Skip to main content
Done ahora
The remnants of a destroyed a two-story building after an Israeli strike on November 1, 2024, in the al-Salah neighborhood in Younine, Lebanon. © 2024 Human Rights Watch

Alrededor de las 2 de la tarde del 1 de noviembre de 2024 un ataque israelí sobre el barrio de al Salah en Younine Líbano, destruyó un edificio de dos plantas.

Cuando ocurrió el ataque, Ali Salah vivía en ese vecindario. Perdió a 10 miembros de su familia en un ataque de las fuerzas israelíes.

Los investigadores de Human Rights Watch entrevistaron a Salah en febrero tras visitar el lugar del ataque.

Ali Salah dijo que entre los muertos en el ataque se encontraban sus hermanas, Wadha y Fairouz; sus cuñados: Haidar Mahdi Salah y Mohammad Mahdi Salah; sus sobrinas, Elissar y Zeina; su sobrino Ali Haidar Salah y su esposa, Nour Boudaq, su hijo de un año, Haidar, y su suegra, Um Bachir Boudaq.

Todos tenían vidas normales, trabajos normales. Haidar trabajaba como pintor, Mohammad como taxista. La explosión se produjo poco después de que Mohammad regresara a casa tras terminar su turno.

"No hay nadie a quien quiera más que a mis hermanas. Si hubiera pensado que había alguna razón para que hubiera un objetivo militar aquí, las habría obligado a marcharse. Aquí no había nada. Sólo civiles", dijo Ali Salah.

Entre octubre de 2023 y diciembre de 2024, los ataques israelíes en Líbano mataron a más de 4.000 personas y desplazaron a más de un millón.

Desde que entró en vigor el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbolá en noviembre de 2024, los ataques israelíes han matado al menos a 146 personas en Líbano.

HRW llevó a cabo una investigación de fuentes abiertas sobre el ataque en el que murieron los familiares de Ali Salah, para determinar si eran combatientes. No encontramos ninguna prueba que indicara la presencia de combatientes o de un objetivo militar en el lugar del ataque. Todas las personas entrevistadas afirmaron que no se había dado ningún aviso de evacuación a los residentes antes del ataque.

HRW también investigó otro ataque aéreo israelí en Younine en septiembre; ambos ataques combinados mataron a 33 civiles, 15 de ellos niños, y fueron aparentes ataques indiscriminados contra civiles. Al menos en uno de los ataques se utilizó una bomba lanzada desde el aire y equipada con un kit de guiado de munición conjunta de ataque directo (JDAM, por sus siglas en inglés) de producción estadounidense.

El suministro de armas a Israel por parte del gobierno estadounidense, que se han utilizado repetidamente para llevar a cabo aparentes crímenes de guerra, ha convertido a Estados Unidos en cómplice de su uso ilegal.

Según el derecho internacional humanitario, todas las partes en conflicto están obligadas, en todo momento, a distinguir entre combatientes y civiles. Al parecer, las fuerzas israelíes no lo hicieron.

Al llevar a cabo cualquier ataque, las partes beligerantes deben tomar todas las precauciones posibles para reducir al mínimo los daños a civiles y a bienes de carácter civil. Esto incluye tomar todas las medidas necesarias para verificar que los objetivos son objetivos militares. Al parecer, las fuerzas israelíes no lo hicieron.

Por tanto, ambos ataques deben investigarse como crímenes de guerra.

Las víctimas y los supervivientes merecen justicia.

El gobierno de Líbano debe proporcionar una vía de justicia a las familias en duelo, incluso otorgando a la Corte Penal Internacional jurisdicción para investigar y enjuiciar los crímenes. 

Todos los países -incluidos Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Alemania- deben suspender la ayuda militar y la venta de armas a Israel.

Your tax deductible gift can help stop human rights violations and save lives around the world.

Región / País

Las más vistas