Los dirigentes de la Unión Europea vuelven a intentar echar por tierra el derecho a solicitar asilo.
En los medios de comunicación y en la política se dicen muchas insensateces sobre el asilo. Antes de entrar en detalles, aclaremos lo básico.
Todo el mundo tiene derecho a pedir asilo en otro país.
Esto no significa que alguien pueda vivir donde quiera. Significa que tiene derecho a pedir asilo y que las autoridades deben estudiar su caso individual. También significa que las autoridades tienen que tratar al solicitante con humanidad durante todo el proceso.
Esto se basa en la legislación internacional sobre derechos humanos y refugiados y, en la Unión Europea, en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE.
En los últimos años, sin embargo, los gobiernos han intentado eludir sus responsabilidades legales de varias maneras. Una de ellas ha sido intentar enviar a los solicitantes de asilo a otros países.
Es una idea política peligrosa que regresa implacable y sin sentido, una y otra vez, como un zombie en una película de terror. Los grupos de derechos humanos y los tribunales siguen intentando acabar con ella, y ésta sigue resucitando para amenazar más vidas.
La semana pasada, la Comisión Europea publicó la última de estas propuestas. Permitiría a los Estados miembros de la UE enviar a los solicitantes de asilo a países con los que no tienen ninguna relación.
Lo hace reinterpretando el concepto de "tercer país seguro".
Actualmente, según la legislación de asilo de la UE, un Estado miembro puede declarar inadmisible una solicitud de asilo diciendo que la persona podría o debería haber buscado o recibido protección en un "tercer país seguro", fuera de la UE. Sin embargo, para ello tenía que haber algún tipo de conexión entre la persona y ese tercer país. La nueva propuesta eliminaría la necesidad de cualquier conexión.
Esto significa que un país de la UE podría obligar a la gente a ir a un lugar en el otro extremo del mundo en el que nunca han estado. Donde no hablen el idioma. Donde no tienen lazos culturales, ni familia, ni comunidad.
La nueva propuesta dice que los acuerdos con terceros países deberán respetar los derechos humanos.
Pero esta promesa significa poco viniendo de la UE y sus Estados miembros. Al fin y al cabo, son los mismos gobiernos que durante años han ayudado a enviar inmigrantes y solicitantes de asilo a Libia, donde sufren torturas.
El plan de la Comisión Europea amenaza con socavar el derecho a solicitar asilo en la Unión Europea.
Sin embargo, hay algo de esperanza. La nueva propuesta es sólo eso: una propuesta. El Parlamento Europeo y los gobiernos de la UE aún están a tiempo de rechazarla.
Si les importan algo los derechos humanos, deberían hacerlo.