Skip to main content

Bill de Blasio desiste de compromiso sobre marihuana

Aunque hay menos procedimientos registro, todavía son demasiados arrestos por tenencia de marihuana

Publicado en: The Daily News

“Injusta y errada” son los términos que utilizó el candidato a la alcaldía Bill de Blasio para referirse a la cruzada que ha librado el Departamento de Policía de Nueva York contra usuarios de marihuana en pequeñas cantidades.

A la vez que se refirió a las “consecuencias desastrosas” para las decenas de miles de neoyorquinos, en su mayoría personas negras e hispanas, que fueron arrestadas por el NYPD en los últimos años por llevar consigo pequeñas cantidades de marihuana, de Blasio prometió que, como alcalde, erradicaría esta política “ridícula” y promovería la despenalización de la tenencia a pequeña escala.

Por ello, resultan absolutamente frustrantes las noticias de que, durante sus primeros tres meses como alcalde, miembros del NYPD efectuaron una cantidad de arrestos (7.017) por tenencia de pequeñas dosis de marihuana prácticamente idéntica a la del mismo período durante 2013, y superior a la cualquiera de los dos últimos trimestres de 2013. Lejos de haber sido despenalizada, la tenencia de pequeñas cantidades de marihuana continúa siendo una de las causas más frecuentes de arrestos en la ciudad.

Seamos claros: ya es bastante difícil justificar la detención de un solo individuo exclusivamente por posesión de una pequeña dosis de marihuana, más aún decenas de miles de personas. La tipificación de esta conducta atenta contra derechos fundamentales a la autonomía y la privacidad.

También resulta abusiva y discriminatoria en la práctica, ya que la gran mayoría de los arrestados por tenencia de marihuana en la Ciudad de Nueva York son personas negras e hispanas (el 87 por ciento en el primer trimestre de 2014), a pesar de que entre ellas el consumo no es superior al de las personas caucásicas.

Sin embargo, la solución que el mismo de Blasio en un momento planteó como evidente —la despenalización o legalización— ya no está sobre la mesa ahora que se convirtió en alcalde. Apenas la semana pasada, el comisionado de Policía designado por de Blasio, William Bratton, indicó a miembros del Consejo Municipal que sería un “grave error y que nunca apoyaría una decisión de esa naturaleza”.

Señaló de todas maneras al respecto: “Hemos reducido la cantidad (de arrestos por posesión) en un intento por actuar con un grado mucho mayor de discreción”.

Esto no es exactamente cierto. Sin duda, los arrestos por marihuana se han reducido en los últimos años. Pero ese descenso se produjo antes de que de Blasio triunfara en las elecciones y Bratton fuera nombrado, y se debió mayormente a que el NYPD moderó los procedimientos de control y cacheo, que habían permitido que policías interceptaran y palparan a personas sobre la base de una “sospecha razonable” de que estaban involucradas en algo indebido. En algunos casos, en el cacheo se detectaba un cigarrillo de marihuana o una bolsa con hierba, y esto conducía a un arresto por haber exhibido la droga “en público”.

Sin embargo, en muchos casos la sospecha no resultó ser en absoluto razonable. Una amplia y desigual proporción de estos procedimientos apuntó específicamente a hombres negros o hispanos, lo que finalmente concitó el repudio público e hizo que la Policía se replegara cuando el mandato de Bloomberg estaba llegando a su fin.

No obstante, muchos arrestos vinculados con marihuana no guardan relación alguna con procedimientos de control y cacheo. Entre 2011 y 2013, la cantidad de actos de control y cacheo se redujo drásticamente en un 72 por ciento, mientras que las detenciones por marihuana disminuyeron en apenas el 43 por ciento.

Se trata de una disparidad importante, ya que quienes definen las políticas públicas y algunos observadores suelen referirse indistintamente a estos controles y la posesión de marihuana, como si fueran un mismo fenómeno. El gobernador Cuomo desistió recientemente de un proyecto —que había sido apoyado enérgicamente por de Blasio— para despenalizar la tenencia de pequeñas cantidades de marihuana, y explicó como motivo que la medida resultaba innecesaria debido a la reducción en la cantidad de procedimientos de control y cacheo.

Los cerca de 30.000 neoyorquinos que posiblemente serán arrestados este año por tenencia de marihuana seguro no estarán de acuerdo, en particular, como señaló de Blasio cuando era candidato, por las “consecuencias desastrosas” que esto implica, incluso si (como sucede en la mayoría de los casos) finalmente no se impone una condena. Tales consecuencias incluyen el costo del cuidado de niños y de días laborables perdidos debido a la detención en sede policial, la audiencia de imputación y las fechas de comparecencia en el tribunal, a lo cual se suman el agravamiento de los obstáculos a la posibilidad de obtener y mantener asistencia financiera estudiantil, vivienda estable o un empleo decente.

El NYPD asevera que detener a personas por delitos menores mejora la seguridad pública al evitar que delincuentes peligrosos estén en las calles, ya que al interceptar a quienes cometen delitos de baja gravedad posiblemente se compruebe que se han dictado órdenes de detención contra ellos por otros delitos más graves. La Policía también sostiene que, al llevarse detenidos a delincuentes menores, tienen la posibilidad de tomar sus huellas dactilares y fotografías, y obtener información sobre personas que podrían cometer delitos más serios.

Esta es una teoría atractiva. Pero en verdad no hay evidencias de que las detenciones vinculadas con marihuana mejoren la seguridad pública. De hecho, sería al revés: Human Rights Watch efectuó un seguimiento de más de 23.000 personas que fueron arrestadas por primera vez en la vía pública por posesión de marihuana en la Ciudad de Nueva York durante 2003 y 2004, y comprobó que solo el 3,5 por ciento fueron posteriormente condenadas por un delito violento en los seis a ocho años siguientes. Asimismo, las personas arrestadas por posesión de marihuana en Nueva York son, casi exclusivamente, personas sin antecedentes penales; en 2009, solamente una de cada cinco tenía una condena previa.

Ante la ausencia de una política específica del nuevo Alcalde para remediar esta situación, cada año decenas de miles de residentes de Nueva York sufrirán las consecuencias de arrestos por tenencia de marihuana.

Como alguna vez fue señalado por de Blasio, esto es ridículo.

Your tax deductible gift can help stop human rights violations and save lives around the world.

Región / País