A medida que se acercan las elecciones nacionales, el grupo guerrillero más grande de Colombia ha intensificado sus ataques contra la población civil, dijo Human Rights Watch hoy.
A lo largo de la última semana, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC–EP) han ejecutado a por lo menos dieciocho civiles en dos masacres distintas y en un ataque en el que usaron bombas de cilindros de gas. El 12 de marzo, se realizarán las elecciones para el Congreso de Colombia. Las elecciones presidenciales se llevarán a cabo el 28 de mayo.
"Estas masacres parecen haber sido programadas para generar terror antes de las elecciones y para socavar el proceso democrático," señaló José Miguel Vivanco, Director para las Américas de Human Rights Watch. "Al seguir cometiendo atrocidades, las FARC han demostrado una vez más su completo desprecio por la vida y el bienestar de las personas a las que dicen representar."
Human Rights Watch señaló que los recientes ataques de las FARC han incluido graves violaciones al derecho a vida y el derecho internacional humanitario, tales como la ejecución deliberada de civiles y el uso de bombas de cilindros de gas de manera indiscriminada.
En febrero las FARC declararon un paro armado en varios departamentos colombianos. En las semanas siguientes, las FARC han bloqueado carreteras, quemado vehículos, atacado torres de transmisión eléctrica y amenazado a miembros de la población civil que no sigan sus órdenes.
La noche del sábado 25 de febrero, integrantes de las FARC detuvieron un autobus lleno de pasajeros en el estado de Caquetá. El grupo disparó hacia el autobus y seguidamente, cuando los civiles aún seguían adentro, le prendió fuego, ocasionando la muerte de nueve personas y causando heridas a por lo menos otras once. El lunes 27 de febrero, las FARC irrumpieron en una reunión de concejales del pueblo de Rivera, disparando y asesinando a nueve concejales e hiriendo a otras tres personas.
Durante el fin de semana, en un esfuerzo por tomar el control del pueblo de Montebonito, en el departamento de Caldas, las FARC lanzaron bombas de cilindros de gas hacia el pueblo. Una de las bombas cayó en una residencia civil, matando a un hombre y su bebé de seis meses. Otros civiles también sufrieron heridas en el ataque.
"El uso indiscriminado de bombas de cilindros de gas por parte de las FARC ha causado la muerte de civiles en muchas ocasiones," dijo Vivanco. "Pero año tras año, se sigue observando cómo este grupo continúa usando estas armas imprecisas y devastadoras, en una clara violación al derecho internacional humanitario."
Mientras tanto, en el marco de negociaciones con el gobierno de Colombia, representantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciaron que el ELN se abstendría de realizar "acción militar" alguna que pudiera afectar las elecciones legislativas del 12 de marzo. Sin embargo, el ELN sigue sin comprometerse a respetar los derechos humanos y el derecho internacional humanitario en el largo plazo. Al contrario, a lo largo del último año el ELN ha continuado violando estas normas de manera flagrante por medio de secuestros y otros hechos atroces.
"Dada la historia de ataques salvajes contra la población civil por parte del ELN, una promesa de no interferir en las elecciones simplemente no es suficiente," señaló Vivanco. "Tanto el ELN como las FARC deben poner fin a sus atrocidades, liberar a sus rehenes y respetar el derecho internacional humanitario."
