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Convenio sobre Trabajadores Domésticos: Entra en vigor el tratado de derechos laborales

Filipinas se convierte en el segundo país en ratificarlo

(Manila) – La ratificación por parte de Filipinas del Convenio sobre Trabajadores Domésticos hace que entre en vigor este tratado internacional sin precedentes, con la promesa de mejores condiciones de trabajo y protecciones laborales fundamentales para millones de trabajadores del hogar. El Convenio entra en efecto un año después de la segunda ratificación.

El Senado filipino ratificó hoy el tratado; el presidente Benigno Aquino III lo firmó el 18 de mayo de 2012, después de la primera ratificación el 30 de abril por Uruguay.

"La ratificación por parte de Filipinas del Convenio sobre Trabajadores Domésticos significa que los derechos laborales básicos para los trabajadores domésticos se están convirtiendo finalmente en una realidad", dijo Nisha Varia, investigadora sénior de derechos de la mujer de Human Rights Watch. "A medida que entre en vigor el tratado, millones de mujeres y niñas tendrán la oportunidad de mejores condiciones de trabajo y una vida mejor".

El Convenio sobre Trabajadores Domésticos fija las primeras normas mundiales para los aproximadamente 50 a 100 millones de trabajadores del hogar en todo el mundo, la gran mayoría de los cuales son mujeres y niñas. Los trabajadores del hogar se enfrentan a una amplia gama de graves abusos y formas de explotación laboral, que incluyen horas de trabajo excesivas sin descanso, el impago de salarios, el confinamiento forzado, abusos físicos y sexuales, el trabajo forzoso y el tráfico de personas. Bajo el tratado, los trabajadores del hogar tienen derecho a las protecciones disponibles para los demás trabajadores, entre las que se encuentran días de descanso semanales, límites a las horas de trabajo, un salario mínimo y la cobertura de la seguridad social. El Convenio también obliga a los gobiernos a proteger a las empleadas del hogar de la violencia y los abusos, y a prevenir la mano de obra infantil en el trabajo del hogar.

Filipinas cuenta con aproximadamente dos millones de trabajadores del hogar en el país y millones más en el extranjero. Las remesas de los trabajadores del hogar filipinos que emigraron, la mayoría mujeres, constituyen una importante fuente de divisas extranjeras del país. Los filipinos que trabajan en el extranjero envían a casa más de 20,000 millones de dólares al año.

Las empleadas del hogar inmigrantes son a menudo las que corren un mayor riesgo de explotación debido a tasas excesivas de reclutamiento, barreras lingüísticas y políticas nacionales que ligan su estatus inmigratorio con empleadores específicos. Human Rights Watch ha documentado los abusos cometidos contra trabajadoras del hogar inmigrantes de Filipinas en Jordania, Líbano, Kuwait, Arabia Saudita y Singapur. Entre estos abusos se encuentran palizas, la confiscación de pasaportes, el confinamiento en el hogar, jornadas de trabajo demasiado largas sin días libres y, en algunos casos, meses e incluso años de salarios pendientes de pago.

El Convenio sobre Trabajadores Domésticos incluye disposiciones específicas para proteger a las trabajadoras del hogar migrantes, tales como requisitos detallados para regular a las agencias privadas de empleo, investigar las denuncias y prohibir la práctica de descontar de los salarios del trabajador las tasas de reclutamiento. El Convenio también exige que los trabajadores del hogar migrantes reciban un contrato por escrito que sea vinculante en el país de empleo, y requiere que los gobiernos fortalezcan la cooperación internacional para proteger a los trabajadores del hogar.

"El liderazgo de Filipinas en la ratificación del Convenio fija un ejemplo importante a seguir para otros países", señaló Varia. "El presidente Aquino y el Senado de Filipinas deberían ser elogiados por la ratificación. Sin embargo, el Gobierno debería actuar rápidamente para adoptar una legislación nacional para proteger a los trabajadores del hogar en el país”.

Un proyecto de ley, la Ley de Trabajadores Domésticos de Filipinas (la ley "Kasambahay"), elevaría el salario mínimo para los trabajadores del hogar filipinos, requeriría un contrato por escrito, extendería la seguridad social y mejoraría la protección contra la violencia y el abuso. El proyecto de ley, presentado originalmente a mediados de los años 90, ha sido calificado como "urgente" por el presidente Aquino y fue aprobado por el Senado en 2010. La Cámara de Representantes tiene previsto votar sobre la medida en los próximos días.

Filipinas presidió durante dos años las negociaciones para la aprobación del Convenio sobre Trabajadores Domésticos. Hans Cacdac, director de la Administración de Empleo en el Extranjero de Filipinas, dirigió las negociaciones finales que condujeron a la adopción del Convenio por una mayoría abrumadora de los miembros de la Organización Internacional del Trabajo, durante la Conferencia Internacional del Trabajo celebrada el 16 de junio de 2011. El Convenio sobre Trabajadores Domésticos requería de dos ratificaciones para entrar legalmente en vigor.

Human Rights Watch ha investigado las condiciones en que trabajan las empleadas del hogar en más de 20 países de todo el mundo, documentando las exclusiones de rutina de la legislación laboral nacional, la explotación y los abusos laborales y penales. Los trabajadores del hogar que son menores de edad (casi el 30 por ciento del total) y los migrantes suelen ser los más vulnerables al abuso y la explotación, señaló Human Rights Watch.

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