La practica de desapariciones constantes y a gran escala en Chechenia, ha alcanzado el nivel de crimen contra la humanidad, señaló hoy Human Rights Watch.
La Unión Europea, que en años anteriores había introducido una resolución sobre Chechenia ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, ha declinado hacerlo en las sesiones de este año, que se celebran en este momento.
“Es sorprendente que la UE haya decidido no tomar medidas sobre Chechenia en la Comisión”, señaló Rachel Denber, Directora Ejecutiva en funciones de la División de Europa y Asia Central de Human Rights Watch. “Mirar para otro lado cuando se están cometiendo crímenes contra la humanidad es una inconsciencia”, agregó.
De acuerdo con el derecho internacional, una práctica generalizada y sistemática de desapariciones forzadas constituye un crimen contra la humanidad—un acto que atenta contra la conciencia de la humanidad. Cualquier país puede enjuiciar a los responsables de dichos crímenes, incluidos los funcionarios y jefes de Estado.
“Miles de personas han ‘desaparecido’ en Chechenia desde 1999, con pleno conocimiento de las autoridades rusas”, señaló Denber. “Los testigos nos dicen ahora que la atmósfera de enorme arbitrariedad e intimidación es ‘peor que una guerra’”.
En el documento informativo de 57 páginas se documentan varias docenas de nuevos casos de “desapariciones” partiendo de la reciente misión de investigación de Human Rights Watch a Chechenia. La mayoría han ocurrido en los últimos meses, mientras el gobierno ruso afirmaba a la comunidad internacional que la situación continuaba normalizándose en Chechenia.
“Las ‘desapariciones’ son un abuso característico de los seis años de conflicto en Chechenia”, señaló Denber. “La Comisión de Derechos Humanos tiene que adoptar una firme resolución para demostrar que la práctica continuada de las ‘desapariciones’ por parte de Rusia tendrá consecuencias”, agregó.
Los grupos de derechos humanos locales estiman que entre 3.000 y 5.000 personas han “desparecido” desde el principio del conflicto en 1999. Las estadísticas del gobierno ruso reducen la cifra a 2.090 personas. Todas estas personas son civiles o estaban desarmadas cuando fueron arrestadas. Las autoridades rusas niegan toda responsabilidad por su destino o paradero.
Human Rights Watch manifestó que la gran mayoría de las “desapariciones” son perpetradas por agentes del gobierno—de las fuerzas federales rusas o, cada vez más, de las fuerzas de seguridad locales chechenias que están subordinadas en última instancia a las autoridades rusas. En los últimos cinco años, las agencias de aplicación de la ley han abierto más de 1.800 investigaciones criminales sobre “desapariciones”, pero ni un solo caso se ha saldado con una condena.
“El gobierno ruso es plenamente consciente de la dimensión del problema”, señaló Denber. “Simplemente no está comprometido con llevar a los responsables ante la justicia. Y esto perpetúa el ciclo de abuso”, agregó.
Entre las víctimas cuyos casos se describen en el documento informativo están:
- El estudiante de 22 años Adam Demelkhanov y el carpintero de 44 años Badrudin Kantaev, detenidos ambos en el pueblo de Starye Atagi por las fuerzas federales en la noche del 7 de noviembre de 2004. Mientras apuntaban con sus armas a los familiares, los soldados se llevaron a los dos hombres en vehículos blindados. No se ha visto ni sabido de los dos hombres desde entonces, a pesar de los esfuerzos incansables de sus familias por encontrarles.
- Khalimat Sadulaeva, de 37 años y madre de cuatro hijos, fue detenida por un numeroso grupo de hombres armados en la madrugada del 12 de septiembre de 2004 en su casa de la ciudad de Argun. Desde entonces, la familia ha escuchado que Sadulaeva fue vista por un empleado en la base militar de Khankala cerca de Grozny, pero no han recibido ninguna información oficial sobre su destino o paradero.
- Ocho familiares de Aslan Maskhadov, el líder de las fuerzas rebeldes asesinado en marzo de 2005. Tres hermanos de Maskhadov y otros cinco familiares fueron detenidos en diciembre de 2004 por las fuerzas bajo el mando del Vice Primer Ministro de Chechenia, Ramzan Kadyrov. Todos, menos uno, siguen desaparecidos hasta la fecha. La operación formó parte de una política no escrita de “combate contra la toma de rehenes” empleada en Chechenia por las fuerzas rusas y chechenias partidarias de Moscú para obligar a entregarse a los líderes y combatientes rebeldes.
Human Rights Watch dijo que en todos estos casos las investigaciones criminales sobre las “desapariciones” no dieron ningún resultado.
“Los familiares de los ‘desaparecidos’ no tienen ningún recurso ni esperanza de encontrar a sus seres queridos”, señaló Denber. “Incluso, se muestran cada vez más reticentes a denunciar las ‘desapariciones’ a las autoridades, por miedo a poner en peligro a los familiares que les quedan”, agregó.
Human Rights Watch instó a Rusia a que invite a los mecanismos temáticos de la ONU, especialmente el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias y el Relator Especial sobre la cuestión de la tortura, a visitar Chechenia. Human Rights Watch también instó a los Estados Miembros de la ONU a que presionen a Rusia para que curse dichas invitaciones.
El conflicto de Chechenia, que ahora se encuentra en su sexto año, ha provocado el sufrimiento indecible de cientos de miles de civiles, que han sido víctima de los abusos cometidos tanto por las fuerzas rusas como por los rebeldes chechenios. Los combatientes chechenios han cometido actos incalificables de terrorismo en Chechenia y otras partes de Rusia. Además de las desapariciones forzadas, las fuerzas federales rusas, junto con las tropas chechenias partidarias de Moscú, también han cometido numerosos crímenes contra civiles, entre ellos ejecuciones extrajudiciales, tortura, detención arbitraria y saqueos. La abrumadora mayoría de estos crímenes siguen sin investigarse ni castigarse.
Tanto en 2000 como en 2001, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU aprobó resoluciones en las que pedía al gobierno ruso que pusiera fin a los abusos, estableciera un proceso significativo de rendimiento de cuentas e invitara a los mecanismos de vigilancia de la ONU a la región. Human Rights Watch señaló que Rusia ha desafiado las resoluciones e incumplido la mayoría de sus recomendaciones.
Testimonios extraídos del documento informativo de Human Rights Watch “Worse Than a War: “Disappearances” in Chechnya Constitute a Crime Against Humanity”.
Estábamos durmiendo. Echaron las puertas abajo e irrumpieron en la casa gritando, y nos apuntaron con sus metralletas, [gritando], “¡Todo el mundo al suelo! ¡Disparáremos!”…Me levanté de un salto, emplace a enseñarles nuestros papeles, preguntándoles a quién buscaban y quiénes eran—todos llevaban máscaras. Les suplicaba: “¿Por qué [hacen esto]?”…No explicaron nada, sólo esposaron a [Rasul], le pusieron una camisa por encima de la cabeza y se lo llevaron… Un investigador vino [después] y nos interrogó, y buscó huellas de zapatos dentro y fuera de la casa, pero seguimos sin saber dónde está [Rasul].
—Un familiar de Rasul Mukaev (nacido en 1982), “desaparecido” del pueblo de Duba-Yurt el 3 de diciembre de 2004.
Pensé que se iban a llevar a mi hijo. Salí fuera y grité: “¿A dónde se lo llevan?” No podía ver bien—se apelotonaron alrededor de ella. Pero los niños empezaron a llorar: “¡Se llevan a mamá!”…Corrí hacia ellos con su pasaporte, pero no lo cogieron. Cuando se la llevaban, corrí [hacia ellos], pero me tiraron para atrás. [Uno de ellos] me apuntó con su arma y le dije: “Venga, dispárame si eres esa clase de hombre”. No disparó, se la llevaron a rastras… Fuimos a la administración local, al Servicio Federal de Seguridad, a la oficina del comandante militar—pero también dijeron que no la tenían y no sabían dónde estaba.
—Madre de Khalimat Sadulaeva (nacida en 1967), “desaparecida” de la ciudad de Argun el 12 de septiembre de 2004.
Irrumpieron en la casa y preguntaron: “¿Dónde están sus hombres?” Arrinconaron a todas las mujeres y los niños, y se fueron al dormitorio, y empezaron a golpear [a los hombres] sin piedad. Todo estaba [cubierto] con sangre en esa habitación, sus camas, y las cortinas. Ni siquiera les pidieron sus nombres o documentos…Se llevaron el dinero y las joyas, y una rueda de recambio y una batería de carro que encontraron en el patio. Después [los soldados] sacaron a los cuatro de la casa y se los llevaron en los APC [vehículos blindados] … El viceministro del interior [de Chechenia] nos dijo en octubre [2004]: “Se identificaron los APC, sabemos quién se los llevó [a los hombres], sabemos [quiénes son]. Haré una llamada y [los detenidos] serán liberados”. Pero todavía no sabemos dónde están.
—Un familiar de Adlan Ilaev (nacido en 1987), Inver Ilaev (nacido en 1982), Rustam Ilaev (nacido en 1974) y Kazbek Bataev (nacido en 1983), “desaparecidos” del pueblo de Assinovskaia el 3 de julio de 2004.