(Bangkok, 20 de noviembre de 2024) – El tratado internacional que prohíbe las minas antipersonales podría verse socavado por nuevos usos de países como Rusia y Myanmar que no son parte de ese instrumento, señaló hoy Human Rights Watch al publicar el informe Monitor de Minas Terrestres 2024.
El informe, de 142 páginas, se presentará durante la Quinta Conferencia de Examen del Tratado sobre la Prohibición de Minas, que se realizará en Siem Riep, Camboya, del 25 al 29 de noviembre de 2024, a la cual se prevé que asistan aproximadamente 100 países.
“El efecto positivo del Tratado sobre la Prohibición de Minas se puede apreciar en el descenso de la producción de minas antipersonal, la conclusión casi total de las transferencias de estas armas y la destrucción de más de 55 millones de minas en reserva”, comentó Mark Hiznay, director asociado sobre Armas de Human Rights Watch y editor del Monitor de Minas Terrestres 2024. “Sin embargo, los nuevos usos de minas antipersonal por países que no se han sumado al tratado amenaza tanto la vida de civiles como la eficacia de este tratado que salva vidas”.
El Tratado sobre la Prohibición de Minas de 1997 ha logrado avances significativos desde que entró en vigor hace 25 años, el 1 de marzo de 1999. El tratado prohíbe de manera general las minas antipersonal y exige que los países destruyan las reservas con las que cuenten, despejen las zonas afectadas por minas y asistan a las víctimas.
Un total de 164 países se han sumado al tratado, incluidos todos los miembros de la OTAN; excepto Estados Unidos. Aunque Estados Unidos no es miembro, en junio de 2022, el presidente Joe Biden estableció el objetivo de EE. UU. de sumarse eventualmente al tratado y compaginó la política estadounidense con la mayoría de las prohibiciones fundamentales del tratado. En enero de 2020, el entonces presidente y actual presidente electo Donald Trump canceló una política que habría eliminado todas las minas antipersonal en el arsenal de EE. UU.
Las minas antipersonal matan y hieren a personas de forma indiscriminada. Suelen colocarse en forma manual, pero también pueden esparcirse por medio de aeronaves, proyectiles y artillería, o dispersarse desde vehículos especializados. Las minas terrestres que no se despejan representan un peligro hasta que se las retira y se las destruye. Los suelos minados pueden generar el desplazamiento de la población civil, obstaculizan la provisión de ayuda humanitaria e impiden desarrollar actividades agrícolas.
Rusia ha utilizado minas terrestres antipersonal en reiteradas ocasiones en Ucrania desde su invasión a gran escala de ese país el 24 de febrero de 2022, lo que provocó cientos de víctimas y vastas extensiones de suelos contaminados. Funcionarios ucranianos están investigando señalamientos de que sus fuerzas utilizaron minas antipersonal PFM en la ciudad de Izium y alrededores durante 2022, cuando esta fue ocupada por fuerzas rusas.
Las fuerzas armadas de la Junta de Myanmar han usado minas terrestres antipersonal de manera ininterrumpida desde 1999. Myanmar encabeza, por primera vez, la lista del Monitor de Minas Terrestres sobre países con el mayor número de víctimas anuales, y el informe indica que, en 2023, las minas antipersonal mataron o hirieron a 1.003 personas en el país. Anteriormente, Siria registró el mayor número anual de víctimas por tres años consecutivos.
Los señalamientos indican que los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica del gobierno iraní y Corea del Norte también usaron minas antipersonal en 2023 y durante el primer semestre de 2024.
Distintos grupos armados no estatales utilizaron sobre todo minas antipersonal improvisadas en al menos cinco países —Colombia, India, Myanmar, Pakistán y Palestina (Gaza)— durante 2023 y la primera mitad de 2024, así como en la región africana del Sahél. En Gaza, las Brigadas de Izz al-Din al-Qassam, el brazo armado de Hamás, han manifestado en numerosas ocasiones que sus combatientes usaron minas antipersonal desde el 7 de octubre de 2023. El Tratado Sobre la Prohibición de Minas prohíbe todo tipo de artefactos explosivos, con independencia de si se improvisaron con materiales locales disponibles o se fabricaron en un establecimiento.
En 2023, hubo al menos 5.757 nuevas víctimas de minas terrestres y restos explosivos de guerra en 53 países y en otras 2 áreas, que incluyen 1.983 muertes. Los civiles representaron el 84% de todas las víctimas registradas en 2023, mientras que los niños y las niñas constituyeron el 37% de las víctimas en los casos en los cuales se registró la edad.
En 2023, se despejaron 281,5 kilómetros de suelos contaminados, la mayor superficie despejada por Estados partes desde 2019, y se destruyeron 160.566 minas antipersonales. Al amparo del tratado, 33 Estados completaron la remoción de todas las minas antipersonales de su territorio desde 1999.
Un total de 94 Estados partes destruyeron en forma colectiva más de 55 millones de minas terrestres de sus reservas. En 2021, Sri Lanka se convirtió en el último Estado parte en completar la destrucción de sus existencias. Ucrania y Grecia son los únicos Estados partes que todavía tienen reservas de minas terrestres por destruir.
En 2023, el apoyo mundial para las acciones relacionadas con minas, incluida la remoción de minas y la asistencia a víctimas, ascendió a USD 1.030 millones. Esta fue la primera vez que la financiación anual para acciones contra las minas superó un volumen de USD 1.000 millones. El incremento obedece, en gran medida, a la afluencia de donaciones para Ucrania, que en 2023 encabezó la lista de beneficiarios por segundo año consecutivo, al recibir USD 308 millones.
“La remoción de minas terrestres es una tarea crucial, al igual que las medidas para atender las necesidades de por vida de las personas sobrevivientes de minas terrestres”, explicó Hiznay. “Los gobiernos deben asegurar que todos los países que necesiten asistencia dispongan de recursos adecuados para que se logren los objetivos humanitarios del tratado”.
El “Monitor de Minas Terrestres 2024” es una publicación de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Terrestres, la coalición mundial de organizaciones no gubernamentales que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1997. Human Rights Watch estuvo entre los cofundadores de la campaña en 1992 y contribuye a la iniciativa de preparación de informes del Monitor de Minas Terrestres.