(Washington, DC) – Agentes fronterizos de Estados Unidos retienen sistemáticamente a familias, bebés incluidos, en celdas con temperaturas extremadamente frías cuando son detenidos en la frontera o cerca de ella, señaló Human Rights Watch en un informe publicado hoy.
El informe de 44 páginas, “In the Freezer: Abusive Conditions for Women and Children in US Immigration Holding Cells” (“En la ‘hielera’: condiciones abusivas para las mujeres y los niños en las celdas de detención migratoria en Estados Unidos”), se basa en entrevistas a 110 mujeres y niños. Human Rights Watch descubrió que los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés) separan rutinariamente a hombres adultos y adolescentes de otros miembros de la familia. La práctica es contraria a la política de la agencia de que las familias deben mantenerse unidas, siempre que sea posible, mientras se encuentren en celdas de detención. Después del período inicial de detención, que puede ser de varios días, en estas celdas heladas, los hombres generalmente continúan separados del resto de sus familias cuando son trasladados a centros de detención de más largo plazo.
“Las prácticas persistentes en las celdas de detención migratoria son degradantes y punitivas”, dijo Michael García Bochenek, asesor jurídico principal de la División de Derechos del Niño de Human Rights Watch. “Las autoridades de inmigración deberían mantener unidas a las familias y no deberían retener a los niños durante la noche en celdas de detención”.
La detención y la separación familiar tienen graves consecuencias perjudiciales para el bienestar mental, especialmente para aquellos que ya han sufrido un trauma. La mayoría de las mujeres y niños entrevistados por Human Rights Watch dijeron que habían huido de sus países de origen después de ser víctimas de violencia u otro tipo de acoso.
El tiempo que pasaron en las celdas de CBP constituyó el período de reclusión “más difícil y traumático” para las mujeres y los niños detenidos por las autoridades de inmigración de EE.UU., según un estudio llevado a cabo por un equipo de psicólogos en 2015.
Todos los inmigrantes detenidos tienen derecho a ser tratados con dignidad y humanidad, y los niños tienen derecho a salvaguardas específicas. Human Rights Watch pudo comprobar que las condiciones en las celdas de detención migratoria infringen los estándares internacionales y las políticas de CBP, y probablemente violen también los términos de los tribunales federales.
Mujeres y niños dijeron a Human Rights Watch que pasaron hasta tres noches en celdas con temperaturas extremadamente bajas, durmiendo en el piso o en bancos de cemento con sólo una manta de Mylar (un material que luce como aluminio) para protegerse del frío. En muchos casos, los agentes fronterizos les exigieron que se quitaran suéteres u otras capas de ropa y las desecharan, supuestamente por razones de seguridad, antes de ingresar en las celdas de detención.
En las células de detención a menudo no se proporciona jabón de manos a las mujeres y los niños, lo que significa que no pueden lavarse las manos higiénicamente antes y después de comer, alimentar a los bebés, usar el baño o cambiar pañales. La mayoría de las mujeres y niños recluidos en estas celdas dijeron que no se les permitió ducharse durante el tiempo que estuvo detenida en esas celdas.
Una mujer entrevistada dijo que ella y su hijo de cinco años estaban empapados después de que les detuvieran tratando de cruzar el río. “Estábamos sentados sobre el piso de cemento, completamente congelados”, dijo. “Al final, tuve que dormir sentada, con mi hijo en mi regazo, porque no podía dejarlo tumbado en el piso de cemento”. Los oficiales de la CBP han negado sistemáticamente que las celdas de detención estén frías, incluso cuando las mujeres y los niños detenidos allí han reportado repetidamente que las temperaturas en estas instalaciones son mucho más bajas que en otros centros de detención migratoria. En octubre de 2017, por ejemplo, la Comisión de Mujeres Refugiadas informó que casi todas las aproximadamente 150 mujeres entrevistadas en 2016 y 2017 dijeron que “habían permanecido detenidas” durante varios días “en gélidas instalaciones de la CBP”.
Los funcionarios de la CBP no respondieron a preguntas específicas de Human Rights Watch sobre las condiciones en las celdas de detención, citando un litigio en curso. En su lugar, destacaron las políticas de la agencia y declararon que la CBP cumple todas las leyes y políticas aplicables, incluidas las órdenes judiciales.
En las presentaciones judiciales, la agencia ha intentado justificar el hecho de no proporcionar colchonetas a las mujeres y sus hijos alegando que las celdas no están diseñadas para albergar a detenidos durante la noche. Sin embargo, casi todas las mujeres y niños entrevistados por Human Rights Watch pasaron al menos una noche en una celda. Otros estudios, incluido uno de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de EE.UU. (GAO, por sus siglas en inglés), han constatado consistentemente que dos tercios de los migrantes permanecen en las celdas de detención por lo menos una noche, y decenas de miles pasan 72 horas o más, cada año.
Una orden judicial preliminar, limitada a las celdas de detención en Arizona y confirmada en su apelación, establece que a todos los migrantes retenidos durante más de 12 horas se les debe dar colchonetas y la oportunidad de lavarse. En otro caso judicial que cubre las celdas de detención en el Valle del Río Grande de Texas, un juez federal ordenó a la CBP que tomase medidas para remediar las condiciones abusivas que afrontan los niños que se encuentran en celdas de detención.
La CBP debería garantizar que todas las celdas de detención migratoria brinden condiciones higiénicas, incluido el acceso a jabón, duchas y cepillos y pasta de dientes, para todos los migrantes detenidos, dijo Human Rights Watch. La agencia debería garantizar que las temperaturas en las celdas de detención se establezcan en niveles razonables y cómodos para las personas detenidas.
Las celdas de detención deberían utilizarse únicamente durante períodos cortos. Las personas no deberían pasar allí la noche a menos que sea inevitable, y los niños nunca. A las personas detenidas durante la noche se les debería dar colchonetas y mantas para dormir.
Las autoridades de inmigración de EE.UU. también deberían evitar dividir a las familias cuando son detenidas. En su lugar, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés) debería identificar y proporcionar alternativas que mantengan unidas a las familias.
“Las condiciones en las celdas de detención migratoria no son sólo innecesariamente crueles sino también perjudiciales, particularmente para las personas que han sido víctimas de persecución en sus países”, dijo Bochenek. “Estados Unidos no debería persistir en prácticas que traumaticen a los niños y sus familias”.