(Londres) - La decisión del Parlamento de Bosnia, el 13 de octubre de 2011, de enmendar la Constitución para permitir que miembros de grupos minoritarios puedan postularse a cargos públicos de alto nivel es un paso positivo, señalaron hoy Minority Rights Group International, Human Rights Watch y el Programa de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho Benjamin N. Cardozo.
Los cambios permitirían a judios, romaníes y otras minorías postularse para altos cargos de elección popular, de lo cual han sido excluidos durante 15 años. Sin embargo, los grupos expresaron preocupación de que la misma comisión encargada de proponer las enmiendas constitucionales carece de una representación significativa de minorías.
"Mientras que el Parlamento ha abierto el proceso para que todos los bosnios se postulen a altos cargos públicos, no debe de haber ciudadanos de segunda clase en el proceso de planificación", dijo Lucy Claridge, director del departamento legal de Minority Rights Group International.
Aunque el Consejo de Minorías Nacionales será invitado a proporcionar sus ideas, no tendrá ningún poder de voto en la comisión, que consta de delegados de 13 partidos políticos, representando sólo a bosnios, serbios y croatas.
La comisión tiene hasta el 30 de noviembre de 2011 para presentar al Parlamento las enmiendas constitucionales, así como los cambios necesarios en la ley electoral.
" Si se han de proteger los intereses de las minorías, es de vital importancia que las opiniones minoritarias tengan representación en la comisión", dijo Sheri Rosenberg, profesor y director de la Clínica de Derechos Humanos y Genocidio en la Escuela de Derecho Cardozo.
En diciembre de 2009, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que la Constitución de Bosnia violó los derechos de un judío bosnio y un romaní bosnio al impedirles competir para un alto cargo.
En un caso pionero, Jakob Finci, que es judío, y Dervo Sejdić, de etnia romaní, argumentaron con éxito que la Constitución de Bosnia, creada con apoyo internacional en virtud del Acuerdo de Paz de Dayton, es discriminatoria al impedirles competir por la Presidencia o a un asiento en la Cámara alta del Parlamento.
Bosnia está obligada, en virtud del Convenio Europeo de Derechos Humanos, a cumplir con las resoluciones del tribunal. La reforma es también uno de los principales requisitos para el país para lograr el estatus de candidato a la Unión Europea.
"Después de casi dos años de demora, es crucial mantener este impulso reciente", dijo Clive Baldwin, asesor legal principal de Human Rights Watch. "Esto depende de que Bruselas y Washington mantengan la presión".
La Constitución y la legislación electoral actualmente establecen que sólo los miembros de los "pueblos constituyentes" - serbios, croatas y bosnios (musulmanes) - son elegibles para participar en las elecciones, ya sea para la Presidencia de tres miembros o para la Casa de los Pueblos de la Asamblea Parlamentaria. Los que no son "pueblos constituyentes" - definidos en la Constitución como "Otros" – no gozan del derecho a postularse para cargos de elección en estos órganos. Esto incluye a las minorías que han vivido en Bosnia y Herzegovina durante siglos.
"El paso del Parlamento Europeo para poner en marcha esta reforma constitucional tan esperada merece aplaudirse", dijo Jakob Finci. "Sin embargo, este paso en la dirección correcta debe traducirse en propuestas concretas que pongan fin a la discriminación y permitan el inicio de una verdadera democracia en Bosnia".