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Las cadenas de suministro para las joyerías han mejorado, pero no sus estándares

La pandemia de Covid-19 destruye comunidades mineras, incrementa los riesgos de derechos humanos

Una minera artesanal sostiene un diamante en bruto en su mano en Sudáfrica, 22 de octubre de 2019. © 2019 Sumaya Hisham/ Reuters  © 2019 Sumaya Hisham/Reuters
  • Las principales empresas de joyería están mejorando su abastecimiento de oro y diamantes, pero la mayoría no puede asegurar a los consumidores que sus joyas no están corrompidas por abusos a los derechos humanos.
  • Muchos trabajadores de las minas de oro y diamantes trabajan en condiciones peligrosas. La pandemia de Covid-19 ha incrementado los riesgos de explotación y abuso.
  • Los estándares voluntarios pueden fomentar mejores prácticas, pero solo los requisitos legales obligatorios garantizarán que todas las empresas de joyería y relojería tomen en serio los derechos humanos.

(Londres) – Las principales empresas de joyería están mejorando sus estándares de abastecimiento de oro y diamantes, pero la mayoría no puede asegurar a sus consumidores que sus joyas no están corrompidas por abusos a los derechos humanos, dijo Human Rights Watch en un informe publicado hoy con antelación a la temporada de compras navideñas.

El informe de 84 páginas, “Sparkling Jewels, Opaque Supply Chains: Jewelry Companies, Changing Sourcing Practices, and Covid-19” (“Joyas brillantes, cadenas de suministro opacas: empresas joyeras, nuevos estándares de abastecimiento y el Covid-19”) analiza y clasifica a 15 marcas de joyería y relojes en sus esfuerzos por prevenir y abordar los abusos de derechos humanos y daños ambientales en sus cadenas de suministro de oro y diamantes. Desde que Human Rights Watch informó por primera vez sobre estos temas en 2018, las acciones de las empresas continúan revisándose. Si bien la mayoría de las empresas de joyería examinadas han tomado algunas medidas para mejorar sus prácticas, la mayoría aún no cumplen con los estándares internacionales.

“Muchas empresas de joyería han progresado en el abastecimiento responsable de oro y diamantes, pero los consumidores aún no tienen las garantías adecuadas de que sus joyas están libres de abusos a los derechos humanos”, dijo Juliane Kippenberg, directora adjunta de derechos del niño de Human Rights Watch. “La pandemia de Covid-19 exige una vigilancia aun mayor por parte de las empresas de joyería para identificar y responder a los abusos de los derechos humanos”.

Human Rights Watch también evaluó el impacto del Covid-19 en los sectores de minería y joyería. Los trabajadores mineros, sus familias y comunidades se han visto privados de ingresos en los lugares donde la minería se ha estancado debido a los cierres. En cambio, donde la minería industrial ha continuado, los mineros trabajan cerca unos de otros en espacios cerrados y, a veces, incluso viven juntos en hostales, lo que los pone en mayor riesgo. En algunas zonas mineras en pequeña escala, el trabajo infantil y la minería y comercio ilegales han aumentado.

Human Rights Watch llevó a cabo una investigación exhaustiva en numerosos países donde las prácticas abusivas corrompen la cadena de suministro. En Venezuela, los grupos armados conocidos como “sindicatos” controlan las minas de oro ilegales y han cometido abusos horribles contra residentes y mineros, entre ellos amputaciones punitivas y torturas.

En Zimbabue, la Zimbabwe Consolidated Diamond Company, de propiedad estatal, ha contratado a agentes de seguridad privados que han maltratado a los residentes acusados ​​de extraer diamantes, incluso amenazándoles con perros.

El trabajo infantil peligroso ocurre en áreas de minería de oro a pequeña escala en Ghana, Malí, Filipinas y Tanzania, ya que los niños son expuestos al mercurio que se utiliza en el proceso. Niños han muerto en accidentes mineros.

Las empresas de joyería y relojería tienen la responsabilidad de llevar a cabo la debida diligencia en materia de derechos humanos y medio ambiente para garantizar que no causan ni contribuyen a abusos de derechos en sus cadenas de suministro, de acuerdo con los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos. La “debida diligencia” se refiere al proceso de una empresa para identificar, prevenir, abordar y remediar los impactos ambientales y de derechos humanos en sus cadenas de suministro.

Las 15 empresas evaluadas generan colectivamente más de US$40.000 millones en ingresos anuales, alrededor del 15 por ciento de las ventas mundiales de joyería. Nueve empresas respondieron por escrito a cartas solicitando información sobre sus políticas y prácticas de abastecimiento: Boodles, Bulgari, Cartier, Chopard, Chow Tai Fook, Pandora, Signet, Tanishq y Tiffany & Co. Seis empresas no respondieron a varias solicitudes: Cristo, Harry Winston, Kalyan, Mikimoto, Rolex y TBZ. Human Rights Watch basó su evaluación en la información recibida o disponible públicamente.

Once de las empresas evaluadas han tomado algunas medidas para mejorar su debida diligencia en materia de derechos humanos desde la publicación del informe de 2018, “The Hidden Cost of Jewelry: Human Rights in Supply Chains and the Responsibility of Jewelry Companies” (El costo oculto de la joyería: Derechos humanos en las cadenas de suministro y responsabilidad de empresas del sector). Las empresas han mejorado la trazabilidad de su oro o diamantes; optaron por obtener solo oro reciclado para evitar riesgos relacionados con el oro recién extraído; reforzaron sus códigos de conducta para proveedores; seleccionaron más rigurosamente a sus proveedores; o identificaron públicamente a sus proveedores. Diez de las empresas ahora divulgan públicamente más información sobre su debida diligencia para garantizar el respeto de los derechos humanos.

Sin embargo, la mayoría no identifica las minas de origen de su oro o diamantes, ni evalúa ni aborda las condiciones en estas minas o en otras partes de la cadena de suministro. Pocas parecen haber reevaluado sus cadenas de suministro para detectar los riesgos relacionados con el Covid-19 o tomado medidas activas para proteger los derechos de los trabajadores en sus cadenas de suministro más allá de sus empleados inmediatos.

La mayoría de las empresas tampoco informan en detalle sobre sus esfuerzos de diligencia debida. Cuatro (Kalyan, Mikomoto, Rolex y TBZ) no ofrecen apenas o ninguna información sobre sus políticas o prácticas de abastecimiento. Tal falta de transparencia va en contra de las normas internacionales sobre el abastecimiento responsable y significa que los consumidores, las comunidades afectadas y el público en general no están informados sobre potenciales abusos.

Human Rights Watch concluyó que ninguna de las 15 podía calificarse como “excelente”, pero sí calificó a dos (Tiffany & Co. y Pandora) como “fuertes” por dar pasos importantes hacia el abastecimiento responsable; tres (Bulgari, Signet y Cartier) como “notables”; y tres (Boodles, Chopard y Harry Winston) como “correctas”. A su vez, Chow Tai Fook, Christ y Tanishq fueron clasificadas como “débiles” y cuatro (Kalyan, Mikimoto, Rolex y TBZ) no pudieron ser clasificadas por falta de divulgación de sus prácticas de abastecimiento. Cinco obtuvieron una clasificación más alta en 2020 que en 2018: Pandora, Boodles, Chopard, Harry Winston y Tanishq.

Human Rights Watch también evaluó varias iniciativas más amplias de la industria o de múltiples partes interesadas, incluidas las del Responsible Jewelry Council (RJC) y la Initiative for Responsible Mining Assurance. Además, se están llevando a cabo varias iniciativas para utilizar tecnología, como la tecnología blockchain y láser, para garantizar la trazabilidad total de los diamantes y otros minerales.

Sin embargo, la mayoría de las iniciativas de certificación existentes aún carecen de rigor y transparencia. Muchas todavía no requieren una trazabilidad total, transparencia o evaluaciones sólidas sobre el terreno de los derechos humanos por parte de sus miembros. Las auditorías de terceros de las cadenas de suministro de joyería a menudo se realizan de forma remota y los resultados no están disponibles públicamente.

“A pesar del progreso, la mayoría de las empresas de joyería pueden hacer mucho más para abordar los derechos humanos en sus cadenas de suministro y compartir esa información con el público”, señaló Kippenberg. “Los estándares voluntarios pueden alentar a las empresas de joyería a adoptar mejores prácticas, pero en última instancia, solo los requisitos legales obligatorios garantizarán que todas las empresas de joyería se tomen en serio los derechos humanos”.

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