantenido detenido en la “prisión oscura” varias veces en el 2003. Les dijo a sus abogados que fue encadenado a la pared, mantenido en una oscuridad prácticamente constante, y que fue objeto de privación del sueño y ruido constante.
De la misma manera, los abogados de Bin Attash, Jamil el Banna and Bisher al Rawi, tres otros detenidos que dijeron que fueron previamente mantenidos en la “prisión oscura,” afirmaron que sus clientes hicieron acusaciones sobre una oscuridad constante, encadenamientos con grilletes, privación del sueño, comida y agua inadecuadas, y golpizas durante los interrogatorios. Otro detenido dio una información parecida a través de su abogado, el cual solicitó que el nombre de su cliente y su nacionalidad fuesen mantenidos en reserva.
El 18 de noviembre, la ABC News informó (http://abcnews.go.com/WNT/Investigation/story?id=1322866) que varios agentes de la CIA le afirmaron a la ABC que la CIA había operado un centro de detención secreto en Kabul, y expresaron su preocupación respecto de las interrogaciones en dicho lugar. Los oficiales de la CIA, quienes le solicitaron a la ABC permanecer en el anonimato, señalaron que los oficiales de la CIA autorizaron seis técnicas para ser usadas contra los detenidos con un alto valor para la inteligencia, incluyendo largos períodos sin dormir, exposición al frío por más de 40 horas, y “waterboarding”, en la cual los interrogadores vertían agua sobre la cara de los detenidos hasta que éstos pensaban que se sofocarían o ahogarían. Los oficiales le indicaron a la ABC que la CIA había autorizado esas técnicas en marzo del 2002 y que fueron usadas en las dependencias de Kabul como también en otros lugares.
Los testimonios dados por los detenidos de Guantánamo sobre la prisión de Kabul son además consistentes con los relatos de cuatro detenidos, quienes se escaparon en julio de la custodia militar de EE.UU. en Bagram, en una cinta de video obtenida por la ABC News y Al-Arabiya. En la cinta de video, los detenidos afirman que fueron mantenidos detenidos en la “prisión oscura” antes de ser enviados a Bagram, y declararon haber sido sometidos a una música estridente y oscuridad absoluta, también como a abuso físico.
Human Rights Watch ha identificado a 26 personas “desaparecidas” de quienes se piensa que están detenidas en los centros de detención secretos operados por EE.UU. “Desaparecer gente” es una forma ilegal de detención en la cual las autoridades que autorizan tales detenciones niegan tener bajo su custodia a la persona o se niegan a revelar su paradero. Human Rights Watch afirmó hoy que EE.UU podría haber usado las dependencias cerca de Kabul para mantener detenidos a los “desaparecidos” en varias ocasiones.
Human Rights Watch afirmó que la supuesta tortura y maltrato de los detenidos, si son probados, involucrarían serias violaciones del derecho penal de EE.UU., como por ejemplo del acta de crímenes de guerra y de la ley contra la tortura, como también de las leyes de Afganistán. El maltrato de prisioneros viola además la Convención contra la Tortura y Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, los cuales han sido ratificados por EE.UU., y las leyes sobre guerra. [https://www.hrw.org/english/docs/2004/05/24/usint8614.htm]
Human Rights Watch ha solicitado continuamente el nombramiento de un fiscal especial para investigar el supuesto maltrato de detenidos en dependencias de EE.UU. en el exterior.
“No estamos hablando de tortura en abstracto, sino que de algo real,” afirmó Sifton. “El personal de EE.UU. y sus oficiales pueden ser hechos responsables penalmente, y se necesita un fiscal especial para investigar.”
Human Rights Watch hizo un llamado a EE.UU. para que traslade a las personas “desaparecidas” a lugares de detención conocidos, articule la base legal sobre la cual los detenidos son mantenidos en tal calidad, y permita el acceso de los observadores independientes a los detenidos.
“Es tiempo de que el gobierno de Bush cierre las prisiones secretas y termine de mantener a la gente detenida ilegalmente,” afirmó Sifton.