Skip to main content

(Moscow) – Las autoridades rusas deberían efectuar una investigación exhaustiva que permita identificar a quienes asesinaron a un destacado periodista de la República de Daguestán y llevarlos ante la justicia, señaló hoy Human Rights Watch.

Akhmednabi Akhmednabiev, quien murió el 9 de julio de 2013 tras recibir varios impactos de bala, era subeditor de Novoe Delo (Nueva Acción), uno de los principales semanarios independientes de Daguestán. También contribuía periódicamente al portal en línea Caucasian Knot y otros medios. La muerte de Akhmednabiev es el segundo periodista, en menos de dos años, que muere asesinado mientras investigaba temas de contrainsurgencia.

“Durante muchos años, Akhmednabiev demostró su valentía al publicar información sobre la situación de abuso y anarquía que prevalece en Daguestán, una de las zonas más conflictivas de Rusia”, indicó Tanya Lokshina, directora de programas de Rusia en Human Rights Watch. “No puede haber dudas de que su homicidio, cometido con total descaro, esté vinculado con su labor periodística”.

Rusia debería mantener su compromiso de asegurar que no queden impunes los ataques contra periodistas y fomentar un entorno normal de trabajo para los medios independientes y los defensores de derechos humanos en la región, señaló Human Rights Watch.

El homicidio se produjo por la mañana, en las proximidades de la vivienda del periodista en la localidad de Semender, cerca de Majachkalá, la capital de Daguestán. Akhmednabiev acababa de encender el motor de su automóvil cuando agresores no identificados le dispararon. Murió en el acto. Las autoridades han iniciado una investigación penal de los hechos.

El 11 de enero, atacantes no identificados dispararon tres veces contra Akhmednabiev, quien sin embargo salió ileso. En mayo de 2012, el periodista había recibido varias amenazas de muerte y de inmediato informó a la policía. Las autoridades no investigaron eficazmente ninguna de las amenazas ni tampoco la posterior agresión armada. El abogado de Akhmednabiev, Abdurashid Sheikhov, indicó a Caucasian Knot que el homicidio no se habría producido de no ser por la “negligencia de todas las instancias del sistema de aplicación de la ley”.

El atentado guarda llamativas similitudes con el homicidio de Gadzhimurad Kamalov, fundador y editor de otro periódico daguestaní, Chernovik, conocido por su línea editorial independiente y su contribución al periodismo de investigación. El 15 de diciembre de 2011, un hombre armado y encapuchado disparó indiscriminadamente contra Kamalov cerca de las oficinas de Chernovik en Majachkalá. Aún no se han producido avances concretos en la investigación del homicidio.

“La indiferencia de las autoridades ante el asesinato de periodistas y denunciantes no hace más que perpetuar la impunidad y puede alentar nuevos ataques”, observó Lokshina. “La región del Cáucaso Norte es una de las más peligrosas para los periodistas a nivel mundial, y esto no resulta sorprendente considerando que las autoridades policiales no cumplen debidamente su función”.  

En septiembre de 2009, se distribuyeron folletos en Majachkalá que contenían amenazas de muerte contra ocho periodistas locales, incluidos Akhmednabiev y Kamalov, además de cuatro abogados y cuatro activistas de derechos humanos de Daguestán. Los autores anónimos exigieron el “exterminio de los bandidos [y sus supuestos colaboradores] y venganza por [la muerte de] policías”. En ese momento, Akhmednabiev y Kamalov señalaron que no tenían dudas de que “los servicios especiales” estaban involucrados en la publicación de esa lista.

Los investigadores a cargo del caso de Akhmednabiev han reconocido que una de las principales hipótesis es que haya sido atacado debido a su trabajo periodístico. El Comité de Investigación de Rusia, el organismo público encargado de la investigación penal, dispuso que las pesquisas vinculadas con el asesinato de Akhmednabiev se efectuaran bajo un control especial.

“Las autoridades rusas se han comprometido en reiteradas oportunidades a perseguir penalmente y prevenir ataques contra periodistas, incluso en la zona del Cáucaso Norte”, comentó Lokshina. “Pero aún deberán demostrar que este ‘control especial’ implica verdaderamente algo más que una mera pantalla, y que es posible obtener justicia contra los autores de este homicidio”.

Your tax deductible gift can help stop human rights violations and save lives around the world.

Región / País