(Ginebra) – El Consejo de Derechos Humanos de la ONU debe aprovechar los éxitos del año pasado y continuar mejorando su respuesta a las violaciones de los derechos humanos en todo el mundo, señaló Human Rights Watch en un informe publicado hoy. Desde julio de 2010, el Consejo ha establecido comisiones internacionales de investigación en Libia, Siria y Costa de Marfil, nombró a un experto encargado de investigar la situación de los derechos humanos en Irán y, después de años de silencio, se pronunció acerca de la situación de los derechos humanos en Belarús.
El informe de 69 páginas, “Mantener la dinámica: Un año en la vida del Consejo de Derechos Humanos de la ONU”,examina la labor del Consejo desde julio de 2010 hasta junio de 2011, y describe algunos avances notables del Consejo durante su quinto año.
“El Consejo de Derechos Humanos ha empezado finalmente a cumplir su mandato adoptando rápidamente medidas con respecto a las crisis de derechos humanos en lugares como Siria y Costa de Marfil”, dijo Juliette de Rivero, directora de la Oficina de Ginebra de Human Rights Watch. “Ahora tiene el desafío de seguir progresando y no dar pasos atrás”.
El informe describe la forma en que ciertos países como Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos, Maldivas, México y Zambia han desempeñado una función crucial en el progreso del Consejo. También examina la manera en que países como China, Cuba, Egipto, Pakistán y Rusia han intentado con frecuencia obstaculizar dichos avances. El informe analiza también las deficiencias en el seno del Consejo, entre ellas su insistencia ineficaz y desproporcionada en las violaciones de los derechos humanos en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, y su falta de respuesta a los abusos contra los derechos humanos en otros lugares que merecen su atención, como Afganistán, Bahréin y Sri Lanka.
La labor del Consejo fue más eficaz cuando los Estados de varias regiones colaboraron para presentar iniciativas destinadas a promover los derechos humanos, señaló Human Rights Watch. Esto contribuyó a evitar la polarización y permitió que el Consejo se centrara en las soluciones, en lugar de las rivalidades y las opiniones opuestas en materia de derechos humanos. Sin embargo, algunos países se resistieron a los intentos de hacer que el Consejo respondiera más eficazmente a las violaciones de los derechos humanos en ciertos países. Unos cuantos Estados llegaron incluso a rechazar las iniciativas del Consejo de examinar las violaciones de los derechos humanos cuando los países afectados presentaron objeciones a dicho escrutinio.
“El año pasado, el Consejo de Derechos Humanos actuó de manera inmediata y útil con respecto a varias crisis”, dijo de Rivero. “El Consejo ha recorrido un largo camino, pero todavía tiene que ocuparse de muchas partes del mundo en las que se están ignorando las violaciones”.
Human Rights Watch exhortó a los países elegidos recientemente como miembros del Consejo, entre ellos Benín, Botsuana, Costa Rica, India, Indonesia, Italia, Kuwait y Perú, a que mantengan la dinámica. Los nuevos miembros contribuirán a determinar si el Consejo continúa la trayectoria mayoritariamente positiva del pasado año, o retoma una estrategia más complaciente en donde las metas del Consejo se vean superadas por los intereses de los Estados objeto de su atención, independientemente del costo para los derechos humanos sobre el terreno. Al mismo tiempo, los países que contribuyeron al progreso del Consejo durante el año pasado tienen que volver a comprometerse a promover nuevas mejoras, señaló Human Rights Watch.
“Los nuevos miembros del Consejo de Derechos Humanos pueden desempeñar un papel esencial en la definición del legado del Consejo”, dijo de Rivero. “Los nuevos miembros deben unirse a los que contribuyeron a los recientes éxitos para continuar con los avances del pasado año y abordar las deficiencias restantes”.
En el informe se examinan maneras para aprovechar el progreso reciente del Consejo en beneficio de todos aquellos que se enfrentan a abusos de los derechos humanos. Human Rights Watch reta a los Estados a que cumplan con el mandato del Consejo: el promover y proteger los derechos humanos de las personas en todo el mundo.
