Skip to main content

(Santiago) — La decisión de la Corte Suprema de Chile de confirmar el auto de procesamiento del ex dictador Augusto Pinochet por crímenes contra los derechos humanos pone a Chile un paso más cerca de la justicia, señaló hoy Human Rights Watch. Los magistrados del máximo tribunal del país rechazaron por tres votos a favor y dos en contra el argumento de los abogados de Pinochet de que la mala salud del dictador invalidaba la inculpación.

"Se ha superado otro obstáculo en el camino hacia la justicia", señaló José Miguel Vivanco, director ejecutivo de la División de las Américas de Human Rights Watch. "Hasta ahora los tribunales han sido escrupulosamente justos, y el camino hacia el juicio contra Pinochet sigue abierto".  
 
La apelación rechazada hoy, similar a un recurso de habeas corpus contra un arresto ilegal, se basó en el argumento de que la incapacidad mental de Pinochet convertía en ilegal su auto de procesamiento, y por lo tanto su probable detención. El tribunal falló que el auto de procesamiento cumplía todos los requisitos legales formales.  
 
Ahora se espera que los abogados de Pinochet persigan otro recurso pidiendo la suspensión del juicio por razones de salud. Dicha apelación será conocida por una corte de apelaciones, y posteriormente de nuevo por la Corte Suprema.  
 
La decisión de hoy confirma el auto de procesamiento de Pinochet por cargos de secuestro y homicidio relacionados con la Operación Cóndor, un plan conjunto iniciado en los setenta por los gobiernos militares de Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia y Paraguay. La operación conllevó la "desaparición" de disidentes, así como su secuestro y traslado ilegal a sus países de origen para ser torturados, interrogados y encarcelados. Se espera ahora que el juez instructor chileno, Juan Guzmán, ordene el arresto domiciliario de Pinochet.  
 
Pinochet se enfrenta ahora por segunda vez a un juicio por abusos contra los derechos humanos. Su primer juicio, por los asesinatos y desapariciones ocurridos después del golpe militar de 1973 (el caso de la "Caravana de la Muerte"), fue sobreseído por la Corte Suprema en 2002. La Corte decidió que la condición mental del antiguo dictador impedía un juicio justo.  
 
De acuerdo con el sistema de justicia chileno, la jurisprudencia no es vinculante. Los tribunales deciden cada caso en función de sus propios méritos. Por lo tanto, una futura decisión judicial sobre la incapacidad mental de Pinochet es suficientemente grave para invalidar un juicio no será necesariamente la misma que la de 2002.

Your tax deductible gift can help stop human rights violations and save lives around the world.

Región / País

Las más vistas