Independientemente de que haya o no acuerdo de alto el fuego, la matanza en Gaza continúa.
Esta semana, el ejército israelí lanzó una nueva oleada de ataques aéreos y fuego de artillería en Gaza. Esto ha causado la muerte de más de 400 personas, según el Ministerio de Sanidad de Gaza, la fuente más fiable para estas cifras.
Desde el 2 de marzo, el gobierno israelí también volvió a bloquear toda la ayuda que entraba en Gaza. Se trata de una violación flagrante del derecho internacional humanitario.
Las autoridades israelíes llevan casi año y medio cometiendo crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad -incluidos el desplazamiento forzado y el exterminio- y actos de genocidio en Gaza.
Desde las atrocidades cometidas por Hamás el 7 de octubre de 2023, las fuerzas israelíes han llevado a cabo en repetidas ocasiones ataques aéreos ilícitos e indiscriminados. Al hacerlo, han matado y mutilado a miles de civiles, incluso aniquilando a familias enteras. Han reducido a escombros gran parte de las infraestructuras, viviendas, escuelas y hospitales de Gaza.
Los ataques contra instalaciones sanitarias merecen una mención especial. Human Rights Watch ha informado sobre ataques ilegales israelíes contra hospitales y ambulancias. También hemos documentado la detención arbitraria y tortura de trabajadores sanitarios.
Un nuevo informe detalla cómo, mientras ocupaban hospitales en Gaza durante las hostilidades actuales, las fuerzas militares israelíes causaron muertes y sufrimientos innecesarios a los pacientes
Testigos de tres hospitales describieron cómo las fuerzas israelíes negaron electricidad, agua, alimentos y medicinas a los pacientes, dejando morir a enfermos y heridos. Dispararon contra civiles, maltrataron al personal sanitario y destruyeron deliberadamente equipos médicos. Las evacuaciones forzosas pusieron a los pacientes en grave peligro.
Estos actos no sólo son brutales y crueles. También son crímenes de guerra.
Las autoridades israelíes no han anunciado ninguna investigación sobre estas acciones perpetradas por las fuerzas terrestres israelíes que controlaban estos u otros hospitales.
La lista de atrocidades cometidas por el ejército israelí en Gaza no deja de crecer. Muchas personas de todo el mundo han expresado su indignación.
Sin embargo, aún no hemos visto el tipo de presión y acción política y diplomática necesaria para que las autoridades israelíes dejen de cometer atrocidades.
Las medidas internacionales que podrían adoptarse son básicamente tres.
En primer lugar, otros países deberían suspender las transferencias de armas a Israel.
En segundo lugar, deben apoyar a la Corte Penal Internacional (CPI), que ha dictado órdenes de detención contra altos dirigentes israelíes. Los miembros de la CPI, entre los que se encuentran todos los países de la UE, deben declarar claramente que están obligados a detener -y detendrán- a cualquier persona buscada por la CPI en su territorio.
En tercer lugar, otros países deben imponer sanciones selectivas a los funcionarios responsables de crímenes de guerra y otras atrocidades en Israel y Palestina.
Mientras no se produzca este tipo de acción internacional, es difícil saber cuándo cesarán las masacres y la brutalidad de las autoridades israelíes en Gaza.
