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Bosnia: Los juicios locales son esenciales mientras el Tribunal de la Haya reduce su funcionamiento

Cámara para Crímenes de Guerra avanza en la lucha contra la impunidad

La Cámara para Crímenes de Guerra de Bosnia ha logrado avances considerables en juzgar a los responsables, pero para aumentar la confianza del público, tiene que esforzarse más en explicar su trabajo a la población de Bosnia, señaló Human Rights Watch en un informe publicado hoy.

La guerra en Bosnia, que tuvo lugar entre 1992 y 1995, se caracterizó por asesinatos masivos, violaciones, destrucción generalizada y desplazamiento forzoso de la población. Al finalizar su mandato, el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia (TPIAY), que tiene previsto su cierre en el 2010, sólo habrá juzgado a un número limitado de responsables de alto nivel. Son necesarios juicios efectivos a nivel nacional para que los numerosos responsables que quedan por juzgar rindan cuentas.

“La Cámara para Crímenes de Guerra de Bosnia ofrece una importante oportunidad para que las víctimas de crímenes brutales cometidos durante la guerra obtengan justicia”, señaló Param-Preet Singh, consejera del Programa de Justicia Internacional de Human Rights Watch. “El trabajo de la Cámara ha tenido el efecto de limitar la impunidad en Bosnia mediante juicios justos y efectivos”, agregó.

El informe de 61 páginas, “Narrowing the Impunity Gap: Trials Before Bosnia’s War Crimes Chamber” (Reduciendo la impunidad: Juicios ante la Cámara para Crímenes de Guerra de Bosnia), evalúa el trabajo de la Cámara en relación con dichos juicios. Aunque se trata de una institución relativamente nueva, la Cámara ha hecho considerables avances en el enjuiciamiento de casos, entre ellos el juicio contra 11 acusados de genocidio por su participación en la masacre de Srebrenica. Otros logros importantes incluyen la introducción de apoyo a los testigos durante la fase de instrucción y el establecimiento de una defensoría legal efectiva comprometida con la asistencia a los acusados en los juicios ante la Cámara.

“Los países donantes han desempeñado un papel importante al contribuir al éxito de la Cámara”, señaló Singh. “El respaldo continuado al trabajo de la Cámara es esencial para desarrollar el respeto al estado de derecho en Bosnia”, agregó.

A pesar de los avances, Human Rights Watch expresó su preocupación por los aspectos del funcionamiento de la Cámara que podrían reducir su efectividad. Por ejemplo, existe confusión en relación con la política de selección de casos de la fiscalía. Human Rights Watch también constató con preocupación el uso de sesiones a puerta cerrada, y las iniciativas inadecuadas de sensibilización y comunicación para explicar el trabajo de la Cámara a las comunidades más afectadas.

“Se corre el peligro de que la falta de información sobre el trabajo de la Cámara debilite la confianza pública en esta institución”, señaló Singh. “La Cámara debe esforzarse más para que la población de Bosnia entienda mejor su trabajo”, agregó.

El informe identifica logros de la Cámara y hace recomendaciones sobre cómo mejorar su funcionamiento y compartir su experiencia con los tribunales de los distritos y los cantones de Bosnia, que conocerán la mayoría de los casos nacionales sobre crímenes de guerra. El informe está inspirado en el informe de Human Rights Watch de febrero del 2006, “Looking for Justice: The War Crimes Chamber in Bosnia and Herzegovina” (En busca de la justicia: La Cámara para Crímenes de Guerra en Bosnia y Herzegovina), que examinó el funcionamiento de la Cámara durante su fase de establecimiento.

La Cámara para Crímenes de Guerra se estableció a principios del 2005 para facilitar la realización de juicios sobre crímenes de guerra, que sean justos y efectivos y se realicen dentro de Bosnia. Además de ocuparse de los casos iniciados a nivel local, la Cámara también juzga los casos que le remite el TPIAY contra acusados de niveles medio y bajo. Hasta la fecha, el TPIAY ha remitido cinco de sus casos, contra nueve acusados, a la Cámara.

La Cámara es el último de una serie de tribunales “híbridos” respaldados por la comunidad internacional, destinados a impartir justicia a los responsables de los peores crímenes cometidos durante guerras. Otros ejemplos de estos tribunales son los paneles “Regulación 64” de Kosovo y los Paneles Especiales para Crímenes Graves de Timor Oriental.

Aunque la Cámara cuenta actualmente con personal internacional para ofrecer asistencia en la gestión de los casos de crímenes de guerra, este personal será retirado hasta desaparecer en un plazo relativamente corto. Human Rights Watch recomendó, entre otras cosas, la adopción de un enfoque flexible de contratación de personal internacional en función de las necesidades y dentro del marco de la estrategia de conclusión, para que la Cámara pueda operar efectivamente durante su transición hacia una institución totalmente nacional.

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