Los grupos armados en Colombia deben inmediatamente cesar sus secuestros de civiles y liberar a todos los civiles secuestrados, dijo Human Rights Watch hoy.
En un ataque masivo esta semana en el departamento de Guaviare, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP) secuestraron a 22 personas. Un gran número de las victimas eran comerciantes o residentes de la zona que, al parecer, se habían resistido a previas extorsiones por parte de la guerrilla. Algunos informes indican que otro civil habría sido asesinado por las FARC durante el ataque.
“Las FARC continuamente extorsionan, secuestran y abusan de las poblaciones más pobres y vulnerables de Colombia,” dijo José Miguel Vivanco, director ejecutivo de la División de las Américas de Human Rights Watch. “Este secuestro masivo en Guaviare es otro terrible ejemplo de las sistemáticas violaciones del derecho internacional humanitario cometidas por este grupo.”
La toma de rehenes viola el derecho internacional humanitario, en particular el apartado 1(b) del artículo 3 común a los Convenios de Ginebra y el artículo 4(2) (c) del Protocolo II. En Colombia, los actos que se califican de toma de rehenes de acuerdo con el derecho internacional humanitario se conocen comúnmente como “secuestros.”
Según cifras oficiales, las FARC cometen el 22% de los secuestros en Colombia, siendo así el grupo armado al margen de la ley responsable del mayor número de secuestros en el país.
De las 22 personas secuestradas el lunes, 14 han sido rescatadas. Ocho personas permanecen en manos de las FARC.
